Con la llegada de los meses más calurosos del año, es bastante habitual que nuestra mente esté dispersa, pensando en todos los planes que podemos hacer gracias al buen tiempo. Mientras que las vacaciones, probablemente, las tenemos pensadas desde hace tiempo, las escapadas de fin de semana se convierten en una opción excelente para olvidarnos del ajetreo diario durante un par de días.

Por este motivo, los lugares más populares en España se llenan de gente los últimos días de la semana. La Comunidad Valenciana o ciudades andaluzas como Málaga se convierten en un sinfín de turistas, tanto españoles como extranjeros, que buscan un pequeño respiro. No solo eso, sino que los planes más caseros como los parques de atracciones, piscinas, parques acuáticos o playas de interior son los más buscados.

A este último grupo pertenece las Lagunas de Ruidera, en Castilla-La Mancha, un parque natural que se compone de 16 lagunas fluviales situadas en el valle del Guadiana Viejo, en las provincias de Ciudad Real y Albacete. En verano, se convierte en la zona de baño favorita de miles de visitantes, quienes además de refrescarse, disfrutan de un entorno único.

Las Lagunas de Ruidera, Castilla-La Mancha

El parque natural Lagunas de Ruidera es un espacio natural protegido y una de las principales joyas geográficas de Castilla-La Mancha gracias a su impresionante paisaje y biodiversidad. Se asienta en una meseta conocida como el Campo de Montiel, una comarca natural e histórica de España.

La formación de las Lagunas de Ruidera es un proceso natural que ha ocurrido a lo largo de miles de años. La acción continua del agua, a través de arroyos y manantiales, ha erosionado y disuelto las rocas calizas, creando cavidades y depresiones en el terreno. Estas cavidades han sido las que se han llenado de agua, formando las lagunas que conocemos hoy.

Esto explica el porqué el terreno de las Lagunas de Ruidera está compuesto principalmente por materiales calizos y dolomías del Jurásico Inferior. Estas rocas sedimentarias son conocidas por su capacidad para formar paisajes kársticos, caracterizados por cuevas, sumideros y otras formaciones geológicas únicas.

Además, la región también contiene arcillas, margas y yesos del Triásico, que contribuyen a la impermeabilidad del suelo en ciertas áreas, facilitando la acumulación de agua en las lagunas. 

El plural del nombre no es casualidad, y es que este espacio natural está constituido por las siguientes lagunas: Laguna Blanca, Laguna Conceja, Laguna Tomilla, Laguna Tinaja, Laguna de San Pedro, Laguna Redondilla, Laguna Lengua, Laguna Salvadora, Laguna Santos Morcillo, Laguna Batana, Laguna Colgada, Laguna del Rey, Laguna Cueva Morenilla, Laguna Coladilla y Laguna Cenagosa.

Aunque el municipio de Ruidera, en Ciudad Real, es el que da nombre a este espacio natural, lo cierto es que la mayor parte de las lagunas —nueve de las quince— forman parte del término municipal de Ossa de Montiel, en la provincia de Albacete. A las nueve, además, hay que sumar la mitad de la Laguna Colgada, que está sobre el límite provincial.

Lagunas del Ruidera. Gobierno de Castilla-LaMancha.

Las lagunas están interconectadas a través de pequeños arroyos y cascadas que permiten el flujo de agua de una a otra. Este sistema de conexión no solo es esencial para el mantenimiento del nivel de agua, sino que también crea un entorno dinámico y en constante cambio.

Su belleza natural ha conseguido que sea uno de los lugares turísticos más visitados de Castilla-La Mancha, que reúne especialmente los meses de verano a miles de turistas. En algunas de estas lagunas podemos darnos un baño entre las aguas cristalinas; sin embargo, no en todas es posible por cuestiones medioambientales o por conservación. 

Además de ostentar el título de joya turística, las Lagunas de Ruidera son un refugio vital para una rica biodiversidad. El parque alberga una amplia variedad de especies de flora y fauna, y en los últimos años se han implementado importantes esfuerzos de conservación para proteger este valioso ecosistema.

Qué hacer en las Lagunas de Ruidera

Las Lagunas de Ruidera son un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el ecoturismo. Ofrecen una amplia gama de actividades recreativas que permiten a los visitantes disfrutar de este entorno único de diversas maneras. Desde el senderismo hasta la observación de aves, pasando por actividades acuáticas y el turismo cultural, hay algo para todos los gustos.

El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera es hogar de una diversidad notable de especies vegetales y animales. Las diferentes especies de flora adornan el paisaje, y las que viven en el propio hábitat convierten al lugar en un escenario perfecto para diferentes actividades, como contemplar aves.

El parque es un verdadero paraíso para los amantes de la ornitología. Se han identificado numerosas especies de aves, incluyendo algunas en peligro de extinción. Además, en las lagunas y sus alrededores se pueden encontrar anfibios, reptiles y varios mamíferos, lo que refleja la salud y diversidad del ecosistema, que han luchado por conservar.

En el ámbito marino, se pueden hacer diferentes actividades como el snorkel o el buceo con el fin de contemplar diferentes especies. Incluso, hay actividades guiadas por monitores que también incluyen la visita en kayak.

Sin embargo, una de las actividades más populares en las Lagunas de Ruidera es el senderismo. La red de senderos y caminos que atraviesan el parque natural permite a los visitantes explorar sus paisajes y disfrutar de vistas panorámicas. Existen rutas para todos los niveles de condición física, desde paseos cortos y fáciles hasta senderos más largos y desafiantes.

Algunas de las rutas más recomendadas incluyen la Senda de la Cueva de Montesinos, la Senda del Castillo de Rochafrida, la Senda del Pie de Enmedio y la Senda del Ossero. Cada una de estas rutas ofrece una experiencia única, permitiendo a los senderistas descubrir diferentes aspectos del parque.

El precio de la entrada al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera es cero, el acceso es totalmente gratuito; sin embargo, el Ayuntamiento ha pensado durante varios años el cobrar su acceso, ya que, en un año normal, pueden pasar por la zona entre 500.000 y 600.000 personas, la gran mayoría en los meses de verano.