La geografía española cuenta con un gran número de pueblos costeros que destacan por su belleza, historia y encanto. En verano, los turistas suelen elegir estas zonas de España para disfrutar de sus vacaciones. Y es que la costa española esconde rincones que nada tienen que envidiar al Caribe.
En los últimos años ha aumentado el número de visitantes que escogen las islas Baleares como su destino vacacional. Su popularidad se debe, entre otras razones, a su belleza natural y patrimonio histórico. Cada isla tiene su propia personalidad, pero la que recibe más visitantes es, sin duda, Mallorca, con más de 12 millones de turistas al año.
Las calas de aguas cristalinas son una seña de identidad de Mallorca. Algunas de ellas se esconden en preciosos pueblos costeros ubicados en espectaculares entornos naturales. Este es el caso de Banyalbufar, un pequeño municipio situado al noroeste de la isla, dentro de la comarca de la Sierra de Tramontana y a unos 25 km de Palma, la capital.
Banyalbufar es un destino ideal para los visitantes que busquen una combinación de belleza natural, historia, cultura y tranquilidad en un entorno poco masificado. Este pintoresco pueblo es conocido por su impresionante paisaje montañoso y sus terrazas agrícolas.
Su nombre deriva del árabe "Banya al-Bahar", que significa "construido junto al mar". Y es que sus raíces se remontan a la época de la ocupación musulmana de Mallorca en el siglo X. Fueron precisamente los musulmanes los que introdujeron un sistema de cultivo en terrazas y canales de riego, llamados "qanats", que aún hoy se pueden ver.
Estas terrazas se usaban principalmente para el cultivo de vides y otros productos agrícolas. Ahora, estas características huertas se desparraman, de forma escalonada, alrededor del pequeño casco urbano y están destinadas al cultivo de uva malvasía y de tomates.
Las terrazas agrícolas de Banyalbufar que miran hacia el mar, unido al entorno montañoso de la sierra de Tramontana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, crean un paisaje único. Además, los vecinos y visitantes de este pueblo pueden disfrutar de vistas espectaculares al mar Mediterráneo.
Este paisaje lo completan las pequeñas playas rocosas situadas junto al pueblo, como Cala Banyalbufar, Es Corral Fals, Sa Galera, Son Buñola y Puerto del Canonge. La primera es, quizás, la más popular debido a sus espectaculares aguas cristalinas, ideales para nadar y hacer snorkel. No obstante, las condiciones marinas hacen desaconsejable el fondeo de embarcaciones por su exposición a los vientos.
La Cala Banyalbufar destaca por su tranquilidad, perfecta para huir de las zonas masificadas de la isla. Los cantos rodados y gravas forman el talud que acoge a los visitantes. Además, la playa está rodeada de acantilados verticales sin vegetación que confieren un paisaje particular.
Qué ver en Bañalbufar
El pequeño pueblo de Bañalbufar, de apenas 600 habitantes, es uno de los más bonitos de la isla de Mallorca y el destino perfecto para aquellos que buscan una experiencia de turismo rural y tranquilidad, lejos de las áreas más turísticas de Mallorca.
Su entorno natural ofrece la posibilidad de realizar increíbles rutas de senderismo y practicar ciclismo. Pero, aunque su entorno natural es lo más atractivo del municipio, su patrimonio arquitectónico también llama la atención de los visitantes. Así, puede visitar la iglesia de la Natividad de Santa María, del siglo XIV, y considerado uno de los edificios más emblemáticos del pueblo.
El pueblo también cuenta con la Torre de Ses Animes, una torre de vigilancia construida en el siglo XVI para proteger al pueblo de los ataques piratas, que ofrece vistas panorámicas impresionantes.
Para disfrutar de la experiencia completa, debe probar el vino malvasía, una variedad de uva blanca que se cultiva en las terrazas del pueblo. En septiembre, Bañalbufar celebra la fiesta de la vendimia, coincidiendo con la época de cosecha de esta uva.