Viajar es uno de los grandes placeres de la vida. Tener unos días libres para poder desconectar del ajetreo diario es lo que esperamos todo el año, por eso siempre que organizamos la escapada pensamos en que todo salga perfecto, especialmente, no coincidir con todos los turistas que han pensado lo mismo que nosotros, en las mismas fechas.
En este contexto, nos organizamos para salir más pronto o, si tenemos suerte y el trabajo nos lo permite, escogemos la semana de temporada más baja. Además de esto, hay quienes indagan un poco más y van un paso más allá, descubriendo lugares 'secretos', en los que muy posiblemente no haya tanta afluencia de personas.
Y aunque muchos de estos enigmas estén por descubrir aún, la Cueva de Órzola puede presumir de ser uno de ellos. Una pequeña playa a unos tres kilómetros de la localidad de Orzola, a la que solo podemos acceder cuando baja la marea y, sobre todo, si somos un poco aventureros.
Cueva de Órzola, Lanzarote
Lanzarote, la isla de los volcanes, es uno de los lugares más bonitos de España. Entre viñedos, rutas de senderismo, playas de otro mundo y el indiscutible legado de César Manrique, la más septentrional y la más oriental de las Islas Canarias parece estar esculpida en un arte y cultura como ningún otro lugar en el país.
En ella podemos encontrar ubicaciones conocidas por todos: el Parque Nacional de Timanfaya, Los Hervideros, Los Jameos del Agua, la Playa Papagayo o Famara. Sin embargo, entre sus maravillas populares, encontramos la Cueva de Órzola, una pequeña playa 'secreta' cuya belleza cautiva a todo aquel que se atreve a llegar.
Órzola es un pequeño pueblo costero situado en el extremo norte de Lanzarote, ubicado en sensacional y llamativo entorno natural. No es una de las ubicaciones más conocidas de la isla, pero en su interior guarda grandes secretos y playas muy especiales, una de ellas la Playa de la Cantería.
Situada en un enclave privilegiado en la costa norte de Lanzarote, la Playa de la Cantería se encuentra a las afueras del pueblo de Órzola. Nada más llegar, la panorámica parece de película: un espacio aparentemente interminable, conformado por la cara este del Risco de Famara y la silueta de la isla de La Graciosa en el horizonte.
No es una playa muy frecuentada por un motivo, y es que cuenta con un oleaje demasiado fuerte. Para los bañistas es un gran inconveniente; sin embargo, los surfistas encuentran en esta ubicación el paraíso.
El acceso a esta playa únicamente es posible a través de una pista de tierra, pero el entorno, al pie de una montaña, es muy atractivo. En los años de la guerra civil española, se crearon trincheras en esta playa, lo que también ha conseguido que curiosos y exploradores indaguen por la zona, conociendo lo que ahora es un secreto para los lugareños: la Cueva de Órzola.
Detrás de unas rocas acumuladas en forma de pared está escondida una de las ubicaciones más impresionantes no solo de Lanzarote, sino de España. Una pequeña playa a la que solo se puede acceder a última hora del día, cuando la marea esté completamente baja.
No es un lugar famoso, de hecho, es muy posible que quienes la conozcan haya sido por el boca a boca. Además, al estar escondido, hay quienes han oído hablar sobre él, pero no han sabido cómo llegar. O han acudido cuando la marea estaba alta y, por tanto, no han podido bajar.
La Cueva de Órzola es una pequeña playa que, aunque el baño no esté recomendado debido al fuerte oleaje de las olas, su visita, aunque sea desde las alturas, merece la pena. Se trata de una entrada del mar en unas paredes rocosas que debe su nombre al efecto visual que estas provocan.
Cómo llegar a la Cueva de Órzola
Únicamente visitar la Playa de la Cantería merece la pena; sin embargo, si queremos ir un paso más allá y conocer la Cueva, debemos tener máxima precaución, ya que el camino no es fácil. Lo principal es llevar calzado cómodo, unas deportivas o escarpines que nos permitan andar con facilidad por las rocas.
En cuanto lleguemos a la Playa de la Cantería, tenemos que dirigirnos al fondo, donde se encuentran las rocas en forma de pared. Aunque desde lejos parezca imposible, muchas personas han llegado hasta la Cueva, por lo que está ligeramente allanado para poder pasar.
Una vez estemos en las rocas, tenemos que subir ligeramente. Encontraremos un 'primer piso' desde el cual se puede observar la Cueva. Si queremos bajar, hay unas escaleras que nos facilitan el tramo. En todo el camino debemos tener máxima precaución y evitar caídas, así como no bajar si vemos que la marea todavía sigue alta.
Aunque haya quienes han podido acceder con niños, lo cierto es que el trayecto se hace complicado para ellos. En cualquiera de los casos, si vemos que no podemos o no sabemos cómo llegar, lo ideal es preguntar a personas de la zona: si el camino se está haciendo demasiado complicado, es posible que no vayamos en buena dirección.