Difícil y dramático comienzo de cargo para Yvette Cooper, la ministra de Interior de Reino Unido que tomó posesión hace poco más de un mes. Tras el asesinato de tres menores a finales de julio, esta misma mañana ha vuelto a suceder: un hombre de mediana edad ha atacado a una niña y una mujer en Leicester Square, Londres.
Según la prensa local, las autoridades no creen que se trate de un ataque terrorista. Sin embargo, este suceso eleva la tensión en el país, que todavía mira con recelo los disturbios ocurridos hace unas semanas, cuando algunos agitadores ultraderechistas difundieron por redes sociales que el asesino de las tres niñas de Southport era un migrante islamista.
Yvette Cooper, encargada de los asuntos de Interior, tendrá que enfrentar lo que ya se postula como la primera gran crisis de su mandato, pues se estima que las protestas han sido las peores desde el pasado año 2011.
La dedicación política de Cooper
Desde joven, Cooper (55 años, Inverness, Escocia) apuntaba maneras en el mundo de la política: tras estudiar filosofía, política y economía, pronto comenzó a trabajar para Bill Clinton en Estados Unidos, como investigadora económica o de corresponsal para el periódico The Independent.
Sin embargo, no fue hasta el año 1997 cuando dio el salto a la política nacional inglesa, al ser elegida subsecretaria parlamentaria de Estado con Tony Blair. En 2005, fue ascendida a Ministra de Estado de Vivienda y Planificación y, durante los próximos 10 años, ocupó varios cargos en el Partido Laborista hasta presentarse como candidata a su dirección en 2015. Pero no consiguió el liderazgo.
No cabe duda; su vida está fuertemente ligada a la política. Tanto es así, que se ha casado con Ed Balls, quien también se dedicó a la política y a la economía, llegando a ser Secretario de Estado para la Infancia, la Escuela y la Familia por el Partido Laborista. A día de hoy, y tras la holgada victoria del Partido Laborista en las últimas elecciones, Yvette Cooper desempeña el cargo de Secretaria del Interior, puesto que le ha suministrado la última crisis esta misma mañana, tras el ataque con arma blanca de Leicester.
Nuevo ataque con arma blanca
Durante la jornada del lunes, una niña de 11 años y una mujer de 34 han sido apuñaladas en Leicester Square, Londres. Según el portavoz del Servicio de Ambulancias de Londres, las dos víctimas han sido evacuadas a un hospital, y todavía no se sabe cómo avanza su estado de salud.
"Escuché un grito y vi cómo un hombre de unos 30 o 40 años apuñalaba a una niña", ha declarado a The Guardian uno de los testigos del suceso. El sospechoso ha sido detenido como presunto culpable de los hechos, como ha informado la Policía Metropolitana.
Según la prensa local, las autoridades no creen que se trate de un ataque terrorista, aunque la zona en la que se ha producido el suceso contara con multitud de turistas y viandantes debido a que es una zona céntrica, de restaurantes, teatros y comercios.
Ola de violencia en Reino Unido
Tras este apuñalamiento, la tensión en Reino Unido ha aumentado considerablemente. El pasado 29 de julio, tres niñas fallecieron al ser atacadas con un arma blanca mientras estaban en clase de baile. Los hechos ocurrieron el Southport, una localidad al noroeste de Inglaterra. En este caso, el agresor ya ha sido identificado. Se trata de un joven de 18 años, nacido en Gales pero de padres ruandeses, que dejó heridas a otra decena de personas, la mayoría menores.
Estos hechos provocaron gran agitación en diferentes puntos del país y por redes sociales pues, tras las pantallas, corrieron como la pólvora diferentes informaciones en las que se relacionaba erróneamente al presunto autor con un migrante islamista. Los datos fueron difundidos por grupos de extrema derecha, generando gran agitación social. Las tensiones acabaron en disturbios en las calles de diferentes ciudades como Hartlepool, Manchester o Adershot.
Con estos apuñalamientos, se perpetúa la tendencia al alza de los ataques con arma blanca: en los últimos años, Londres ha sufrido una oleada de violencia sin precedentes, en la mayoría de los casos perpetrados por jóvenes. Estos ya han sido los peores disturbios en el Reino Unido desde 2011.