El pasado fin de semana, en la localidad alemana de Altshausen se dieron cita algunos miembros de la realeza para asistir al enlace matrimonial de la duquesa Amélie de Württemberg, nieta de Diana de Orleans que es prima segunda del emérito Juan Carlos I. La ceremonia tuvo lugar en iglesia de San Miguel y el posterior banquete, en la que fuera residencia de la antigua realeza alemana, el castillo Schloss Althausen.
En esta gran boda, cuyas imágenes oficiales han sido ofrecidas por la Casa Württemberg, hubo varios detalles que hacen de ella un acontecimiento digno de mención, evocador y con historia. La novia llegaba al altar para darle el "sí, quiero" al barón Franz-Ferdinand von Feilitzsch del brazo de su hermano, el duque Wilhem, pues su padre, a quien correspondería semejante honor, falleció en un accidente de tráfico en 2018.
El look nupcial de Amélie era todo un homenaje familiar y un recuerdo emotivo para su fallecida madre, la duquesa Marie. Lucía el mismo vestido que ella eligió para su enlace con el duque Federico de Württemberg en el año 1993. Con cuello alzado y escote y hombros de encaje, el diseño iba entallado en la parte superior, con falda de vuelo acaba en una sutil cola y manga larga. Aunque la dueña original le había añadido un abrigo blanco encima, su hija prefirió mostrarlo en todo su esplendor.
Llevaba velo, sujeto con una maravillosa joya familiar. Se trata de la tiara nupcial Württemberg, realizada en diamantes y cuyo origen data de comienzos del siglo XIX cuando fue creada para la reina Paulina de Württemberg y que ha sido usada por las novias de esta antigua Casa Real alemana. En cuanto al novio, vestía de chaqué, con corbata azul y chaleco rosa, a juego con el ramo de flores de su ya esposa. Todo en el enlace fue de cuento, los pajes luciendo trajes tradicionales, guardias flanqueando el paseíllo de entrada a la iglesia e invitados de la realeza europea. Entre ellos, Matilde de Bélgica, la infanta Maria Francisca de Portugal, hija del duque de Braganza, o el margrave de Baden.
Fue precisamente la Reina belga una de las invitadas más elegantes, luciendo un vestido floral de largo midi y manga larga de la firma Natan que ya había estrenado en junio durante la visita de Estado de la Familia Real holandesa a su país. En esta ocasión, la esposa del rey Felipe lo combinó con un tocado en rosa de Fabienne Delvigne, muy habitual en su armario. Mientras ella atendía este enlace, su marido y su hija pequeña. Eleonore, estaban en Venecia asistiendo al destile de Armani.
El enlace de duquesa Amélie de Württemberg y el barón Franz-Ferdinand von Feilitzsch, oficiada por el rito católico, estuvo precedida de una boda civil que tuvo lugar el pasado mes de mayo. Ahora se han dado a conocer también imágenes de esta boda en la que la novia llevaba un colorido diseño de la firma alemana Zimmermann, en blanco y amarillo con grandes flores, a juego con su ramo.
La relación de la recién casada con la Familia Real española está marcada por el amor. Su abuela, Diana de Orleans, conoció a su marido, Carlos de Württemberg, en el famoso crucero para solteros que la madre de la Emérita, Federica de Grecia, organizó en los años 50 para que los jóvenes casaderos de la realeza se conocieran. Se da la circunstancia de que en aquel barco estaban presentes Juan Carlos I y Sofía.