Una preciosa pared con espejos que enamorará a tus seres queridos

En decoración, las buenas ideas son fundamentales y no tienen por qué ser las más caras ni las soluciones más inmediatas. Nos encantan las paredes llenas de espejos dorados de diferentes formas y tamaños.

Para que tengas éxito decorando la tuya, aquí tienes los pasos a seguir.

Elige una pared

Piensa si en tu casa hay alguna pared que quisieras que fuera diferente y que tuviera estilo y vida propia. Una composición de espejos en una sola pared se convierte en una galería que atrae las miradas y concentra el punto focal de la habitación.

Desaconsejamos que lo hagas en la cocina por la dificultad para limpiarla y sobre la cama -si quieres seguir las normas del feng shui. Es una opción arriesgada en pasillos y escaleras, pero también funciona.

Procura elegir una pared que esté situada frente a un balcón o a una ventana. Así, los espejos captarán la luz y el efecto será mucho más luminoso.

Busca un elemento común

La clave de la belleza de la pared está en la colocación de elementos de diferentes tamaños y formas, que consigan convivir en armonía.

Puedes elegir la pieza más importante en el centro como si fuera el sistema solar y hacer que los demás giren entorno a ella o puedes dar la apariencia de estricto orden caótico que siempre triunfa.

Todos los espejos deben tener una conexión. Resultan especialmente bonitas las composiciones hechas con espejos con el marco dorado. Pero también son bonitas las que usan una gama de colores para los marcos: espejos azules, verdes…

Refuerza la iluminación

Si la luz natural que reciben los espejos no es suficiente para que resplandezca, completa con luces auxiliares que consigan el efecto deseado.

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Coloca el que tengas

Cuelga tú el primer espejo y cuéntaselo a tus amigos y familiares. El hilo conductor y la magia de esa pared de espejos no solo residirá en la estética sino también en la procedencia.

Dile a las personas que quieres que estén presentes que ya sabes qué quieres cuando quieran hacerte un regalo. Explícales que vas a tener una pared especial en la que estarán unidas las personas especiales de tu vida.

Sugiéreles que cuando quieran hacerte un regalo, busquen un espejo del color que hayas elegido y tamaño pequeño y te lo dediquen y te lo firmen. No te apures porque no estás pidiendo nada caro. Existen espejos así en las tiendas más baratas que puedes imaginar.

Una pared con historia

La pared irá cobrando vida poco a poco, con sabor, con historia. Los espejos llegarán a tu vida de forma inesperada porque serán la respuesta socorrida para un “¿qué le regalo?”.

Con esta idea, tu casa tendrá más estilo, tú te convertirás en coleccionista y nadie volverá a dudar cómo acertar al hacerte un regalo. Cuando pasen los años, esa pared tendrá escrita parte de tu biografía.