“No es lo mismo escribir desde el ámbito periodístico que desde el literario", aseguró Marta Robles en la mesa de debate refiriéndose a que a las periodistas se les achaca que son profesionales de la actualidad y no escritoras de ficción.
Y añade: "Solo a las mujeres nos ponen etiquetas, cuando Gabriel García Márquez y otros muchos fueron periodistas y estupendos novelistas”.
La periodista Marta Robles, junto con otras tres escritoras, Cruz Sánchez de Lara, Belén Junco y Olga Ruiz, conversan en el encuentro literario titulado 'Entre el periodismo y la literatura' que ha tenido lugar en Trocadero Commodore de Madrid.
"Hoy hablaremos de historias de superación de las mujeres porque tanto en la novela de Cruz Sánchez de Lara, Maldito Hamor (Espasa, 2023) como en la de Olga Ruiz, La redacción (Suma, 2024), descubrimos una época en la que se funcionaba de una manera distinta", aseguraba Robles.
Amor y muerte
"Podríamos decir que el amor y la muerte son los dos eternos temas en la novela. Incluso, si me apuras, solo el amor porque de la muerte huimos. Incluso para que haya un desamor creativo, como el de Shakira, tiene que haber primero amor. La creación surge de la fantasía sexual", aseguraba la moderadora.
"Durante mucho tiempo, gran cantidad de mujeres no pudieron escribir y recurrían a pseudónimos, pero ¿cómo han llegado a nuestro tiempo si no tenían fantasías sexuales?", preguntaba Robles a la mesa.
"Sí que las tenían, sobre todo, pasión", aseguraba Belén Junco "y también mucha fuerza", apostillaba.
"La fantasía es inherente a nosotras. Ahora mismo estoy sufriendo el síndrome de la impostora viendo a Nativel Preciado en la primera fila, que acaba de publicar una novela maravillosa titulada Palabras para Olivia (Espasa, 2024) que tiene una música increíble", confirmaba Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL.
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Y añadía: "Yo soy de callarme, pero no significa que los que callamos no tengamos opiniones. Escribir es el ejercicio de libertad suprema, es el yoga de la mente".
"Cuando escribí mi novela y la situé en los 60, parecía que era una época muy difícil para encontrar mujeres de este tipo, pero las había. Josefina Carabias ya estaba escribiendo en los años 30, con mil reportajes curiosos y una vida increíble que la llevó a viajar a Argelia...", confirmaba Olga Ruiz.
"Las mujeres de las redacciones de la revistas femeninas tenían mucha ambición, y no se quedaban solo en las secciones de moda y hogar. También quiero decir que todas las que estamos aquí admiramos a Nativel", aseguraba la directora de Telva.
También Marta Robles se sumó al homenaje improvisado a Nativel Preciado y añadió: "Me recibió cuando empecé en la revista Tiempo, y ella ya tenía allí un puesto destacado y siempre ha sido muy generosa y extraordinaria escritora".
Deseo sexual femenino
Marta Robles introdujo en la mesa el tema del deseo sexual femenino. "En mi caso, en mi novela creé que el personaje de Pilar, que es una niña muy lista, muy polvorilla, se mete en una relación prohibida con un hombre casado y mayor y se le despierta el deseo por este hombre", contaba Olga Ruiz.
Pasión desbordada reflejada también en la novela de Cruz Sánchez de Lara, Máldito Hamor. "Sentí que tenía que escribirlo y todo empezó con esta frase inicial: 'El día que te maté cambiaron muchas cosas'. Yo no he sabido vender esta novela. He tenido con ella una relación difícil, sufrí mucho escribiéndola", aseguraba a la audiencia.
Y añade: "He ayudado a muchas mujeres defendiendo sus casos, he sido la depositaria del sufrimiento de muchas. En mi novela he hecho un perfil de un maltratador de esos de los que te enamoras a rabiar. Es una historia que podría pasarle a cualquiera".
Don Juan Tenorio
La moderadora pone sobre la mesa el tema de Don Juan. "Don Juan siempre nos cae bien a todas", apostilla Marta Robles y añade: "Y creemos que lo vamos a cambiar. Aún en este siglo XXI se da esto de: 'A mí me gustan los malotes".
"En mi caso, he escrito una novela de límites -aseguraba Cruz-. Hasta dónde seríamos capaces de llegar y de aguantar por amor".
"Se habla mucho y a la ligera de las relaciones tóxicas", afirmaba la directora de Telva.
Y continuaba: "Las víctimas son las que acuden a terapia, mientras ellos están por encima del bien y del mal. Pero es muy difícil de identificar y parar". "Yo traslado en mi libro más bien emociones femeninas más naturales", asegura Belén Junco sobre su libro Las tres vidas de la duquesa de Grosvencer (La Esfera de Los Libros, 2024).
Y añade: "Todas estas mujeres tienen que romper barreras, pero también hablo de la pasión, de la amistad, de la familia. Un viaje cómodo, que lo que pretende, sobre todo, es entretener y donde la protagonista es una mujer".
Mujeres fatales
"Hablemos de mujeres fatales", dice Marta Robles.
"Un tema que fue acuñado en 1867 por Georges Darien. Años después, en 1912, George Bernard Shaw lo añadió a un diccionario y definió el concepto como una mujer hermosa y peligrosa que, mediante sus irresistibles encantos, atrae a los hombres hacia el peligro, la destrucción e, incluso, la muerte", contó la moderadora.
"En mi último libro, Lo que la primavera hace con los cerezos (Espasa, 2022) está presente la mujer fatal, que no es otra que aquella que se salta las normas impuestas por ellos. Así que las mujeres fatales del siglo XXI somos nosotras", aseguró la escritora y periodista, secundada por aplausos de todo el público asistente.
¿Tenemos que defendernos de los clichés? Preguntó a la mesa. Olga recogió el testigo confesando que "en mi novela he metido a un tipo deleznable, que es editor y he estado humillándole en las páginas todo el rato".
"Tenemos que reivindicar nuestra presencia en todos los sectores. Hace muchísimos años yo era la única mujer en la redacción de Hola y ahora somos más del 80% en la plantilla", aseguró Junco.
"Pero es importante también que demos el mensaje de que las que estamos aquí no representamos a toda la sociedad, somos las privilegiadas y hay que tener conciencia de la realidad. Todavía hay muchas mujeres viviendo con burka y con muchas otras limitaciones", aseguraba la vicepresidenta de EL ESPAÑOL.
"El camino andado ha sido increíble, desde las redacciones de las revistas femeninas se ha hecho mucho por la mujer, pero tenemos que seguir incidiendo en las nuevas generaciones y no tenemos que dar por hecho lo andado", concluía, Olga Ruiz, directora de Telva.