Rosa Sánchez de la Vega charla con la fundadora y directora del Gabinete Psicològic Mataró, centro de psicología, psiquiatría y neuropsicología, con el objetivo de "abordar un plan de acción para mejorar tus emociones y transformar tu vida".
Carla vive en Barcelona, en un precioso ático luminoso y pequeñito. Con 29 años tiene un buen trabajo, un buen sueldo y un jefe muy exigente. Hace tres años que se emancipó. En los últimos meses se siente decaída, malhumorada. Duerme mal. Sufre ansiedad. Necesita ser feliz.
Normalizar aquello que te ocurre, sentirse inferior e insegura. Complacer a todos sin límites si con ello consigues su aprobación, su afecto… su amor.
Qué importante es revelarnos contra ese conformismo. Creer que en el trabajo, en las relaciones de pareja y familiares hay que aguantarlo todo es un error. No tenemos que normalizar el no sentirnos bien. Hay que saber encontrar la plenitud de nuestras vidas.
¿Cuál es el objetivo de tu libro?
El poder dotar a todo el mundo de las herramientas necesarias de la psicología para poder manejar mejor sus emociones. Confiar en uno mismo y ser capaz de enfrentarse a retos, vaya o no a conseguir llegar a la cima. Lo importante es trabajar en el ascenso.
Funcionamos en modo piloto automático. No somos capaces de saborear lo que ocurre a nuestro alrededor. No sabemos interpretar nuestras emociones.
Somos responsables de nuestro bienestar. Hay cosas que, por desgracia, ocurren en nuestras vidas y que no son positivas. Sin embargo tenemos la capacidad de poder interpretar y modificar nuestros estados de ánimo. Tenemos esa responsabilidad.
¿Podremos escoger cuál será nuestro estado de ánimo?
Por supuesto. En la mayoría de las ocasiones podremos modificar esas emociones hacia otras que sean óptimas para nosotros. Si ponemos el foco en lo que está bien, si consigues cambiar el diálogo que tienes contigo mismo y ser agradecido, eso revertirá en ser más feliz.
¿Cuántas patas ha de tener una mesa para que haya un perfecto equilibrio?
Cuantas más mejor. Así, si perdemos alguna, las demás nos sostendrán. Por ello es importante reconocer cuáles son nuestros valores. Los de cada uno de nosotros. Identificar tus patas importantes y después trabajar para que sean lo más sólidas posible y te den el equilibrio y el aguante necesario.
Hacer los deberes es importante: “Un diario emocional”...
Es una herramienta poderosa. Terminar el día reflexionando sin quedarte en la superficie sobre lo que has hecho, sino en cómo te has sentido. Tu aprendizaje. Escribiendo a mano, porque nos permite procesar mejor la información de lo vivido. Así el cerebro piensa, el ojo lo ve y la mano lo escribe. Y a medida que el ojo lo ve, el cerebro lo vuelve procesar. Un bucle infinito. Una tarea muy poderosa y reveladora para tomar decisiones importantes en nuestra vida. Potenciar aquello que marcha bien. Invertir mirando hacia dentro y actuar.
No todas las emociones desagradables son malas, ni todas las emociones agradables son buenas.
La “A” de cualquier terapia psicológica es el conocimiento de la diferencia entre la emociones sanas y las emociones tóxicas. Tener miedo es bueno. Te protege porque las emociones son mensajeras. Hay que abrazarlo y actuar en consecuencia para vencer la ansiedad, la angustia y el pánico.
La frustración, ¿se origina desde el momento en el que nacemos?
Ocurre por falta de entrenamiento. Sufrir frustraciones es normal. En la vida estamos condenados a experimentar emociones perturbadoras que nos van a robar una y otra vez felicidad.
Las creencias limitantes.
Son creencias nucleares que, con toda probabilidad, nos acompañan desde la más tierna infancia y lo que hacen es obstaculizarnos e impedir que salgamos de nuestra zona de confort. Para vencerlas hay que desafiarlas.
Pedir pero no exigir.
Las exigencias están en la base de la perturbación emocional. Cuando tú te exiges a ti misma. Si tú cumples con tu exigencia, te vas a sentir bien. ¿Pero qué pasa cuando tu expectativa no se cumple? La emoción que nacerá será la de la culpa. ¿Qué pasa cuando lo que yo exijo no se cumple? Entonces nace el sentimiento de rabia y de decepción.
Vivimos en círculo. ¿Qué necesitamos para despegar?
Dominar tres habilidades: actitud pro-activa que te hace sentir competente y poderosa. Visión de futuro. Y, si te cansas, no te rindas. Solo aprende a descansar.
Es un libro interactivo.
Hay códigos QR que dan acceso a distintos audios de meditación. Otros que te ayudan a reducir la ansiedad. Ejercicios para anotar tus reflexiones. La ansiedad es una de las emociones más prevalentes en la sociedad. No te olvides de que somos responsables de cómo nos sentimos.