En los últimos años, las islas se han erigido como uno de los destinos preferidos de España, tanto por el turismo nacional como internacional. En el caso de Baleares, el número de extranjeros que llegaron en 2023 creció en más de un millón con respecto a 2022.
Las islas Baleares han conquistado al turismo internacional, que se ve atraído por sus espectaculares playas y su precioso entorno natural. Cada isla tiene su propia personalidad, pero la más conocida por su vida nocturna es Ibiza. En 2023, más de 3,7 de turistas visitaron la región, un aumento del 1,94% con respecto al año anterior.
Pero Ibiza no solo es un destino ideal para aquellos que quieran disfrutar de la fiesta, sino que destaca también por contar con impresionantes playas de agua cristalina que atraen el interés de los visitantes. Entre todas, National Geographic ha elegido una como la más bonita de la isla. Se trata, nada más y nada menos, que de Cala Saladeta.
La sección especializada en viajes de National Geographic elaboró el pasado mes de julio un listado con las 25 mejores playas, consideradas las más bonitas de España, algunas de ellas rodeadas de un precioso entorno natural. En este listado figura Cala Saladeta, situada al oeste de la isla, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Ibiza.
"Con un fondo arenoso poco profundo y aguas de precioso azul turquesa, esta cala es una de las más valoradas de todas las playas de Ibiza", señala National Geographic, que solo destaca una playa ibicenca en su ránking.
Una preciosa playa de aguas turquesas
Cala Saladeta es una de las joyas naturales más preciadas de la isla de Ibiza. Con una longitud de alrededor de 60 metros, está flanqueada por acantilados de mediana altura, que protegen la zona del viento. Sus aguas tienen un impresionante color azul turquesa e invitan al baño de los visitantes, ya que, además, son poco profundas.
La playa se encuentra muy próxima a su hermana mayor, Cala Salada. Entre ellas, únicamente existe un pequeño acantilado que podemos atravesar por un sendero de unos 200 metros. Hay que tener en cuenta que, normalmente, esta playa está mucho más concurrida que la de menor tamaño.
En cuanto nos acercamos a la orilla, vemos que existen varios muelles artesanales en los que hay barquitas amarradas. Las pocas edificaciones que existen en ambas playas son unas pequeñas casas que se encuentran alineadas entre sí y forman un paisaje muy característico.
Para comer, la opción más cercana a ambas calas es el restaurante situado en Cala Salada y que tiene su mismo nombre. En él, tenemos la posibilidad de disfrutar de la gastronomía local, con los arroces y mariscos típicos de la cocina mediterránea. El precio medio, según las reseñas de sus clientes, se situaría entre los 30 y 40 euros por persona.
Por si sus aguas no fueran suficiente espectáculo, en la línea del horizonte podemos divisar el perfil de la isla Sa Conillera. Estas impresionantes vistas hacen que valga la pena esperar hasta la hora del atardecer.
Es necesario tener en cuenta que en Cala Saladeta no hay ningún servicio. Por tanto, no cuenta con bares o chiringuitos a los que acudir. Si nuestra idea es pasar allí el día entero, es necesario traer nuestras propias sillas, sombrillas y neveras con comida y bebidas refrescantes.
Cómo llegar a Cala Saladeta
Para acceder a este paraíso natural, existen varias opciones válidas. Una de ellas es el autobús. La estación de origen sería la de Sant Antoni y nos dejaría en la misma playa. Además, para las personas que decidan ir con su propio vehículo, existe un párking en la zona de Can Coix.
Los amantes del senderismo también pueden llegar a ella a través de varias rutas. Una de ellas parte de Caló des Moro y tiene 12 kilómetros de recorrido. Lo interesante de esta opción es que permite ver otros lugares emblemáticos de la zona, como Cala Gració, Cala Gracioneta, Punta Galera o el mirador de Cap Negret.