Valencia es, posiblemente, uno de los destinos turísticos más habituales de los españoles —y extranjeros— para una escapada en verano, o cualquier época del año. Especialmente para los madrileños, quienes tienden a apostar por esta comunidad al tener la playa más cercana, un ambiente excelente y una gastronomía digna de reconocimiento.

Además de contar con una cultura que recoge fiestas como las Fallas, la Comunidad Valenciana cuenta con lugares increíbles, que merecen una visita. No hablamos solo de sus playas interminables, sino de todas esas joyas naturales que tienen escondidas y solo pueden presumir de conocer unos pocos.

De todos esos lugares, algunos forman parte de su simbología natural y del rincón al que millones de personas querrían acercarse si lo conociesen: las cascadas situadas en la localidad de Bolbaite. Una caída de agua desde la altura que hay quienes la denominan 'las cataratas del Niágara españolas'.

Bolbaite, el pueblo de 'las cataratas del Niágara'

Con el verano llamando a la puerta, es normal que todos estemos buscando una pequeña escapada que nos obligue a desconectar del ajetreo diario. Aunque muchas opciones internacionales sean magníficas, España nos demuestra que no hace falta salir de la península para disfrutar de sitios que nos dejen sin habla.

Al suroeste de la provincia de Valencia, en la comarca de la Canal de Navarrés, se encuentra Bolbaite, un pequeño municipio español con menos de dos mil habitantes, pero cuya fama se extiende más allá de sus calles, especialmente por su cascada conocida como "cascada del Caracol".

[La impresionante Muralla China de España que está en un pueblo abandonado y ofrece vistas increíbles]

Bolbaite cuenta con un pasado que se remonta a la época medieval y es algo que podemos comprobar entre sus calles si lo visitamos. Su imponente castillo del siglo XIII, construido sobre los cimientos de una antigua fortaleza islámica, es una prueba de su importancia estratégica.

A pesar de que pasear por el pueblo sea como retroceder en el tiempo, si hay algo que caracteriza a Bolbaite son sus impresionantes cataratas. Un santuario tranquilo en el que podemos visitar en familia, con amigos o, simplemente, disfrutar en soledad de la belleza de la Cascada del Caracol. 

Hay quienes comparan esta caída con las del Niágara; sin embargo, hay otros que dicen que es incluso mejor por la tranquilidad y paz que se puede respirar en el lugar. Además de disfrutar de la maravilla creada por la naturaleza, también podemos refrescarnos en las pozas del río Sellent y disfrutar más del paraje desde dentro.

Desde las pozas del río Sellent podemos disfrutar de la maravilla natural del Salto de Chella (o cascada del Caracol) de 25 metros de altura, la cual, presume a su alrededor un paisaje de gran riqueza vegetal.

Toda el agua que cae desde el río Sellent se convierte en una zona de baño única, con aguas cristalinas y un fondo de grutas y cascadas. En verano se convierte en una zona idílica donde algunas familias y grupos de amigos van a pasar el día, especialmente en los meses más calurosos del año.

Para poder darse un baño en ella, los fines de semana será necesario reservar entrada en la página de La Canal Turismo. Mientras que los fines cuesta 3 euros, por semana el precio es de 2 euros. En ella tenemos a disposición servicio de desinfección de baños, duchas y papeleras.

Cómo llegar hasta la Cascada del Caracol

Llegar hasta el lugar más concurrido y famoso de Bolbaite es muy sencillo. Tenemos que comenzar la ruta desde el Parque de la Fuente de Chella y sigue el sendero, es un camino muy sencillo cuya ida y vuelta toma menos de una hora. 

La senda invita a quienes la recorren seguir hasta el fondo del río a través de los restos de lo que fue una gran fábrica de luz. Si avanzamos, podremos encontrar las pozas y darnos un chapuzón en plena naturaleza, donde si levantamos la vista encontraremos la Cascada del Caracol en su pleno esplendor.

Después del chapuzón —o antes— podemos acercarnos al Mirador de El Salto de Chella para disfrutar de las impresionantes vistas a la naturaleza que nos ofrece la Comunidad Valenciana.