El próximo miércoles, 22 de mayo, se cumplirán 20 años de una de las jornadas que marcó un antes y un después en la historia de la monarquía de nuestro país: el enlace matrimonial entre Felipe VI y Letizia. Los actuales Reyes de España se casaron el 22 de mayo de 2004 en la catedral de la Almudena, en Madrid. Y ni la lluvia que caía aquel día sobre la capital fue capaz de evitar que cientos de personas se agolparan en la calle para presenciar el evento de la década.
Como toda pareja de recién casados, Felipe VI y Letizia disfrutaron de su luna de miel, que en este caso fue un tanto diferente. Y es que, tras su enlace matrimonial, los Reyes se decantaron por España para disfrutar de su viaje de novios, antes de celebrar su luna de miel en privado. La primera parada del viaje por nuestro país fue, nada más y nada menos, que Cuenca, donde los Reyes dieron el pistoletazo de salida a su luna de miel pública.
El principal objetivo de los Reyes por aquel entonces fue visitar puntos de interés artísticos y culturales de nuestra geografía. Y es que, tal y como detallaron desde Casa Real, "pocos países pueden ofrecer riquezas en su patrimonio como España". Por ello, no es de extrañar que Felipe y Letizia se decantaran por uno de los paradores más emblemáticos de nuestro país para pasar su segunda noche como marido y mujer. Nada más y nada menos que el Parador de Cuenca.
Este parador se ha convertido en uno de los más populares de nuestro país. Se encuentra en el antiguo convento de San Pablo, una joya arquitectónica gótica que fue construida en el siglo XVI y que, posteriormente, fue reformada para dar lugar a este compejo. Además, otro de los aspectos más atractivos de este parador es que se encuentra ubicado en el bellísimo paraje de la Hoz del Huécar, uno de los lugares más especiales de la ciudad de Cuenca.
El complejo se ha configurado en los últimos años como un espacio ideal para pasar una noche en la ciudad. Su interior se caracteriza por la mezcla de lo tradicional y lo contemporáneo. Pero no solo por eso, sino también por otros espacios con los que cuenta como el viejo claustro, la cafetería ubicada en lo que antes era la capilla o su espectacular piscina con vistas. El parador cuenta, además, con múltiples servicios como pista de tenis, sauna, gimnasio, espacios gastronómicos o minibar.
En cuanto a las habitaciones, tal y como detallan desde la página web del parador, "en cada una de ellas podrás disfrutar de la comodidad, elegancia del diseño, el mobiliario y las mejores vistas". En la actualidad, el parador dispone de habitaciones dobles estándar, habitaciones dobles superiores, habitaciones junior suite y suite.
El precio por persona y noche varía en función del tipo de habitación y de la fecha. Sin embargo, pasar una noche en el parador un sábado del mes de junio en una habitación doble estándar tiene un precio de 166 euros por persona, aproximadamente.
Además de ser un lugar idóneo para alojarse durante un visita a Cuenca, el parador también es un espacio ideal para los amantes de la gastronomía. Y es que el restaurante que alberga el interior del parador.
El restaurante ofrece lo mejor de la cocina manchega, destacando algunas especialidades como el asadillo de pimientos, el ajo mortero conquense, el cordero manchego o algunos postres como el helado de queso artesano y gelatina de miel de la Alcarria.
La luna de miel privada de los Reyes
Felipe VI y Letizia disfrutaron de los días posteriores a su enlace visitando algunas ciudades españolas como Cuenca, Zaragoza o San Sebastián. Sin embargo, el 26 de mayo, los Reyes viajaron hasta Jordania junto a la reina Sofía, la infanta Cristina y Urdangarín para asistir a la boda real de Hamzah. Fue a partir de ese momento cuando comenzó la que se conoció posteriormente como la luna de miel privada de los Reyes.
Según se pudo saber por aquel entonces, los príncipes de Asturias viajaron hasta Camboya y luego a las islas Fiyi. Los recién casados Felipe y Letizia pasaron la noche en el hotel más exclusivo: Wakaya Club & Spa. El periódico Fiji Times informó del paso de Don Felipe y Doña Letizia por las exóticas islas donde, tal y como se publicó, practicaron senderismo y submarinismo. De ahí continuaron a Samoa, California y México.
El periódico The Telegraph publicó por aquel entonces los detalles del viaje de novios de Felipe VI y Letizia. Una luna de miel que, tal y como aseguró el periódico británico, costó casi 500.000 dólares y fue pagada a medias entre el rey Juan Carlos (82) y su íntimo amigo Josep Cusí.