El 8 de septiembre es un día de luto para Inglaterra, su Reina, la más longeva de la historia del país, fallecía en 2022, a los 96 años, y con ella se cerraba un capítulo importante de la monarquía. Han pasado doce meses, pero su memoria sigue muy viva e Isabel II fue y es un referente para muchos y un personaje amado, recordado y respetado. Sus exequias fueron multitudinarias, pero el primer aniversario de su muerte se prevé mucho más íntimo y familiar.
Carlos III, que sucedió a su madre en el trono y ha empezado a hacer una reforma de la Corona para adaptarla a su propio modo de reinar, no hará ningún homenaje público. Aunque no podrán evitar los actos espontáneos de los británicos que a buen seguro llenaran las puertas de Buckingham de peluches y flores, el Rey prefiere vivirlo en privado, acompañado de su esposa.
El lugar elegido, sin embargo, no parece haber sido escogido al azar, pues era una de las residencias reales favoritas de la monarca y también el lugar donde falleció. Será el castillo escocés de Balmoral quien acoja a Carlos y Camila en el día señalado. Tal y como hacía Isabel II, su primogénito también pasa allí buena parte de sus vacaciones y, aunque ya está inmerso en su agenda oficial, este arranque de septiembre ha sido en Escocia, donde ha presidido varios actos.
Aunque pueda parecer llamativo el hecho de que no haya un homenaje real, lo cierto es que según los entendidos monarquía no existe un protocolo formal que dicte lo que debe o no debe hacer para conmemorar importantes aniversarios de muerte. "Depende de ellos. Es muy poco probable que tengamos noticias del rey Carlos ese día", ha explicado Richard Fitzwilliams, experto del palacio de Buckingham en la prensa británica. Eso no quiere decir que no hagan alguna declaración pública, a través de la web de la Casa Real o de sus redes sociales, ensalzando la figura de la desaparecida Reina.
También habrá un gesto simbólico, que consiste en hacer sonar las campanas de la abadía de Westminster, una tradición que se lleva a cabo en los aniversarios de los reyes. Además del lanzamiento de 21 salvas en los parques de Londres. El hecho de que no vaya a haber una reunión familiar oficial tiene ventajas para los Windsor a nivel informativo: la no presencia de los duques de Sussex en ella no será noticia ni ocupará titulares en la prensa nacional e internacional. Aún así, es muy probable que el príncipe Harry tenga algún recuerdo para su abuela, a la que adoraba. Esos días, la pareja estará en Alemania para la celebración de los Juegos Invictus.
En cuanto a Guillermo y Kate, el 8 de septiembre visitarán la catedral de San David, en el sur de Gales, donde estarán en visita oficial, y es más que probable que dediquen unas palabras a Isabel II. Mucho más mediático será el momento en que se conmemore el que hubiera sido el 100 cumpleaños de la monarca, en 2026, para cuando sí hay previsto un gran despliegue.
El gobierno británico anunció el pasado 3 de septiembre la creación de una comisión encargada de trabajar en un proyecto de memoria permanente en homenaje a la Reina. Una fascinante tarea para esta comisión, presidida por Robin Janvrin, exsecretario privado de Isabel II, y compuesta por figuras políticas, expertos y miembros de la realeza. "Será un desafío único intentar ilustrar a las generaciones futuras la extraordinaria contribución de nuestra difunta Majestad a nuestro destino nacional durante su largo reinado", ha dicho Jarvrin.