Un año más, la reina danesa cumplió con uno de los actos tradicionales de su agenda en el que, curiosamente, sólo están presentes dos mujeres: ella misma y la heredera al trono. Este evento de gala, únicamente para hombres, tuvo lugar el martes 26 de septiembre por la noche en el castillo de Fredensborg. Se trata de la llamada Cena de la Insignia de Honor del ejército, organizada por Margarita de Dinamarca, donde se otorga esta distinción a los empleados que hayan tenido 25 años de servicio en las Fuerzas Armadas. La medalla se instituyó el 26 de septiembre de 1945, en el cumpleaños de Christian X, y sólo se otorga en este día cada año.
Mary de Dinamarca llegó a la residencia real acompañando al príncipe Federico, su marido y heredero al trono, en un coche oficial. Él luciendo su impecable uniforme militar y ella, también, aunque el suyo merece especial atención. Compuesto por un vestido largo negro de cuello caja y una casaca con sus galones y medallas, es el uniforme de gala para las mujeres militares. La prenda principal está confeccionada en raso de lana negra y tiene un cinturón negro con hojas de roble bordadas en oro y motivos florales.
El trabajo del diseño de un nuevo uniforme para mujeres de las Fuerzas Armadas comenzó hace casi diez años, cuando un grupo de oficiales del Ejército del Aire iniciaron el proyecto. Éste culminó en 2019 con este estilismo impecable que la princesa ya ha lucido en varias ocasiones. Destacada es la presencia de la estrella de la Orden del Elefante prendida en la chaqueta.
El protocolo castrense no está reñido con la moda, así que la futura reina consorte de los dos daneses ha añadido a su estilismo dos detalles fashion que elevan el tono del conjunto. En la mano lucía un clutch de Louis Vuitton, concretamente el modelo Black Monogram Satin Limited Edition Minaudiere Motard Clutch con el logo grabado en toda la superficie. Forma parte de su amplia colección de bolsos.
Para romper un poco con la monocromía, Mary se calzaba unos salones de tacón alto en color dorado del diseñador de origen canario Manolo Blahnik, que también se había puesto en otras ocasiones. En cuanto a las joyas, unos bonitos pendientes de diamantes de la firma danesa Ole Lynggaard que cuestan cerca de 4.000 euros. En el pelo, dos horquillas doradas con forma de hoja para dejar la cara descubierta.
Unos accesorios ideales para combinar con el uniforme de gala que la igualaba con el resto de los asistentes, todos hombres. Margarita II era la anfitriona y entró en el salón donde se servía la cena con un dos piezas en color burdeos con transparencias y seguida de uno de sus perros, que volvió a acaparar parte de la atención del momento, como ya ha sucedido en otras ocasiones. La Reina se sentó en uno de los sitios centrales de la alargada mesa que ocupaba toda la estancia, vestida con mantelería blanca, candelabros con velas encendidas y centros de flores. Era ella la única que no vestía uniforme, por lo que su presencia quedaba visualmente destacada.
La cena de la Insignia de Honor del Ejército será una de los últimos grandes acontecimientos hasta que llegue la celebración del 18 cumpleaños de Christian de Dinamarca, hijo mayor de Mary, el próximo 15 de octubre. Será una fiesta de príncipes y princesas a la que no asistirán ni Leonor, ni Sofía.