Internet, WhatsApp, Instagram, Tinder… la tecnología se ha convertido en los últimos años en una de las herramientas más empleadas para ligar. Una transformación del arte del cortejo tradicional a una mera acción digital repleta de estrategias, que según una encuesta realizada por el Instituto de Opinea, ya ha conquistado al 73% de los españoles, quienes consideran mucho más fácil ligar por internet.
Sin embargo, con este nuevo proceso de ligar y de “modern love”, también aparecen nuevos términos encargados de definir procesos y situaciones problemáticas. No solo hablamos del fenómeno del pocketing, que cada vez afecta a más parejas, sino del temido ghosting.
Un término que hace referencia a cómo esa facilidad para comunicarse casi diariamente y para relacionarse a través de Internet, puede pasar de un momento a otro a la más absoluta nada. Supone cortar por completo la comunicación con la otra persona y con una ruptura amorosa sin explicaciones de por medio. En los últimos años, el concepto se ha vuelto cada vez más popular. A continuación, te daremos algunas estrategias y claves para saber reconocerlo y superarlo.
¿Qué es exactamente el ghosting y cómo reconocerlo?
Si alguna vez has pasado del todo a la nada en una relación ya sea amorosa o de amistad y sin ningún tipo de explicación, entonces es que el ghosting ya ha hecho mella en tu vida. De una forma u otra, a nadie le gusta perder de vista a una persona con la que tenía una relación y más cuando pasa de formar una parte importante de tu vida a desaparecer por completo de ella. Un proceso duro de superar y afrontar, que con el uso de Internet y las redes sociales lamentablemente se ha vuelto cada vez más común. Puede tener efectos especialmente negativos en la persona que lo sufre y sobre todo en su autoestima.
El ghosting se produce por esa incapacidad actual de hablar las cosas, prefiriendo optar por la “vía rápida”, y por el que una relación puede acabar de la noche a la mañana simplemente cortando todo tipo de comunicación con la otra persona. Algo que las nuevas tecnologías se han encargado de convertir en una acción fácil y demasiado común.
En lo que se refiere al término, habría surgido a raíz de una entrevista con la actriz Charlize Theron para New York Times. Explicaba la forma en la que había roto con su pareja de entonces (el actor Sean Penn) tras enterarse de que le había sido infiel.
La reacción de Theron fue directamente cortar todo tipo de relación y comunicación con Penn y evitar cualquier contacto público o privado con el actor convirtiéndose para él en una especie de “fantasma”, de ahí la denominación de ghost (fantasma en inglés) y la posterior derivación a ghosting. Una fórmula de ruptura que nada tiene de nueva, pero que este nuevo concepto de relaciones amorosas ha convertido en popular.
En cuanto a cómo saber si te están haciendo ghosting, por lo general suele ser fácil de reconocer. En la mayoría de los casos la persona que hace ghosting deja de contestar a los mensajes y llamadas de la otra persona, deja de seguirle en redes sociales y de relacionarse con la otra persona como antes. Una vía cobarde de evitar el tradicional “tenemos que hablar” y que acarrea sentimientos de culpa para ambas personas, una autoestima dañada y un periodo de duelo por el fin de la relación más largo de lo habitual para la persona que lo sufre.
Consecuencias reales del ghosting
Aunque en un primer momento pueda parecer que el ghosting solo afecta a la persona que lo sufre, los expertos en psicología advierten de que esta tendencia de ruptura tiene consecuencias tanto para quien lo sufre como para quien lo practica. Pero por lo general, suele acabar con la autoestima dañada de quien lo sufre y con un proceso de duelo por el fin de la relación más largo de lo habitual.
¿La razón? La persona que sufre el ghosting tarda en darse cuenta de la situación y no tiene todas las respuestas sobre los motivos que han llevado a la otra persona a romper la relación. Todo ello sumado al dolor físico y psicológico que puede llegar a experimentar alguien cuando se siente abandonado de cualquier manera.
Mientras, la persona que realiza el ghosting tiene que hacer frente a los remordimientos y sentimientos de culpa por haber dejado y abandonado a la otra persona de esta manera y sin explicaciones o sin palabras de por medio. Una opción que habitualmente se relaciona con aquellas personas que tienen miedo al conflicto y que huyen de los enfrentamientos, de ahí que no se planteen siquiera poner fin a la relación y dar la cara para ello.
Consejos para afrontarlo y superarlo
Ese sentimiento de abandono que provoca el ghosting a menudo deriva en inseguridades y un fuerte daño a nuestra autoestima. De ahí que sea importante tener en cuenta una serie de consejos y pautas con las que salir airosos de esa dolorosa y silenciosa ruptura:
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No te castigues: no olvides que el ghosting está diciendo más de la otra persona que de ti misma, así que evita cuestionarte, juzgarte y entrar en el bucle de pensar que has podido haber hecho mal para que la relación haya terminado.
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No dudes en buscar apoyo profesional y de amigos: si no sabes cómo hacer frente a este tipo de situación y el dolor es demasiado fuerte para afrontarlo por ti misma, no dudes en buscar apoyo de terceros ya sea a través de tus amistades o un apoyo profesional como podría ser el de alguien experto.
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Deja a un lado las esperanzas de volver y acepta el duelo: en la mayoría de las ocasiones la ruptura se vuelve aún más larga y dolorosa por ese atraso del duelo y por esa constante esperanza de que todo volverá en algún momento a ser como al principio. Lo mejor es que aceptes que la relación ha terminado y que aunque duela aceptes con ello también el duelo y el dolor de la ruptura.
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Cero contacto: aunque sea doloroso, los expertos recomiendan aceptar la decisión de la otra persona y no romper esa regla del cero contacto.
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