¿Este comportamiento es normal? Si esta es la primera pregunta que se te viene a la mente al pensar en tu pareja, puede que estés inmersa en una llamada relación tóxica. Este término define, esencialmente, una relación en la que uno de los dos miembros experimenta un sufrimiento o un malestar, ligado al trato de la otra persona.
['Situationship': la nueva modalidad de relación sin etiquetas de la generación Z]
Miguel Navarro, CEO y fundador de la escuela de formación online Productividad Feroz, nos brinda algunos consejos para evitar esta situación.
¿Cómo detectar las “banderas rojas”?
Acabar con una relación tóxica no es tarea fácil, en muchas ocasiones es complicado incluso detectarlas, por lo que la relación avanza de forma tortuosa pasando por distintas etapas, tanto buenas como malas, ya que si fuesen solo malas, la relación se acabaría inmediatamente.
Otro de los comportamientos recurrentes en este tipo de relaciones es el control y el sentimiento de aprobación: qué comer, qué ropa ponerse, con quién relacionarse y avisar de quiénes son los amigos con los que se ha quedado. Este es el mayor indicio de que la relación ha pasado a un nivel de toxicidad intolerable, y se tienen que poner medidas de por medio instantáneamente.
¿Cómo evitar las relaciones tóxicas?
Para evitar este tipo de conductas, las personas tienen que trabajar mucho en su salud mental antes de comprometerse en una relación romántica:
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Fomentar la autoestima: la confianza y seguridad en uno mismo son el pilar imprescindible de una relación. Es muy complicado que una relación salga adelante cuando cada uno no ha trabajado sus problemas personales por separado, porque acabarán por “salpicar” a la otra persona y a la armonía entre los dos.
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Fomentar la conciencia emocional: la empatía es el atributo más importante en una relación, ayuda a comprender a la pareja para tener en cuenta los problemas por los que puede estar pasando, y ayudarle a solucionarlos tomando una distancia para que no afecten a la relación. Si una de las dos partes no posee este atributo, es fácil que recurra a culpabilizar a su pareja cuando haya una confrontación, lo que crea más distancia entre los dos.
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Desarrollar habilidades de comunicación saludables: hablar va unido a la empatía y a la comprensión. La mejor forma de evitar comportamientos tóxicos es mediante la transparencia y la empatía. No hablar con la pareja por miedo a que no se lo tome bien, es un claro indicador de toxicidad.
¿Cómo superar el trauma de una relación tóxica?
El sufrimiento que produce una relación tóxica no dura sólo en el momento de la relación, si no que una vez terminada, se pueden observar todos los traumas que ha producido y que pueden afectar a largo plazo a la salud mental.
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La importancia del apoyo emocional: en momentos difíciles, es imprescindible apoyarse en una persona de confianza, ya sea familiar o amigo, que tenga una gran capacidad de empatía y que pueda ayudar sin juzgar. Hablar de todo lo sucedido con naturalidad para poder afrontarlo con perspectiva.
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Analizar todo lo que ha ido mal: es importante enumerar todas las cosas que han salido mal, para interiorizarlas, buscar soluciones de cara al futuro, y detectarlas en otras personas para no sentir atracción hacia otra relación tóxica.
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Tomar distancia con la expareja: en el caso de las relaciones tóxicas, las rupturas no suelen ser en buenos términos, si no que acaban llenas de reproches y dolor. En este sentido, mucha gente se empieza a sentir cómoda en la toxicidad y pueden cometer el error de no poder renunciar al contacto con esa pareja. Lo mejor, aunque pueda parecer infantil, es cortar todo tipo de contacto en la medida de lo posible, porque hay situaciones en las que puede haber mascotas o hijos.
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Gestión emocional y terapia:si los efectos traumáticos de la relación tóxica perduran, lo más recomendable es acudir a un especialista para obtener ayuda profesional. Es imprescindible analizar todo lo que ha ocurrido para no volver a cometer los mismos errores.