"Se apagó durmiendo, que era lo que ella quería", dice a EFE Rosa Moret, la hija pequeña de María Branyas Morera, la mujer más longeva del mundo. La catalana fallecía sobre las seis de la mañana del lunes 19 de agosto en la residencia de Olot en la que vivía. Y lo hizo, como reconoce su descendiente, como los suyos querían.
Branyas sabía que su hora se acercaba sigilosa. Algo que su familia, que gestionaba su cuenta de X (antiguo Twitter), dejaba claro en la mañana del 20 de agosto, cuando fue incinerada. En un mensaje en la red social, aseguraban que hacía unos días les dijo: "Un día me iré de aquí. No volveré a probar el café, ni a comer yogur, ni a mimar a Hada… dejaré también mis recuerdos, mis reflexiones y dejaré de existir en este cuerpo".
Ese día, aseguran los suyos en el post, lo sabía cercano, aunque desconocido. Su largo viaje ha terminado, pero, reconocía la anciana antes de fallecer, la muerte la encontró "gastada de haber vivido tanto".
Branyas nació en San Francisco (Estados Unidos) el 4 de marzo de 1907, pero pocos años después, aún de niña, esta piscis arribó en Cataluña con su familia. Era 1915, y desde entonces hasta su reciente fallecimiento le tocó vivir dos pandemias (gripe española y Covid), la Guerra Civil, la posguerra y el franquismo.
A los 92 años decidió trasladarse a la residencia de Olot que la vio irse. Desde 2023, era la persona más longeva en vida del mundo. Eso sí, estos últimos años no han sido del todo sencillos: su avanzada edad le produjo problemas de movilidad y auditivos, aunque no sufrió enfermedades graves, sobre todo después de superar la Covid-19.
Tras este hito, precisamente, y como ya se contó en EL ESPAÑOL, el investigador Manel Esteller, eminencia en el campo de la genética y director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, recogió muestras de esta superanciana para estudiar por qué su genoma era tan resiliente ante las enfermedades.
Y es que Branyas era una de esas pocas privilegiadas que se encuentran entre el selecto grupo de los supercentenarios, es decir, aquellas personas que han superado los 110 años. Además, se encontraba en el top 10 de las más longevas de la historia, pues ostentaba el puesto número ocho.
Su sucesora
Ahora es la extremeña Silveria Martín la que toma el testigo de Branyas y se convierte en la persona más longeva de España. A sus 114 años, según apunta EFE, esta oriunda de Talavera la Vieja pasa a ser la novena persona de mayor edad del mundo.
Martín nació el 20 de junio de 1910 en el pueblo cacereño que en 1963 se convirtió en el pantano de Valdecañas. Allí se crio y se casó con el tío José 'El Retratista', como le conocían sus vecinos.
Juntos tuvieron cinco hijos y vivieron en Talavera la Vieja hasta que cumplió 53 años, cuando llegó la orden de desalojo del pueblo y la familia tuvo rehacer su vida en otro lugar. Ahora, vive en la residencia de mayores "El Prado" de Villanueva de la Vera (Cáceres).