Alrededor del mundo existen lugares únicos y que tenemos como objetivo en la vida. Sin irnos tan lejos, muchos de ellos están en Europa. Islas como Santorini, pueblos como Cinque Terre, monumentos como la Torre Eiffel o enclaves naturales como los Alpes en Suiza.

Sin embargo, y aunque tendamos a olvidarnos, en España también podemos presumir de una naturaleza inigualable, y una historia fascinante que lo acompaña. Tanta es la unicidad de muchos de nuestros paisajes que algunos de ellos ocupan el primer puesto en algunas listas europeas, como es el caso de los acantilados de Herbeira, en A Coruña.

Viajar al norte del país supone una visita a la España Verde, esa en la que el intenso tono de la naturaleza se funde con el azul profundo. En el caso de los acantilados, esa combinación es más real que nunca, en el caso de Vixía Herbeira, se dice que "caen del cielo hasta el mar".

Los acantilados de Herbeira, en A Coruña

Los acantilados de Vixía Herbeira o más conocidos como Herbeira son un impresionante accidente geográfico ubicado en la costa norte de Galicia, específicamente en la provincia de A Coruña, cerca de la localidad de Cariño. Estos acantilados forman parte de la sierra de A Capelada, una cadena montañosa que se extiende paralela al océano Atlántico.

Con una altura que alcanza los 613 metros sobre el nivel del mar, son los acantilados con mayor cota sobre el nivel de mar de la Europa continental y los cuartos de mayor altura de Europa, tras los de Hornelen, Cabo Enniberg y Croaghaun. 

Vixía Herbeira es más que un simple mirador natural, es un lugar cargado de historia y leyendas. Su nombre, Vixía, hace referencia a su uso como punto de vigilancia en siglos pasados. En la cima de los acantilados se encuentra una antigua garita de vigilancia construida en el siglo XVIII, desde donde los vigías alertaban a la población local de la posible llegada de piratas o barcos enemigos.

Este puesto de observación militar refleja la importancia estratégica del lugar, no solo por su elevación, sino también por su visibilidad sobre el océano, siendo un punto crucial para el control de la costa gallega. 

La región es conocida también por su rica biodiversidad. El fuerte viento, casi constante, y la bruma que frecuentemente envuelve los acantilados, crean un ambiente único donde la flora y fauna locales han desarrollado características particulares para adaptarse a las duras condiciones climáticas.

Los acantilados de Herbeira tienen una panorámica de película, pero también cuentan con una historia digna de conocer. Justo al borde de los mismos encontramos la garita de Herbeira, que formaba parte de una serie de puestos de vigilancia costera y marítima a lo largo de toda la costa gallega.

Desde el mirador de la Garita de Herbeira encontramos la máxima cuota de los acantilados, a más de 610 metros sobre el nivel del mar. Muchos días, debido a la niebla frecuente en la zona, las nubes llegan a cubrir el alto de estos montes y parece que estamos tocando el cielo.

Llegar hasta ahí es muy sencillo, ya que cuenta con un acceso señalizado desde la carretera DP-2205. Cuenta con su propio aparcamiento y a medida que conducimos también podemos disfrutar de unas vistas impresionantes. 

Estos acantilados llegan hasta San Andrés de Teixido, una aldea de menos de 50 habitantes, pero que atrae cada año a numerosos visitantes que lo han convertido en uno de los lugares de peregrinaje más antiguos de Galicia. Es un lugar lleno de tradiciones y leyendas que lo convierten en un punto misterioso y atractivo para creyentes de todo ámbito.

Desde la aldea de San Andrés de Teixido encontramos otro de los mejores puntos para observar los impresionantes acantilados. No solo contemplaremos una panorámica que deja sin aliento, sino que podemos visitar el centro de peregrinación espiritual encajado entre barrancos y suspendido sobre el mar.

Visitar Cariño

Cariño es una pequeña pero encantadora localidad situada en la provincia de A Coruña, en Galicia, al noroeste de España. Esta villa costera, bañada por las aguas del océano Atlántico, se encuentra en la comarca de Ortegal y es conocida por su impresionante paisaje natural, sus costas abruptas, y su riqueza cultural e histórica.

Con una población de aproximadamente 4.000 habitantes, la historia de Cariño está estrechamente vinculada al mar, ya que desde tiempos antiguos sus habitantes han vivido principalmente de la pesca y de actividades relacionadas con el puerto.

La economía pesquera ha sido el motor del desarrollo de la villa, y aún hoy, aunque el turismo ha ganado protagonismo, el puerto de Cariño sigue siendo un centro neurálgico de la vida local. En él se puede ver cómo las coloridas embarcaciones van y vienen mientras descargan pescado fresco que luego es distribuido por toda Galicia.

La localidad está situada entre el mar y las montañas, con un paisaje que alterna entre verdes colinas, playas de arena blanca y los impresionantes acantilados de Vixía Herbeira.