La FIFA acaba de dar el pistoletazo de salida al Mundial Femenino de 2023. Con él, también inaugura una temporada llena de emoción, talento y disputas que acabarán llevando hasta el podio a una de las 32 selecciones que participan este año. Entre ellas, la Roja, que se estrenará el próximo 21 de julio como una de las favoritas en el torneo celebrado en Australia y Nueva Zelanda.
El límite está en el cielo, y todo apunta a que la selección podría tocarlo este año bajo la guía de Alexia Putellas. La jugadora del club azulgrana volvió en la recta final de la temporada para alzar a España hasta el triunfo. Pero antes de ella fueron otros los nombres que nos abrieron camino en este deporte: entre ellos, el de Nettie, Alice, Irene y Conchi.
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Mujeres que han marcado un antes y un después en la historia del fútbol, y que con su propio ejemplo demuestran que este siempre ha sido mucho más que una cosa de hombres. Te contamos sus hazañas:
Del seudónimo a los besos
El primer torneo femenino de formato mundialista tuvo lugar en 1991, pero la historia de su incorporación al fútbol se germinó mucho antes, hace más de un siglo.
En concreto, podríamos decir que se remonta a 1895 —año en el que los hermanos Lumière rodaron su primera película, pero también en el que una periodista, de nombre Annie Londonderry, dio la vuelta al mundo en bicicleta para demostrar que las mujeres eran igual de libres e independientes que sus compañeros varones.
Por entonces, el mundo comenzaba a abrirse tímidamente a la primera ola del feminismo, con los movimientos sufragistas y el interés de las mujeres por emanciparse y tener un papel relevante tanto en la sociedad como en el ocio.
Nettie Honeyball fue una de las primeras activistas en impulsar el cambio en el deporte, fundando el primer club deportivo femenino, el British Ladies Football Club.
A él llegaron decenas de mujeres, alentadas por el anuncio que su promotora publicó en la prensa, y ocultas bajo seudónimos para no ponerse en peligro.
Los partidos organizados por Honeyball se ganaron la mirada incrédula de espectadores y periódicos, pero el fútbol femenino tuvo que esperar hasta 1920 para celebrar su primer partido internacional, a un par de años de la finalización de la Primera Guerra Mundial.
Hay una foto en blanco y negro que ha pasado a la Historia por toda la irreverencia y reivindicación que en ella se inserta. Es la de dos mujeres besándose antes del partido de las Dick, Kerr Ladies en el estadio de Deepdale, en Lancashire. Las protagonistas de la escena: Alice Kell, capitana del equipo, y la del combinado francés al que se enfrentaban.
Previamente a esto, la contienda había hecho que los avances en derechos comenzaran a ser una realidad palpable. A partir de entonces, las mujeres comenzaron a ver en el deporte una forma de distracción capaz de liberarlas de brechas y prejuicios.
El partido, al que más de 25 mil personas tuvieron la suerte de atender desde sus tribunas, finalizó con un 2-0, y confirmó que el fútbol había pasado a ser una afición cada vez más habitual entre las trabajadoras de las fábricas. Sin embargo, también provocó la reacción de los sectores más conservadores, y llevó a que, en 1921, la entidad reguladora del futbol inglés prohibiera los partidos femeninos en sus clubes y estadios.
El balón llega a España
Al otro lado del continente, y por las mismas fechas, empezaba a copar titulares un equipo integrado exclusivamente por jugadores varones, a excepción de la fundadora del club.
¿Su nombre? Irene González Basanta, pionera coruñesa cuyas hazañas contribuyeron a dar un paso más hacia la igualdad real entre hombres y mujeres, en un contexto en el que practicar este deporte siendo mujer era una falta de decoro y de modales.
Capitana, presidenta, portera. Rauda y tenaz como pocas, y tan admirada que incluso llegó a jugar en el Fútbol Club Barcelona. De los archivos se puede extraer que fue la primera jugadora de fútbol profesional que cobró por jugar en España, aunque no sería hasta la II República cuando el país comenzaría a abrirse a la inclusión en este deporte.
Lo haría, además, para al poco tiempo ver esta experiencia frustrada por la instauración del régimen franquista, que entregó el control del deporte a la Falange. Y, con él, la esperanza de las mujeres en seguir el ejemplo de González Basanta.
En clandestinidad tuvieron que surgir los primeros clubes, y la década de los setenta también contó con su propio referente: Conchi Sánchez, una estrella imparable que bajo el apodo de 'Amancio' llegó a jugar en las mejores ligas de Inglaterra e Italia.
Comienzan los mundiales
En el país transalpino fue precisamente donde se celebró el primer partido internacional de fútbol femenino, en 1970. A él acudieron selecciones en representación de varios países por invitación, aunque se celebró extraoficialmente, sin la aprobación de la FIFA.
Además, la falta de organización no permitió que se pudiera mantener la continuidad de los torneos, pero, pese a eso, los años posteriores estuvieron marcados por hitos como el reconocimiento del fútbol femenino en 1980.
Tras algunos campeonatos internacionales previos, en 1991 se disputó, finalmente, la primera edición de la Copa Mundial de Fútbol Femenino. En China, y con Estados Unidos encumbrándose como el primer ganador en la historia del Mundial.
Nuestras estrellas en 2023
Desde entonces han pasado más de treinta años y ocho ediciones que confirman que el fútbol también es un deporte de chicas. Si Argentina levantó en invierno la copa masculina, en menos de un mes pondremos nacionalidad a la selección encargada de acompañarla en lo más alto del escalafón futbolístico.
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El equipo dirigido por Jorge Vidal contará con Misa Rodríguez, Enith Salón, Cata Coll (porteras), Irene Paredes, Laia Codina, Ona Batlle, Olga Carmona, Ivana Andrés, Rocío Gálvez, Oihane Hernández (defensas), Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, María Pérez, Claudia Zornoza, Teresa Abelleira, Irene Guerrero, Jenni Hermoso (centrocampistas), Esther González, Athenea del Castillo, Alba Redondo, Salma Paralluelo, Mariona Caldentey y Eva Navarro (delanteras).
Grupos del Mundial Femenino de 2023
Grupo A: Nueva Zelanda, Filipinas, Noruega, Suiza
Grupo B: Australia, Irlanda, Nigeria, Canadá
Grupo C: España, Costa Rica, Zambia, Japón
Grupo D: Inglaterra, Haití, Dinamarca, República Popular China
Grupo E: Estados Unidos, Vietnam, Países Bajos, Portugal
Grupo F: Francia, Jamaica, Brasil, Panamá
Grupo G: Suecia, Sudáfrica, Argentina, Italia
Grupo H: Alemania, Marruecos, Colombia, Corea del Sur
El próximo 20 de agosto, una selección se coronará como la novena campeona desde el impresionante Estadio de Australia, en Sídney. La cita oceánica vuelve a expandir los horizontes del fútbol femenino como una disciplina profesionalizada e igualitaria.
Tanto ha evolucionado el compromiso de las instituciones con respecto a la diversidad en el deporte que la UEFA, en 2019, pidió a las federaciones que no jugaran en países que prohíben a las mujeres acudir a los estadios.