El síndrome FOMO, también conocido como el miedo a perderse algo, es una de las problemáticas de salud que en los últimos años se ha vuelto más común en la sociedad actual.
Una sociedad cada vez más interconectada a través de las redes sociales y de Internet, en la que sentirse cada vez más enganchado al móvil o a un dispositivo con Internet ya forma parte del día a día, al igual que ocurre con esa sensación de no querer perderse ningún comentario, me gusta en Instagram o Facebook o cualquier trending topic de Twitter.
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Es precisamente esta necesidad de no perderse nada de lo que sucede en la red, la que en ocasiones puede esconder un arma de doble filo y derivar en problemas emocionales o trastornos cada vez más habituales, como es el caso del síndrome FOMO. Te contamos sus principales características y cómo evitarlo.
¿Qué es el síndrome FOMO?
Las personas que padecen este síndrome están permanentemente conectadas y enganchadas al móvil y a cualquier dispositivo con Internet, precisamente por ese miedo a perderse cualquier comentario, notificación o me gusta que suceda entre su red de amigos.
Se siente por lo tanto, la necesidad de estar en todo momento al tanto de todo lo que hacen aquellos que le siguen y a los que sigue, de no perderse nada de cómo son sus vidas y de comprobar que el contenido propio cuenta con "me gusta" y mensajes suficientes.
Estas personas creen además que si no responden de forma inmediata podrán perderse cosas importantes y quedarse fuera de la conversación, algo que les genera normalmente angustia.
Esta es la razón principal por la que jamás pierden de vista el teléfono móvil, ni desconectan de ese mundo que ellos mismos han creado en sus redes sociales.
Síntomas comunes del síndrome FOMO
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Sonidos ilusorios: uno de los síntomas más habituales del síndrome FOMO es tener la sensación de escuchar el móvil o una notificación, cuando en realidad se trata de un sonido ilusorio.
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Ansiedad por no contestar al momento: precisamente por esa necesidad de estar permanentemente conectados, el simple hecho de no contestar rápido o al momento a un comentario o mensaje, puede generar ansiedad en la persona.
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Pasar más tiempo en las redes sociales que en la vida real: otro rasgo significativo es la cantidad de horas y tiempo que normalmente las personas con este síndrome dedican en las redes sociales y conectados a Internet. También suelen tener una necesidad imperiosa de retransmitir todo lo que les sucede a sus seguidores y de no perder de vista la pantalla del móvil, hasta el punto de que la vida real queda en un segundo plano.
¿Cómo evitar el FOMO?
Si lo que quieres es evitar esa ansiedad que normalmente te genera el enganche a las redes sociales y a Internet, la solución no radica solo en cerrar todas las redes sociales y dejar a un lado el móvil.
Una de las principales razones de que no sea así, es que tanto el móvil como Internet forman ya parte de nuestro día a día y en algunos casos incluso son ya una herramienta de trabajo.
Lo que sí podemos trabajar es en conseguir ese equilibrio justo entre la vida real y el tiempo que dedicamos a permanecer en las redes sociales, evitando que nuestra autoestima pueda verse dañado por un uso excesivo o inadecuado de estas.
Otra buena forma de evitar el síndrome FOMO puede ser empezando simplemente por no tener la necesidad constante de compartir todo lo que nos sucede en redes sociales y entendiendo que no pasa nada por no contestar a los mensajes y notificaciones al instante.
Es importante que sepamos priorizar el mundo real que nos rodea, antes que el mundo irreal que muchas veces encontramos en las redes sociales.