Hace unas semanas, nuestro país celebró el 35 aniversario de la incorporación de la mujer al Ejército mientras reivindicaba, bajo la guía de la ministra Margarita Robles, la necesidad de seguir apostando en él por la igualdad de oportunidades. Este martes, la interventora María Teresa Gordillo López ha sumado su propio triunfo a la historia de la representación femenina en el sector, al convertirse en la tercera mujer general en llegar hasta las Fuerzas Armadas españolas.
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Así lo aprobó el Consejo de Ministros en la mañana del pasado 11 de julio —y publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Hasta el momento, la recién nombrada ocupaba el puesto de subdirectora general de Servicios Económicos y Pagaduría, y ahora pasa a ser general de brigada a cargo del Cuerpo Militar de Intervención.
Gordillo se había destacado, gracias a su trabajo diario, como una de las 26 denominadas pioneras dentro de las Fuerzas Armadas: mujeres cuyas dotes de liderazgo las llevaron a ser las primeras en ingresar en este tipo de puestos. Y a las que hoy miran miles de niñas y jóvenes buscando en ellas una demostración de que el futuro no entiende de brechas.
Una referente a la carrera
Después de licenciarse en Derecho en 1985 y recibir su despacho de teniente en 1989, María Teresa Gordillo se ha dedicado diariamente a poner su talento al servicio del oficio militar. Lo ha hecho, además, con la actitud y aptitudes propias de quien no está dispuesta a detener su paso por más muros que se presenten en el camino.
De la División de Igualdad y Apoyo Social al personal —donde lideró con éxito la creación de la Unidad de Protección frente al Acoso— pasó a la dirección de la Escuela de Intervención en la Academia Central de Defensa.
Entre sus condecoraciones se destacan la Placa, Encomienda y Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo; una al Mérito Naval; otra al Mérito Aeronáutico; y una medalla de las Naciones Unidas.
Su trayectoria, tan prolífica como galardonada en los últimos años, ha sido la de una profesional en constante formación y enriquecimiento. Dos aspectos que mucho tienen que ver con la modernización del sector por la que, desde su cargo, se encargará de velar como lleva haciendo desde hace más de treinta años.
La nueva incorporación a las Fuerzas Armadas posee conocimientos de excepción en materias desde el control financiero y la administración presupuestaria hasta el asesoramiento económico-fiscal y la notaría militar. Gordillo también es máster en Gestión de Contratos y Programas del Sector Público en el ámbito de Defensa.
Triple victoria del talento femenino
Con ella, España vuelve a ser testigo del interés de las mujeres por ascender a los más altos rangos del escalafón militar. La falta de referentes no supone un obstáculo, sino una razón más para que estas profesionales cojan impulso y alcen su voz por un futuro que pronto esperan que se convierta en presente.
El nombramiento de Gordillo ocurre tan solo cuatro años después de que una mujer se estrenara alcanzando el máximo empleo de las Fuerzas Armadas en nuestro país. Lleva el nombre de Patricia Ortega García, nombrada en 2019. En cualquier caso, también debe destacarse otro, el de Begoña Aramendía, segunda en convertirse en general, también a petición de Margarita Robles en 2021.
María Teresa Gordillo sigue sus pasos y continúa la estela del generalato femenino, una que desde el Ministerio de Defensa impulsan ahora más que nunca para demostrar que esta también es una opción de carrera atractiva para la mujer.
Primero Patricia. Después Begoña. Y ahora ella. Tres profesionales brillantes que en menos de un lustro han marcado un "antes y un después" en un país que apuesta firmemente por la inclusión.
El día a día lo demuestra, y, como prueba de ello, España ya supera la media europea en integración militar femenina, situándose en torno al 13%. Un porcentaje que seguirá elevándose en los próximos años, para confirmar que el talento femenino no solo es positivo, sino fundamental, para el progreso de los países en todos sus niveles e instituciones.