Hace una semana, la Dirección General de la Policía aprobó el Protocolo de actuación ante situaciones de acoso sexual y acoso por razón de género, orientación e identidad sexual. Dicho protocolo entró en vigor el pasado 20 de diciembre y tiene como objetivo "establecer unas pautas de actuación con el fin de erradicar conductas constitutivas de acoso sexual en el seno de la Policía Nacional, reforzando así su compromiso con la defensa y protección de los derechos humanos y la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres".
[Pioneras de la valentía: 8 mujeres policías premiadas por su heroísmo y su excelencia]
"Es una herramienta fundamentalmente preventiva que está en línea con nuestra estrategia y la política de tolerancia cero", declara a magasIN la comisaria Dolores López, jefa del área de Derechos Humanos e Igualdad de la Policía Nacional.
La comisaria explica que "hemos querido tener una visión amplia" y, además del acoso sexual, abordar otro tipo de conductas discriminatorias: el acoso por razón de género, por razón de sexo, orientación o identidad sexual. Para ello, el protocolo ha sido elaborado por miembros de la Dirección General del Gabinete Técnico y en colaboración con el resto de las subdirecciones dentro de la Policía Nacional y de los sindicatos.
Además, han tomado como referencia los que ya han hecho otras instituciones, como el Consejo General del Poder Judicial o las Cámaras del Congreso y del Senado.
El protocolo se aplicará en su integridad cuando la persona afectada y la persona presuntamente agresora pertenezcan al personal funcionario de la Dirección General de la Policía, incluido el personal de cuerpos generales y el personal laboral. Además, será de aplicación al funcionariado en prácticas, así como al alumnado de la Escuela Nacional de Policía.
La comisaria López afirma que proporciona un marco común para abordar las situaciones de acoso que se puedan dar, y que, sin importar dónde está destinada la víctima o el agresor, tenga el mismo tratamiento. "La filosofía es tener un procedimiento común que indique a dónde dirigirse y garantice que el tratamiento sea igualitario para todas las personas".
Asesoría confidencial
Entre las principales novedades que incorpora el protocolo está el establecimiento de la asesoría confidencial. "Es una figura importante para que la persona que sufra este tipo de conductas pueda dirigirse con la confianza y la garantía de imparcialidad", comenta la comisaria López.
"El problema que se encuentran las víctimas de estas conductas que suceden en el ámbito laboral es no saber a dónde dirigirse y pensar: ¿Me van a creer, no me van a creer? La asesoría confidencial es independiente del entorno laboral".
Habrá una asesoría en cada jefatura superior de Policía y en cada uno de los organismos centrales que se recogen en el protocolo. Su primera función será escuchar a la víctima y hacer las primeras indagaciones. Reportarán los casos de los que tengan conocimiento al Área de Derechos Humanos e Igualdad y a la Comisión Territorial de Seguimiento, a través de informe detallado de cada denuncia de acoso presentada en su ámbito competencial.
La asesoría confidencial también tendrá que averiguar qué quiere la víctima porque "muchas veces lo que quieren es contarlo, desahogarse". "Esta situación a veces se produce en círculos muy pequeños y no quieren que otras personas se enteren. Según lo que quiera, podemos proceder y hablar con la persona presunta autora o valorar qué medidas preventivas se pueden adoptar para que la situación no siga produciéndose".
Asimismo, podrán ofrecerle actuar a través del régimen disciplinario de la Policía, donde las conductas de acoso sexual están recogidas como infracción grave. Pero sobre todo, subraya López, "es una herramienta de información, de apoyo y de recuperación para las víctimas".
Formación y sensibilización
Otra pata fundamental del protocolo será ofrecer formación en la Escuela Nacional de la Policía y procesos de capacitación en la promoción interna. "También están previstas acciones de formación en jornadas formativas para concienciar tanto a las víctimas como a los potenciales autores".
Además, López destaca que habrá campañas de sensibilización "sobre el objetivo del protocolo y qué herramientas hay a su alcance" porque "nunca hay suficiente sensibilización".
"Creo que la mejor forma de prevención es la concienciación y la sensibilización", concluye.