Un año y medio después de que cogiera un vuelo rumbo al Principado tras pasar meses en su país natal aquejaba de una grave dolencia otorrinolaringológica, la princesa Charlène ha regresado a Sudáfrica. Aunque se esperaba que su marido la acompañara en este viaje, sobre todo por la carga emocional que implicaba, finalmente, no fue así. El príncipe Alberto tenía otros planes institucionales. Tampoco fueron con ella sus hijos, aunque el evento que presidía su madre tenía mucho que ver con la infancia.
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La exnadadora, a través de la fundación que lleva su nombre, presidió la carrera Water Bike Challenge, con la que recaudaba fondos para el programa 'Aprende a nadar', destinado a evitar los ahogamientos, pero también a favor de un programa para la preservación de los rinocerontes y de los animales en peligro de extinción.
La primera dama monegasca está muy concienciada con la lucha contra la caza furtiva de estas especies y de hecho fue el motivo que la llevó a desplazarse a Sudáfrica en mayo de 2021, sin imaginar que estando allí enfermaría y pasaría una de las etapas más difíciles y traumáticas de su vida, sin poder volver a casa y lejos de su familia. Ahora, aquello está superado y se encuentra "en muy buena forma, feliz y serena", como ella misma confesaba hace unos días.
Mientras ella cumplía con este compromiso tan importante de su agenda personal, Alberto permanecía en el Principado con sus hijos, Jacques y Gabriella. Ellos también tenían un evento especial al que asistir: una jornada de limpieza organizada por el ayuntamiento para concienciar sobre la conservación y la protección del medioambiente.
Vestidos de manera informal, los tres recorrieron las calles de la ciudad con guantes negros en las manos, grandes bolsas de basura y un aparato para ir recogiendo cosas del suelo. La pequeña princesa, con entusiasmo en la actividad, mientras que su hermano, con pantalón corto y polo azul, la ayudaba. Fue una jornada de distracción después de una semana intensa de adaptación al nuevo curso en el prestigioso colegio al que acuden, el centro François d'Asside-Nicolas Barre. Después de protagonizar este acto en familia, Alberto se desplazó hasta Munich (Alemania) para asistir a la inaguración del conocido festival de la cerveza, Oktober Fest. Allí coincidió con su ex, Nicole Costa, madre de su hijo Alexander.
El hecho de que el soberano y los niños no hayan viajado con Charlène a Sudáfrica supone una gran oportunidad perdida para acabar de una vez por todas con las informaciones sobre una posible separación. Lo que sí parece claro es que la princesa al fin ha superado toda esa fatiga física y emocional que le provocó su enfermedad y los largos meses que pasó 'atrapada' en su país natal sin poder regresar a casa. La grave dolencia de oídos que padecía y por la que tuvo que ser intervenida en varias ocasiones desaconsejaba coger un vuelo. Llegó incluso a temer que pudiera perder la vida...
Aunque todo lo que rodea a la princesa de Mónaco siempre tiene un halo de misterio, ella prefiere centrarse en lo verdaderamente importante sin hacer caso de los constantes rumores que circulan en torno a su persona. Su familia y sus causas benéficas ocupan la mayor parte de su tiempo.