Repleto de rincones especiales, España es una joya en sí misma para descubrir, dejarse llevar y saborear. Decenas de ciudades más conocidas y otras, sin embargo, repletas de lugares únicos y que, sin embargo, no gozan de tanta popularidad como otras. Un aspecto que lejos de restarles encanto, las convierte en destinos perfectos para viajar sin masificaciones y a unos precios mucho más asequibles.
Los turistas juegan con un arma de doble filo: aportan riqueza y popularidad a las ciudades, pero también hacen que los establecimientos inflen sus precios precisamente para estos visitantes. De ahí que sea tan importante escoger bien el destino para tus próximas vacaciones y amoldarlas a tu situación.
Si estás buscando unas vacaciones diferentes, sin salir de España y que se adapten a tu bolsillo, debes saber que hay más vida aparte de Barcelona, Madrid o Sevilla. En tu próxima escapada sé el más original y echa un vistazo a la geografía española para seguir descubriendo el país como más te gusta, empapándote de su historia y adentrándote en su cultura.
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La reciente publicación de una reconocida agencia turística señala las ciudades españolas que menos turistas reciben cada año. Un filón que debes aprovechar ahora que has decidido buscar un lugar de nuestra geografía que salga de los tópicos y te permita disfrutar de unos días de ocio inolvidables.
Estas son las ciudades menos turísticas de España
Lo bueno de residir en una península es que, según qué ocasiones, cruzar sus mares es todo un placer. Es lo que sucede si quieres conocer dos de las ciudades que se han posicionado como las menos visitadas de España. Ceuta y Melilla son las primeras del ranking en ostentar este dudoso honor. Sin embargo, ambas ciudades están repletas de sorpresas que harán caer rendido a cualquiera.
La ciudad autónoma de Ceuta, a la orilla africana del estrecho de Gibraltar, alberga una llamativa mezcla cultural que no solo se puede apreciar en su gente sino también en su arquitectura y gastronomía. Su extensión no es muy amplia por lo que podrás conocerla casi en su plenitud en unos pocos días.
Lo mismo sucede con Melilla. Esta ciudad al norte de África, fronteriza con Marruecos, es otra excelente forma de acercarse a la cultura árabe sin salir de España. Repleto de rincones donde perderser y dejarse llevar este enclave no tan visitado es perfecto para una escapada express.
En menos de una hora en ferry habrás llegado a cualquiera de las dos ciudades partiendo desde Algeciras. Atravesando el estrecho de Gibraltar en un agradable y pequeño crucero donde habrá comenzado tu viaje a la parte que España aún mantiene de África. Su precio oscila entre los 30 y 35 euros y tienes la opción de llevar tu propio vehículo, por lo que las opciones se multiplican para conocer Ceuta y Melilla en muy pocos días.
Qué hacer en un día en Ceuta
"A Ceuta se viene llorando y se va llorando", reza el refranero ceutí. Una afirmación que esclarece las idas y venidas que durante miles de años la ciudad ha sido testigo. Por algo es la llave geográfica entre Europa y África, Mediterráneo y Atlántico. Un asentamiento estratégico para fenicios, romanos meriníes, portugueses y españoles.
En poco más de una superficie de 18,5 metros cuadrados, en Ceuta residen hasta cuatro culturas diferentes: las más apreciables, cristiana y musulmana, pero también hindú y hebrea. Tan solo paseando por sus calles peatonales, construidas con adoquines, se puede apreciar la belleza de sus emblemáticos edificios.
Lo recomendable para disfrutar plenamente de la ciudad es estar entre tres y cuatro días. No debes perderte sus murallas reales, la plaza de África, la catedral de la Asunción o la Casa de los Dragones. No dejes de visitar una de las islas más conocidas, la isla de Perejil o el Parque Marítimo del Mediterráneo, diseñado por el conocido paisajista César Manrique.
Para relajarse, lo mejor es pasear por la ciudad, probar su comida típica y conocer el Mercado Central de Ceuta, que conseguirá maravillarte gracias a la curiosidad que despierta sus puestos o el color de las especias a la venta. No olvides visitar alguno de los baños árabes que la ciudad ofrece para emparte de la historia de esta milenaria ciudad.
Qué hacer en un día en Melilla
Apenas son 12 metros cuadrados los que la ciudad autónoma de Melilla conforma. Denominada en su origen como Rusadir, en ella conviven musulmanes, judíos, hindúes y gitanos, por lo que nos encontramos ante otra joya por descubrir dentro de la geografía española.
Tan solo te bastará pasear por sus calles para apreciar la rica arquitectura de la ciudad fronteriza. Más de 900 edeficios capaces de maravillar a cualquiera, con cierto "toque Gaudí", gracias a uno de sus discípulos, Enrique Nieto. Sus fachadas y calles te llevaran al Ensanche Modernista, con el Palacio de la Asamblea o la Casa Medul, como edificios culmen del modernismo melilllense.
Los edificios más coloridos los encontrarás en la avenida Juan Carlos I Rey y sus calles colindantes. Construcciones con una llamativa decoración como guirnaldas de flores, exóticos animales, criaturas mitológicas o bustos de mujeres.
La Casa de los Cristales, la Casa Tortosa o La Reconquista en la plaza Menéndez Pelayo te hará comprender la importancia arquitectónica de la ciudad, incluso apreciarás cierto guiño a Barcelona y su Parque Güell. El Parque Hernánde, el más antiguo de Melilla, es incluso declarado Parque Histórico, por lo que es perfecto para tomar fuerzas y seguir disfrutando de las vacaciones.
Entender la multiculturalidad de la ciudad es parte de tu objetivo a la hora de visitar Melilla. No dejes de probar sus platos más típicos como la pastela o el cuscús, sin olvidarte de su deliciosa té moruno acompañado de geringos o tostadas del pan típico árabe, sin levadura, el tacnhift.