Las rupturas amorosas son, siempre, una experiencia a transitar. Superar el duelo por un corazón roto requiere de tiempo, pero también de espacio para llegar a sanar y reconectar con una misma. Es por ello por lo que son muchos los expertos en pareja y en salud mental que recomiendan practicar lo que ellos llaman 'contacto cero'.
Dicho protocolo trata de alejarte de quien ha dejado de ser tu compañero o compañera de vida y comenzar a construir una nueva realidad alejada de los recuerdos de la relación. Para llevarlo a cabo con éxito, en esta era donde la tecnología es una extensión de nuestra realidad, es clave bloquear a la persona de todas las redes sociales con el fin de evitar la tentación de escribirle o cotillear sus perfiles.
Todo este proceso suele ser más fácil si la separación se da de mutuo acuerdo o, en su defecto, cuando la ruptura se da tras un tiempo de relación sana donde ha primado el respeto. Sin embargo, no en todos los casos ocurre de dicha manera, ejemplo de ello son las mujeres víctimas de violencia de género.
Entre 2002 y 2007, el número de mujeres que denunció malos tratos a manos de su pareja o expareja se incrementó en más de un 46%, según el informe Mujeres en cifras, emitido por el Instituto de las Mujeres. Prevalencia que no ha descendido con el paso de los años y que supone una lacra social en la actualidad.
Las valientes que se atreven a dar un paso al frente y salir de una relación de maltrato, llegan a exponerse a la persecución y el acoso de sus agresores. Ahí, el 'contacto cero' no es suficiente.
Retorcida herramienta de acoso
Las redes sociales permiten explorar el mundo sin límites, y es esta falta de fronteras la que en ocasiones nos deja al descubierto. Abrimos una ventana desde la que podemos observarlo todo, de la misma manera que abrimos la puerta a todo aquel que quiera entrar a ojear nuestra vida.
Con una conciencia cada vez mayor sobre la importancia de preservar nuestra información personal en internet, en desafortunadas ocasiones el peligro duerme al otro lado de la cama. O más bien, ha dormido.
Llamadas, mensajes, la cuenta de Instagram y TikTok… puedes bloquear a tu expareja de todas y cada una de las redes sociales que hoy día existen, pero hay quienes aún encuentran la manera de llegar a ti de una ingeniosa y retorcida manera que no esperas: a través de Bizum.
Basta con tener tu número telefónico y un saldo de 0,50 céntimos en la cuenta del banco para que tu ex pueda hacerte llegar una transferencia acompañada de un mensaje envenenado.
La plataforma facilitadora de pagos Bizum es habitual en la vida de muchos. Dividir la cuenta del restaurante entre amigos o pagar un viaje conjunto son los frecuentes usos que se le dan, pero hay quien en su afán por hacer el mal recurren a la misma como último canal de comunicación.
Así lo denunció una mujer de manera anónima en el mes de julio de 2024, cuando el hostigamiento llegó a niveles que ponían en riesgo su vida y de sus hijas. Su expareja le hacía transferencias de 0,50 céntimos (el mínimo importe) con mensajes amenazantes como: "Le voy a pegar fuego al coche", "si las niñas están dentro, serán víctimas colaterales", "la que vas a morir eres tú, perra".
Frenar el acoso
Desde la Real Academia Española definen las amenazas como "el delito consistente en intimidar a alguien con el anuncio de la provocación de un mal grave para él o su familia". Son, por tanto, una manera de violencia que, si bien es perseguida y condenada, se da cada vez más en la realidad digital. Las amenazas por parte de una pareja, o expareja, están contempladas y condenadas en el Artículo 171 del Código Penal, hecho de vital importancia para las víctimas que las sufren, las cuales en su mayoría son mujeres.
El acoso en el medio digital puede llegar a aislar a la víctima de manera silenciosa, el 80% de las mujeres ha sufrido una situación de acoso en las redes sociales, según datos del informe Mujeres jóvenes y acoso en redes sociales emitido por el Instituto de las Mujeres en 2022.
Como la víctima anónima relató, consiguió poner fin a las amenazas que recibía de su expareja a través de Bizum tras presentar una orden de alejamiento y acudir a una oficina de su banco para que ellos bloqueasen los envíos del acosador.
Las autoridades, al igual que la propia plataforma facilitadora de pagos, recomiendan a toda aquella usuaria que sufra una situación similar a la expuesta que denuncien con rapidez. Además, que cuente con el apoyo de su entidad bancaria para frenar esas transferencias envenenadas con mensajes amenazantes y recuperar la tranquilidad.