“El poliamor está demodé”. Es el primer whatsapp que recibo, para mi sorpresa, al iniciar mi investigación hace más o menos un mes sobre este término. Me lo manda una mujer de cuarenta y tantos años que reside en Madrid y que me pondrá en contacto con otras personas que mantienen diferentes estructuras amatorias.
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Según parece, el término 'poliamor' se inventó en la década de 1990 en Estados Unidos, y no está claro si proviene de una neoutopía posthippie o de un artículo de la revista Green Egg.
Más o menos, el poliamor se podría definir como una no-monogamia consensuada, es decir, se refiere a la opción de tener diferentes relaciones sexoafectivas con conocimiento de todas las partes.
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No es poligamia
No debe confundirse con la poligamia, el matrimonio múltiple normalmente de un hombre con varias mujeres, que en España está regulado por el Código Penal, pero que se permite en más de 40 países, entre ellos la India, Egipto o Emiratos Árabes Unidos.
En la ficción, el término poliamor está más al día que nunca en nuestro país. Fernando Colomo estrenaba en 2021 la película Poliamor para principiantes, una comedia con Karra Elejalde y María Pedraza. El propio director confesaba que había escuchado por primera vez el término en 2015 a partir de los comentarios online que muchas personas hacían de una película suya, Isla bonita.
“Yo no conocía la palabra y dije: ¿esto qué es?”, explica Colomo. “Primero leí el libro de Lucía Etxebarría Más peligroso es no amar: Poliamor y otras muchas formas de relación sexual y amorosa en el siglo XXI, después contacté con la asociación Poliamor Madrid y fui con mi hijo a un encuentro de puertas abiertas en el Retiro, que fue tal cual se ve en la película. Sí que añado un poco de mi humor, pero fue básicamente eso” (declaraciones del Blog de la Academia de Cine).
En 2018 se estrenaría la serie Elite, un fenómeno de masas adolescente con una relación de poliamor en el centro de la historia y luego llegarían otros muchos ejemplos: algunas de las series internacionales más vistas en nuestro país, como White Lotus, Wanderlust o Succession incorporan esta temática a sus tramas desde el inicio.
Más allá de la pareja abierta
Según descubro, la pareja abierta tiene más que ver con las relaciones sexuales y el poliamor incluye también vínculos afectivos y emocionales: otro ejemplo hipermediático llega en 2022, cuando se estrena una de las series más vistas, Machos Alfa, que estos días está en el número 1 de Netflix con su segunda temporada, en la que los personajes de Kira Miró y Raul Tejón abrían su pareja, además, por deseo personal de ella.
La pareja establece una serie de reglas para su relación, y ella lucha por mantenerla abierta. La directora de la serie explicaba hace unas semanas a Magas que sabía que esa trama había tenido mucho impacto. “Conocemos a muchas parejas que a raíz de ver la serie han decidido abrir la pareja”, afirmaba Laura Caballero.
Panorama internacional
En paralelo, iconos globales como Zendaya o Scarlett Johansson han jugado con el término en sus intervenciones públicas. Numerosas imágenes de publicidad también han comenzado a mostrar a nuestro alrededor tríos amorosos con naturalidad. En su última campaña, Gucci Guilty homenajeaba al amor de tres juntando al rapero ASAP Rocky, a la actriz Julia Garner y al actor y director Elliot Page.
Algunos de los artículos científicos más citados, según Google Scholar, añaden luz: estos resultados aseguran que una de cada 6 personas (16,8%) desea practicar el poliamor, pero no todas se atreven, porque sólo uno de cada 9 personas (10,7%) ha practicado el poliamor en algún momento de su vida en Estados Unidos (Moors, 2021).
Se demuestra que las relaciones poliamorosas son percibidas más favorablemente que las relaciones swinging y abiertas (Matsick, J. L. et al 2014) y, algo lógico, que en el poliamor la satisfacción tiene “más que ver con las jerarquías que se establecen en las relaciones que con el número de personas” (Flicker, S. M. et al, 2021).
Más que el término gusta la práctica
En la realidad, en España nos gusta, más que el término, la práctica. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas español (CIS), casi la mitad de los españoles están de acuerdo en que se pueden mantener dos o más relaciones afectivas a la vez y cerca del 40% cree que son perfectamente posibles las parejas abiertas.
Algunas personas muy exitosas de nuestro país como Melanie Olivares o Nuria Roca y Juan del Val han hablado de poliamor y pareja abierta, respectivamente, y se han convertido en iconos cercanos de otras formas de amar.
El Kanka canta en su canción titulada Vengas cuando vengas, un mensaje que se ha convertido en himno del poliamor: “no te quiero retener; si te da el punto, te vas; y aunque me veas mirar; baila como tú quieras bailar”.
Por otro lado, el grupo musical Veintiuno canta con Love of Lesbian un tema en el que el estribillo dice “llamáis poliamor a los cuernos de siempre”, que explicaron posteriormente que iba dedicado a las personas que mienten sistemáticamente.
Asociación Poliamor
En la capital existe la Asociación Poliamor Madrid, una organización sin ánimo de lucro que pretende “generar espacios de encuentro y de debate para la comunidad no monógama” y lograr “los derechos que respalden un sistema justo para todo tipo de relaciones interpersonales”.
En su página web, se listan actividades semanales como 'Poliamor para Dummies' o 'Cinefórum', a las que se puede asistir si se tiene interés.
Pero, ¿se sigue usando el término como tal? Lo que descubro, cuatro semanas después. Se trata de un vocablo que está decayendo en su uso, al menos online.
Subidas y bajadas en Google
Una búsqueda en Google Trends revela que el término comenzó a arrancar su uso masivo en nuestro país el año 2015, fue creciendo hasta alcanzar su apogeo en 2021 y desde entonces, salvo un repunte en enero de 2023, con la exhibición de la película de Colomo en televisión, decae.
En los últimos cinco años, la provincia en la que más se usa el término es Cataluña, y la que menos, Andalucía.
Un estudio reciente de la aplicación de citas Ashley Madison en colaboración con el Instituto YouGov mostraba que que la generación Z española (en el rango de 18 a 29 años) es la más interesada en esta práctica afectivo-sexual de todos los países europeos, con un 51%, sólo comparable a los datos de Suiza.
Sin embargo, el término 'poliamor' no agrada a todos sus practicantes, y no es un vocablo que guste a todo el mundo.
“No nos gusta cómo se está usando ese término, muchas veces para hacer bromas”, explica otra entrevistada con la que hablo, una mujer de treinta años que ha mantenido una relación poliamorosa con un chico y otra chica, que a su vez mantenía una relación con otro chico, ésta última a distancia. “En nuestro país somos muy hipócritas, porque criticamos lo que nos encantaría hacer y no nos atrevemos”.
¿Entonces, qué término se está usando actualmente? En su reciente libro titulado Terror Poliamoroso, un análisis histórico “sobre la centralidad de la monogamia”, la escritora Brigitte Vasallo, propone escapar de las etiquetas.
En su 12ª edición del libro, Vasallo critica “el poliamor que no desborda el constructo monógamo y que pone el acento sólo en la acumulación. Decimos que el poliamor no funciona, como si fuera una máquina expendedora de tabaco o de condones, un artilugio al que meter una moneda y recibir una vida”.
Para algunos expertos, se trata de una terminología muy materialista relacionada con el auge de las redes sociales y determinadas plataformas de dating en una sociedad hiperconectada.
Disigamia
Por otro lado, entre los impulsores de nuevos conceptos destaca el colectivo madrileño Disigamia, que utiliza este nuevo término con el significado de 'disidencia de la monogamia' y organiza talleres con el título Reconstruyendo la idea del amor, sobre los mitos del amor, acerca de “la importancia de construir nuevos lenguajes y el sistema en torno a la pareja”.
En mi investigación, una de las entrevistadas me cuenta que diferentes asociaciones han consensuado que el día de las nuevas estructuras amorosas sea “el solsticio de verano, el 21 de junio, porque es cuando más luz existe”.
¿Quién sabe? Como termina Jennifer Wilson su artículo para The New Yorker sobre el término inglés polyamory, al fin y al cabo, el poliamor, la pareja abierta y las estructuras amorosas consentidas son opciones que siempre han existido con distintos nombres, y está claro que en algunos casos ese equilibrio se mantiene. Quizás somos, como ella escribe, unos románticos.