Este 11 de mayo, la ciudad sueca de Malmö se convirtió el escenario de las actuaciones de los representantes de 25 países en el Festival de Eurovisión, entre polémicas y reivindicación. La descalificación de Países Bajos y la participación de Israel fueron uno de los temas más comentados de la final.
Todos competían por hacerse con el micrófono de cristal, pero fue finalmente Nemo, el representante de Suiza, quien puso de acuerdo a Europa con su canción The Code. Sumó un total de 591 puntos. Este año contó con una novedad en las votaciones: los espectadores no tuvieron que esperar hasta el final para votar, pudieron hacerlo en cualquier momento durante las actuaciones.
Un año más, España se quedó fuera del top 3 del concurso, pese a presentar una propuesta musical con un tinte feminista potente. El dúo de Valencia Nebulossa, compuesto por Mery Bas y Mark Dasousa, interpretó su canción Zorra, en el octavo puesto en la gran final. Aunque haya contado con un fuerte apoyo del público, que no dudó en corear el estribillo ya icónico, se quedó entre los últimos de la clasificación definitiva, concretamente en el puesto 22 de 25.
Vista de la actuación de Nebulossa.
El dúo ya había dejado claro su orgullo y satisfacción antes de la final, recordando la importancia del mensaje, más allá del resultado: "No sabíamos que la canción iba a tener esta repercusión mundial para nada. Fuimos, sin ninguna pretensión, para dar visibilidad al grupo. Siempre quieres que se te reconozca tu trabajo, claro, pero que tuviera esa repercusión ya era un premio, ¡llegamos con 1 millón de reproducciones a la final!", explicó Mery en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL.
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La elección de su canción Zorra supuso, en efecto, un terremoto del que ni siquiera el mundo político pudo quedarse al margen. ¿El motivo? La letra de la canción, que además de incluir una palabra polémica, se presentó como una denuncia de los prejuicios sufridos por las mujeres. "Si salgo sola soy la zorra, si me divierto, la más zorra, si alargo y se me hace de día, soy más zorra todavía", reza.
"La canción de lo que habla es de romper los moldes, de ser tú misma sin importarte la opinión de los demás. Eso es lo que hemos querido plasmar con la letra, mis emociones", recordó Mery en la citada entrevista.
Un vestuario de 10
La actuación del dúo español fue también comentada por su poder estético. Con vinilo negro de textura mate y salpicado por tiras de strass y de perneras acampanadas, el creador estadounidense Michael Costello, colaborador en el pasado de estrellas como Beyoncé o Jennifer Lopez, firmó el espectacular mono de Mery.
Vista de la actuación de Nebulossa.
"No es que la prenda sea un homenaje a ABBA, simplemente hemos decidido una pernera con campana porque acompaña el movimiento y hace una silueta con curvas junto al corpiño", explicó EFE Raúl Amor, estilista de Nebulossa. "El mayor reto de hacer un vestuario para el Festival de Eurovisión es que todos los estilismos que lleven a la final cuenten una historia y tengan coherencia".
Otras propuestas femeninas
La final fue testigo de otras actuaciones femeninas que cosecharon un sonado éxito. Numerosos aplausos generó la invocación romántico-demoníaca de la irlandesa Bambie Thug con su canción Doomsday Blue, un tema de ouija pop con un incendiario final rematado con el mensaje de 'Corona a la bruja'. La estética de la actuación, firmada por el español Sergio Jaén, y la letra de la canción, fueron unas de las más comentadas de esta edición por su carácter místico y provocador.
Otra invocación muy intensa, aunque desde una perspectiva catártica y etérea, fue la de las ucranianas Alyona Alyona & Jerry Heil. Con Teresa & Marie han celebrado el poder femenino ante las desgracias de la vida, en la tercera participación de este país en Eurovisión.
La canción de la portuguesa Iolanda, Grito, también destacó por su componente feminista ("Hoy quiero demostrarme a mí misma que puedo ser lo que quiera", cantaba la artista) al igual que la de Tali, representante de Luxemburgo (país que llevaba 30 años sin presentarse al concurso), con Fighter. Tiene obligada mención la 'cumbia del aburrimiento' de la italiana Angelina Mango, que brilló por su ritmo y llamativa letra. "Una corona de espinas será el código de vestimenta para mi fiesta", cantaba la artista, acompañada por sus bailarinas.