Andalucía cuenta con una belleza única. En cada rincón de su geografía ofrece unas playas únicas, un clima envidiable y pueblos de película. Por no hablar de su cultura, conocida y admirada alrededor del mundo y su gastronomía, que puede presumir de ser uno de los símbolos del país.
Todos estos factores son los que hacen que siempre apostemos por el sur cuando pensamos en unas vacaciones o simplemente, una escapada de fin de semana. La llegada de los meses calurosos del año nos obliga a pensar en ello más que nunca, por lo que es fundamental tener algunos sitios en mente.
De todas las joyas que ofrece la comunidad, hoy nos toca destacar el norte de Granada. Especialmente, un pequeño municipio llamado Castril, que ofrece uno de los senderos más bonitos del país, en el que además de disfrutar de la naturaleza andaluza más cerca que nunca, podemos vivir una experiencia única: el sendero de la Cerrada.
Sendero de la Cerrada de Castril, Granada
Castril es una pequeña localidad de poco más de mil habitantes que está escondida entre paisajes montañosos y naturales del norte de Granada. El valor del municipio cada vez está despertando más interés, en especial, a los apasionados del senderismo gracias a su entorno en pleno parque natural.
De todas las rutas que los aficionados tienen para disfrutar, una de las que más llama la atención es el sendero de la Cerrada. Una pequeña ruta que discurre entre pasarelas de madera desde las cuales se pueden contemplar los espectaculares paisajes que ofrece la ciudad andaluza.
A lo largo de 2,2 kilómetros podremos encontrarnos con un puente colgante, senderos de madera, vegetación y las aguas más cristalinas de Granada. Se trata de una ruta muy sencilla, la cual es perfecta para realizar en familia o con amigos, ya que además de disfrutar del paisaje puede convertirse en una experiencia inolvidable.
Gracias a la iluminación del primer plano, podemos hacer la ruta tanto de día como de noche. Su acceso cuesta tan solo 2,50 por persona, pero si queremos disfrutar a última hora, la entrada es gratuita a partir de las 18 h.
El recorrido está dividido en dos tramos distintos. El primero de ellos es una pasarela de madera suspendida sobre la pared de roca sobre aguas cristalinas y un paisaje natural lleno de encanto, mientras que el segundo ofrece más adrenalina: un puente colgante y un túnel que desemboca en un paraje único.
El recorrido del Sendero de la Cerrada
Lo primero que encontramos en el inicio de la ruta es la antigua Fábrica de la luz, una central hidroeléctrica, construida en roca viva, que comenzó a funcionar en 1918 y estuvo en funcionamiento hasta los años 60. En la actualidad, es una sala de usos del Ayuntamiento de Castril.
El camino continúa rodeado de una gran belleza natural y acompañados por aguas cristalinas. Lo siguiente que contemplamos es una pasarela sobre antiguas traviesas de ferrocarril, con la que podemos sentir que estamos suspendidos en el aire. La madera está encastrada en la pared rocosa, lo cual ofrece una experiencia diferente a lo habitual.
Después de varios metros, que se hacen cortos debido a la gran belleza natural, encontramos el momento más emocionante de la ruta: la hora de atravesar el puente colgante. A 70 metros sobre el río y con un balanceo intenso, el cual puede convertirse en una prueba de fuego para quienes tienen vértigo.
Una vez cruzamos el puente colgante nos encontramos con una galería excavada en roca de casi 70 metros de largo, proporcionando una vista en forma de balcón sobre el río. Al salir, el sendero finaliza; sin embargo, si queremos continuar, la ruta llega hasta el pueblo de Castril, a una distancia de dos kilómetros.
El pueblo de Castril está a los pies de una peña declarada monumento natural y sobre la cual se asientan los restos de un castillo roquero de época almohade, quienes comenzaron la construcción del mismo en el siglo XI.
Visitar este pequeño municipio supone una aventura rodeada de arquitectura histórica y mucha naturaleza. El espacio más amplio y representativo es el formado por el eje de la plaza Hernando de Zafra, la calle Carmen y la Plaza Nueva. Pero entre sus edificios históricos, sobresale la Iglesia de la Virgen de los Ángeles, que data del siglo XVI.