El móvil, como dispositivo inteligente, ha revolucionado nuestro día a día. Nos permite gestionar, en tiempo real, casi cualquier ámbito de nuestras vidas: desde la compra al control de las cuentas bancarias pasando, incluso, por encuentros con posibles amigos y parejas... su alcance es inmenso.
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Su omnipresencia ha acareado, sin embargo, nuevos problemas. Entre ellos, un uso descontrolado que ha dado lugar a fenómenos como el phubbing. ¿En qué consiste? ¿Cómo afrontarlo? Descúbrelo.
¿En qué consiste?
El término corresponde a la combinación de phone (teléfono) y snubbing (despreciar). Remite al hecho de utilizar su teléfono, ignorando a la o a las persona(s) que se encuentran enfrente. El phubber es quien lo realiza, el phubbee es su "víctima".
¿A qué se debe? La hiperconectividad es uno de los principales motivos. El Informe Mobile - España y Mundo 2022, elaborado por Ditrendia, destaca: "de los 5 mil millones de personas en todo el mundo que usan internet, un 92,4% accede a la red desde un teléfono móvil. Es en estos dispositivos donde pasan más de la mitad su tiempo online, ya que el móvil representa más de la mitad del tráfico web mundial".
Los adolescentes, como nativos digitales, corresponden a la franja más afectada según indican numerosos expertos.
¿Cuáles son las consecuencias?
Tal y como mencionan María Álvarez Menéndez y María de la Villa Moral Jiménez en su artículo Phubbing, uso problemático de teléfonos móviles y de redes sociales en adolescentes y déficits en autocontrol: "el phubbing reduce los niveles de compromiso, de atención y de empatía lo que dificulta la interacción entre personas, algo que está repercutiendo negativamente en la satisfacción de las relaciones personales y en los sentimientos de bienestar personal".
Al estar pendiente del dispositivo, sin prestar atención al entorno, la sensación generada puede ser despreocupación y desprecio. La "víctima" puede sentirlo como un obstáculo a la comunicación e incluso un rechazo claro.
¿Cómo afrontarlo?
Si crees que lo practicas, de forma consciente o inconsciente, ten en cuenta:
- Desactiva tus notificaciones: es la manera más fácil de conseguir no despistarse. Al no recibir un aviso luminoso o auditivo, la atención natural permanece.
- Establece franjas horarias: aunque necesites permanecer conectado por temas profesionales o incluso personales, procura establecer intervalos de tiempo en los que no lo tengas a mano.
- Organiza actividades sin pantallas: el cine, el teatro o una exposición son tantos planes que no implican un uso obligatorio del móvil.
- Acude a terapia: si la necesidad de estar constantemente conectado persiste, no dudes en consultarlo con un profesional. Podrá orientarte mejor sobre los posibles motivos.
Si eres víctima, no dudes en llamar la atención de la persona en cuestión. Que sea un amigo, un familiar o tu pareja, este toque puede ser una manera de materializar el problema y dar la oportunidad a la persona implicada de corregir la actitud.