El parador del siglo XV con más historia: un castillo medieval donde se refugió el primer emperador de España
Un antiguo palacio del siglo XVI rodeado de piscinas naturales, gargantas de agua y bosques que fuera la lujosa guarida del emperador Carlos V.
7 mayo, 2024 18:41Juego de Tronos bien podría estar inspirada en la historia de España. Obviando sus dragones, las guerras y luchas de poder de sus monarcas han llenado nuestros libros, inspirado nuestro cine y servido de escenario para otras grandes filmaciones. No es de extrañar que miles de personas de todas partes del mundo visiten nuestra geografía, queden maravillados y repitan siempre que pueden.
Un extenso patrimonio que se ha sabido aprovechar de la mejor forma para que podamos disfrutar de cada rincón, manteniendo su esencia (en la mayoría de las ocasiones).
Ser la segunda marca turística más reconocida del mundo es una gran responsabilidad, y la Red de Paradores Nacionales, con casi 100 alojamientos repartidos por todo el país, es gran prueba de ello.
Acceder a estos lujosos hoteles que te transportan a otra época con las mejores condiciones es más factible de lo que solemos pensar. Tomando como punto de partida Madrid, a poco más de dos horas, nos encontraremos con uno de estos lugares tan especiales para hospedarse, pero con una historia de la que pocos pueden presumir.
Perfecto para conocer un poco más una de las épocas más apasionantes de la crónica española, este parador se convertirá en objeto de deseo para tu próxima escapada. Toma nota y elige los días, que tu viaje está más cerca de lo que piensas.
El refugio del último emperador
Ubicado en una de las ciudades más famosas de Cáceres gracias a su trascendencia histórica, Jarandilla de la Vera alberga uno de los paradores más especiales de España. Fue en el siglo XV cuando Fernando Álvarez de Toledo, conde de Oropesa, dispuso su construcción. Una fortaleza defensiva que a día de hoy se puede apreciar a través de su foso y muralla.
Tras abdicar Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico a mediados del siglo XVI, decide viajar desde los Países Bajos hasta el monasterio de Yuste, a menos de 11 kilómetros de distancia, para vivir sus últimos días.
Sin embargo, al no haber terminado el monasterio sus obras ordenadas por él mismo, se hospedó en el castillo de los condes de Oropesa, conocido hoy como el Parador de Jarandilla de la Vera, durante tres meses. Aún en sus instalaciones se pueden apreciar los dos escudos con el blasón imperial de Carlos V, en honor a tan ilustre estancia.
Aquí encontrarás una estancia confortable y repleta de historia en cada rincón. Los torreones y el gran patio de armas aguardan una mágica piscina entre olivos y naranjos. En su interior se respira calma entre una cuidada decoración a través de sus salones con chimenea y cómodos sillones y sofás.
Qué no te puedes perder
Pasear por sus alrededores también será un acierto. Su extenso patrimonio cultural hará que viajar a Jarandilla de la Vera se convierta en una de tus últimas mejores escapadas.
La iglesia de Santa María de la Torre, la iglesia de San Agustín, las ermitas del Cristo y la de Sopetrán, el puente Parral o el Puente de Palo son tan solo algunos ejemplos más allá del casco antiguo de este pequeño pueblo del valle de la Vera, junto al Tiétar y el Jerte.
Por supuesto, Cuacos de Yuste es uno de los lugares que no te puedes perder si te hospedas en el Parador de Jarandilla de la Vera. El Monasterio de Yuste forma parte del Patrimonio Nacional y está vinculado a la Corona de España.
El emperador Carlos I de España residió en este majestuoso convento algo más de un año, antes de fallecer en 1558. Fue el propio monarca quien decidió el destino del santuario al elegirlo como albergue. Los "Ermitaños de la Pobre Vida", los religiosos que aquí residían, debieron abandonar este increíble retiro para que el rey y su extenso séquito residieron en él.
Refugio de algunos de nuestros famosos
No solo Carlos V cayó rendido ante la magnanimidad de Jarandilla de la Vera y sus alrededores. Algunos de los personajes más conocidos de nuestra época han hecho de este enclave su lugar de refugio.
El cantante Alejandro Sanz hizo de varios secaderos de tabaco su espectacular finca llamada El Sueño de los Parrales. La periodista Ana Rosa Quintana ubica su lugar de descanso extremeño en Cuacos de Yuste, donde el mencionado emperador pasó sus últimos días de vida. Pero también otros muchos como Alberto Ruiz-Gallardón o José María Michavila.