España es conocida por su historia y patrimonio cultural, su gastronomía y también por sus playas, que atraen a millones de turistas cada año, especialmente en verano. Con casi 8.000 kilómetros de costa, el país ofrece una gran variedad de playas, desde las más concurridas y urbanas, hasta las más tranquilas y naturales. 

La costa gallega es una de las más visitadas de la geografía española por su gran riqueza natural y biodiversidad. Los pueblos costeros atraen cada vez a más turistas de todo el mundo y destinos como Santiago de Compostela, la Costa da Morte y las Rías Baixas son especialmente populares por sus espectaculares paisajes.

En este sentido, existe una playa popular en Galicia por su espectacular belleza. Se trata de la Lanzada, en la provincia de Pontevedra, en la comarca de O Salnés. En concreto, la playa se ubica entre las ciudades de Sanxenxo y O Grove y se trata de una de las más largas de la comunidad, con un total de 2,5 kilómetros de longitud.

A Lanzada.

De hecho, la playa se divide en tres tramos: el de Áreas Gordas, junto a la ermita de Nuestra Señora de A Lanzada, la playa de Lapa, al norte, y la parte que se abre tras el Islote Colmado hasta Punta de Raeiros. 

La Lanzada está situada en un impresionante entorno natural con acantilados y zonas de vegetación. Es más, la playa está rodeada por un sistema de dunas protegido, que pertenece a la Red Natura 2000, y se ubica frente a la Isla de Ons y la Isla de Onza, pertenecientes al Parque nacional de las Islas Atlánticas de Galicia.

Playa de A Lanzada, en O Grove (Pontevedra).

Visitantes y lugareños visitan cada verano esta playa para disfrutar de sus cristalinas aguas y de su arena fina y blanca. El color turquesa predomina en sus aguas que, al tratarse del océano Atlántico, suelen estar a temperatura baja. Además, puede presentar oleaje, lo que la convierte en un lugar popular para la práctica de deportes acuáticos como el surf o el windsurf.

La playa de La Lanzada cuenta desde 1987 con la Bandera Azul, un distintivo internacional que se otorga a playas, puertos deportivos y embarcaciones sostenibles que cumplen con una serie de criterios ambientales, educativos, de seguridad y accesibilidad. 

Su leyenda y propiedades terapéuticas de sus aguas

Sus cristalinas aguas y su bello entorno no son solo los aspectos que destacan en esta playa gallega. Al final de sus aguas se encuentra la Ermita de Nosa Señora de A Lanzada, una capilla de estilo románico situada en una pequeña península rocosa que formó parte de una fortaleza medieval. 

La ermita está rodeada de numerosas leyendas relacionadas con el mar. La más famosa es la que se lleva a cabo cada año, durante la tradicional romería de la Virgen de la Lanzada, que se celebra el último fin de semana de agosto. Según la leyenda, las mujeres que quieran ser madres deben realizar el baño de las nueve olas a medianoche. Después, al amanecer, deben barrer el suelo de la ermita para eliminar los males de ojos y, por último, realizar una ofrenda a la virgen.

Ermita Nosa Señora de A Lanzada. Turismo Sanxenxo

Este ritual está basado en la influencia de la luna y en los poderes del agua que, según la leyenda, tienen relación con la fecundidad. No obstante, la historia dice que solo tiene efecto si se realiza antes del amanecer y con la luna en creciente.

Y es que las aguas de la playa de La Lanzada son conocidas por ser ricas en oligoelementos como el yodo, el magnesio, el calcio, el potasio o el sodio, lo que les atribuye propiedades terapéuticas. Tradicionalmente, se cree que tienen efectos beneficiosos para la piel, el metabolismo o el sistema respiratorio, y muchas personas acuden a la playa con fines de salud.

Para llegar hasta la playa de La Lanzada, existen diferentes opciones por carretera, pero la más rápida es el tramo que va por la autopista AP-9 y, después, la AG-41 hasta llegar a la PO-308. El trayecto es, por tanto, sencillo. Además, cuenta con amplios aparcamientos donde podrá estacionar su vehículo sin ningún problema.

En transporte público, existe la opción de coger un autobús desde los pueblos de Sanxenxo y O Grove. En todos los casos, llegan hasta la misma playa, aunque durante los meses de verano tienen una gran concurrencia.