Agosto es uno de los meses preferidos para viajar de los españoles. A pesar de las altas temperaturas, son muchos los que eligen esta época para pasar sus vacaciones de verano. En este sentido, el turismo de sol y playa es uno de los favoritos para los visitantes. Y es que España es sinónimo de desconexión, disfrute y cultura, ingredientes perfectos para alejarse del estrés y la rutina.

En los 8.000 kilómetros de costa en España, hay playas para todos los gustos, tanto en zonas más concurridas, como en entornos rodeados de naturaleza, alejados del turismo. No obstante, los visitantes buscan cada vez más lugares que ofrezcan tranquilidad y paz, alejados de la masificación de las zonas más turísticas.

En este sentido, existe una playa española que destaca por estar poco masificada y ser un oasis de paz. Se trata de la Playa de La Rijana, situada entre las localidades de Calahonda y Castell de Ferro, muy cerca de Motril (Granada).

Playa de La Rijana. iStock

La Playa de La Rijana es una de las más desconocidas de Andalucía, por lo que es un destino perfecto para aquellos que quieran desconectar de las zonas más concurridas y disfrutar de la tranquilidad. Se trata de una cala virgen, de 250 metros de largo y 20 de ancho, formada por arena gruesa y oscura.

Esta pequeña cala de Granada está rodeada a ambos lados por acantilados y formaciones rocosas que ensalzan su impresionante paisaje. Además, también cuenta con vegetación, con especies como arrayanes, romero blanco, amapolas marítimas y margaritas de mar. Tal es su valor medioambiental que la playa está declarada Zona de Especial Conservación (ZEC).

Playa de La Rijana. Ayuntamiento Andalucía

La cala de La Rijana cuenta con aguas de un precioso azul turquesa. Su profundidad es baja al inicio, aunque más adelante cubre lo suficiente como para ser un escenario perfecto para practicar deportes acuáticos como pádel surf y kayak. Además, también se puede practicar el buceo y el snorkel, debido a la claridad del agua y la riqueza de su vida marina.

La playa cuenta, además, con una rica historia, ya que fue fondeadero y punto de aguada de pescadores en el siglo V. A mediados del siglo XVI, se construyó la Torre de la Rijana con el objetivo de evitar el desembarco de naves enemigas e impedir que se produjese la salida de la población morisca. Los restos, que hoy en día pueden verse, fueron declarados Bien de Interés Cultural en 1985. 

Cómo llegar a la playa de La Rijana

La playa no cuenta con una gran cantidad de servicios turísticos, lo que contribuye a su ambiente más natural y menos masificado. Sin embargo, esto hace necesario llevarse provisiones y todo lo necesario si se pretende pasar el día.

A pesar de ser una de las playas más inexploradas de Granada, son muchos los locales que la visitan en verano. Esto, sumado a su pequeña extensión, hace recomendable acudir pronto para poder hacerse con un hueco en su arenal.

El recorrido en coche desde Motril es de 20 minutos. Para llegar debe tomar la carretera A-7 y desviarse en la salida 342, para continuar por la carretera N-340 en dirección a Calahonda. La cala cuenta con dos zonas de aparcamiento a las que se recomienda llegar temprano para evitar quedarse sin sitio, sobre todo en verano, ya que cuenta solo con 100 plazas.

Al tratarse de una playa con un entorno natural protegido, su acceso puede resultar algo complicado. Desde la zona de aparcamiento hasta el arenal, debe pasar por un sendero. No obstante, cabe tener en cuenta que no se trata de un camino accesible para todo tipo de personas. De hecho, no se recomienda acudir por personas mayores o de movilidad reducida.