A las doce de la mañana de este sábado 6 de abril suenan campanas de boda en la madrileña iglesia jesuita San Francisco de Borja, situada en la calle Serrano. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo se dan el sí quiero ante más de 500 invitados.
El enlace era uno de los eventos más esperados de esta primavera, que ha hecho su aparición en la capital con los primeros rayos de sol. Aquí se reúnen miembros de la aristocracia, de la alta sociedad y personalidades de distintos ámbitos, desde el político hasta el cultural.
Dado el soleado día vemos un desfile multicolor de prendas, entre los que priman los estampados y los pasteles. No es una alfombra roja, pero bien pudiera parecerlo. Han confirmado su presencia las infantas Elena y Cristina, así como también los Eméritos, dado el parentesco de la novia con la Familia Real.
Una de las primeras en llegar ha sido Esperanza Aguirre, la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid, con un vestido muy original con estampado en tono coral y a juego un tocado.
La iglesia, ubicada en plena milla de oro, ha sido la elegida por el edil, ya que allí se casaron sus padres, Rafel Martínez-Almeida y León y Castillo y Ángela de Navascués Cobián Ruiz de Velasco, ambos ya fallecidos.
El vestido de la novia
Uno de los secretos, (nada secreto), que más ha circulado estos días en redes y medios, es el vestido de la novia. Teresa Urquijo ha apostado por un vintage, es decir, el mismo vestido que ya lucieron su madre y su abuela, ajustado por el atelier Navascués de la diseñadora Cristina Martínez-Pardo Cobián, que a su vez está emparentada con Martínez-Almeida.
Se trata de una prenda confeccionada en tejido blanco brocado con base de raso, bordado con hilos de plata, con un original estampado con motivo botánico. Incluye escote barco y mangas al codo, y se ajusta a la cintura.
Por su parte el novio, se ha decantado por un chaqué gris marengo con chaleco en color mostaza, confeccionado por la sastrería Prats. Incluye dos camisas a elegir, una blanca y una azul.
El cátering de Lhardy
Tras la ceremonia, los invitados se desplazarán a la finca El Canto de la Cruz, en Colmenar Viejo, propiedad de los abuelos de Teresa Urquijo, los marqueses de Laserna. El banquete se servirá en la gran terraza de la finca por Lhardy, uno de los restaurantes madrileños con más solera, con especialidades como el cocido o el suflé.
Se prevé que la fiesta continúe hasta la madrugada, animada por un Dj, y una generosa barra libre, donde los invitados podrán disfrutar y bailar para celebrar el amor del nuevo matrimonio.
En Magas, recogemos a continuación, algunos de los looks más destacados de las ilustres invitadas a la boda.