España está repleta de joyas ocultas y desconocidas. Se calcula que en el país contamos con más de 200 rutas de senderismo repartidas por todos esos lugares que desconocemos. Algunas van a parar a espectaculares miradores, otras recorren paisajes naturales y otras nos sorprenden con cosas que jamás hemos visto.
Los amantes de la naturaleza recorren estos senderos de manera habitual y quienes no lo hacen, piensan en el momento de hacerlo. Porque si hay un plan que destaca entre todos, es recorrer el país con nuestra familia, amigos o incluso solos, sobre todo, si contamos con joyas tan cerca de casa, como es el caso de Valencia.
En un municipio con menos de dos mil habitantes asoma uno de los senderos más bonitos de España, la Ruta del Agua, en Chelva. Un recorrido magnífico para hacer en cualquier época del año, pero que en los meses más cálidos brilla más que nunca y podemos disfrutar de toda el agua que su propio nombre ya nos indica que nos podemos encontrar.
La Ruta del Agua de Chelva
Chelva es un municipio de la Comunidad Valenciana, situado en la comarca de Los Serranos, a unos 68 kilómetros de la capital. Sus propias calles nos transportan a la Edad Media, y es que entre ellas vivieron cristianos, judíos y musulmanes hace siglos, que desarrollaron la historia que hoy conocemos.
A pesar de que el municipio cuente con 1.500 habitantes, todos los años los turistas disfrutan de sus calles pero, en especial, de la Ruta del Agua. Un itinerario circular, de gran interés, cuyo recorrido nos enseña la verdadera naturaleza española en la que conviven manantiales y hasta un túnel excavado en roca.
Con una duración de casi tres horas, dependiendo del plan que tengamos y nuestro ritmo, la Ruta del Agua de Chelva tiene una dificultad mínima, por lo que es perfecta si buscamos una escapada en familia, con los más pequeños, o simplemente buscamos disfrutar de la naturaleza en un recorrido simple.
A pesar de que andando sean tres horas, es cierto que es un plan que podemos hacer para todo el día, ya que la ruta cuenta con diferentes zonas, tanto de descanso como para disfrutar. Mientras que en la zona de La Playeta podemos darnos un baño, hay diferentes áreas habitadas para comer y pasar tiempo al aire libre.
De hecho, si acudimos en los meses de verano, las zonas de pícnic cuentan con árboles que dan sombra, paelleros o lugares habilitados para hacer barbacoas, un parque infantil para los más pequeños y aseos. Por lo que se convierte en la ruta perfecta.
El recorrido de la Ruta del Agua
El recorrido comienza cerca de la plaza Mayor de Chelva, pasa por puntos como la Judería, el barrio Morisco y la ermita de Santa Cruz. Desde ahí, bajamos al río por Fuente del Cuco, a la vez que podemos disfrutar del mirador de las Cuevas del Montecico y de las ruinas de la Fábrica de la Luz y por lo que a la vez que nos adentramos en lo natural, convivimos con la historia del municipio.
Si simplemente buscamos disfrutar del tesoro de Chelva, el agua, debemos ir desde la fuente del Cuco al Puente del Reatillo. Desde ahí, podremos descansar en el Área Recreativa de Molino Puerto para después contemplar la joya de mayor interés: la Playeta.
La Playeta de Chelva es un magnífico manantial junto al área recreativa Molino Puerto. Un paraje singular del río de Chelva, cuyas cascadas y remanso se convierten en una zona de baño mágica que recibe su nombre de la arena de arrastre acumulada en la orilla.
Hay quienes directamente acuden a este pequeño paraje y acuden a darse un baño. Para este plan, podemos aparcar directamente en el Parking Molino Puerto, que tiene una tarifa de cinco euros por la mañana y tres en horario de tarde en el caso de que acudamos con turismos. Las motos son dos euros por la mañana y uno por la tarde.
Dejando atrás La Playeta se llega hasta el otro gran atractivo del sendero: Paso o túnel de Olinches, muy diferente de lo que hemos visto hasta ahora. Se trata de un paso excavado en roca con más de 100 metros de longitud. Si después del camino queremos descansar, la presa de Olinches cuenta con una zona para ello.