La provincia de Castellón es conocida mundialmente por albergar ciudades de costa tan famosas como Peñíscola, Alcocéber o Benicàsim, sin embargo, esconde un interior mágico, perfecto para disfrutar también en los meses de verano.
Aquí, en la comarca del Alta Palancia, se encuentra un municipio con una de las rutas de agua más espectaculares de toda España. Cascadas y saltos de agua espectaculares que nos regalan unos paisajes de ensueño.
Sin embargo, de entre todos ellos destaca una cascada que es considerada de las más bonitas de toda España. Conocida como El Salto de la Novia o cascada de Brazal, este salto de agua cristalina perteneciente a la población de Navajas, aguarda una misteriosa leyenda que, sumada a la belleza del lugar, consigue cautivar a todo el que la visita.
Gracias a la compleja orografía de Navajas, este pequeño pueblo castellonense puede presumir de poseer unas impresionantes cascadas de hasta 60 metros de altura. Sin duda, uno de los grandes atractivos turísticos del lugar, especialmente, para los amantes de las aventuras al aire libre.
Realizando esta ruta de agua no solo te dejarás maravillar por la exuberante belleza del entorno y la espectacularidad de sus cascadas, sino también por la increíble historia que aguarda, la más conocida de todas ellas. Ve eligiendo fecha, ¡qué ya tienes la escapada perfecta para este verano!
La leyenda del Salto de la Novia
Los 60 metros de altura que tiene el conocido Salto de la Novia no es lo más llamativo de esta increíble cascada. Denominada formalmente como la cascada del Brazal, su leyenda está estrechamente ligada a la historia de Navajas.
Se cuenta que, en este municipio de Castellón, tradicionalmente el amor entre los novios que se iban a casar aquí, se demostraba a través de una prueba que debían superar. Un arriesgado examen para gritar a los cuatro vientos su amor.
El Salto de la Novia, Navajas, Castellón.
Los novios debían saltar en la parte más estrecha del río Palancia, afluente que baña la poza en la que deposita sus aguas esta cascada. Si lo conseguían, su vida matrimonial sería próspera y feliz. En cambio, los augurios de infelicidad y desgracias les acompañaban.
Estas aguas no siempre son tranquilas. Cuenta la leyenda que en una ocasión, la turbulencia era tal que se llegó a formar un fuerte remolino al que una de las novias decidió no prestar la atención que merecía.
Cascada y pozas del Salto de la Novia, Navajas.
La novia saltó la cascada, pero no consiguió llegar hasta la orilla del río Palancia. El novio, desesperado, saltó al agua para ayudar a su amada, pero desgraciadamente, ninguno de los dos logró sobrevivir. Al cabo de un tiempo, ambos cuerpos aparecían juntos en una de las orillas.
Cuentan que en las noches de luna llena puede escucharse un canto dulce y triste que sale del murmullo del río, arrepentido de haber dado muerte a una pareja cuyo amor ha traspasado la historia.
Cascada del Salto de la Novia, Castellón.
La cascada fue conocida popularmente como el Salto de la Novia. Incluso si nos fijamos en ella, podemos ver como sus aguas cayendo desde lo alto simulan el velo de una novia. Hasta Francisco de Goya pudo haberse inspirado en esta romántica y desgraciada historia, para muchos muy similar a la obra de Shakespeare, Romeo y Julieta, para su ilustrar su grabado Llevar a una mujer campesina.
Cómo llegar al Salto de la Novia
Navajas alberga un entorno natural idílico para realizar rutas de senderismo, por lo que llegar a la espectacular cascada de Brazal no te resultará complicado. Desde el bonito pueblo castellonense, deberás tomar el sendero que comienza en la Plaza del Matadero.
Deberás serpentear algunas calles de la localidad hasta la plena naturaleza. Esta ruta no tiene desperdicio, las vistas que ofrece el monte Rascañas y el río Palancia. Aquí te encontrarás otra preciosa cascada, la del Tío Juan, que igualmente te maravillará.
Sendero hacia el Salto de la Novia, Navajas.
Continúa por la Senda del Último Beso hasta llegar al Salto de la Novia, donde el entorno natural del lugar conseguirá dejarte sin palabras.
Debes saber que, en los meses de máxima afluencia, especialmente en verano, la visita tiene un coste de dos euros para los mayores de 10 años.