Las políticas no se libran del odio, el machismo y los comentarios racistas y sexistas en las redes sociales. Es más, parece que si eres mujer, negra, y te presentas a las elecciones, eres el objetivo perfecto para recibir comentarios misóginos y xenófobos a través de Instagram, Twitter o Facebook.
Este es el caso de Kamala Harris, vicepresidenta y candidata demócrata de los Estados Unidos, que recibe a diario mensajes de odio basados en su color de piel o su género. Del mismo modo que sucede con ella, otras muchas políticas, de allí y de aquí, sufren acoso y consideraciones vejatorias en Internet.
Instagram, ¿cómplice del odio?
El artículo escrito por la revista estadounidense Wired, en el que se trata esta cuestión, hace referencia al informe del Center for Countering Digital Hate (CCDH), una organización sin ánimo de lucro que investiga la inducción al odio y la desinformación a través de Internet.
Aunque las directrices de Instagram afirman que la plataforma prohíbe este tipo de publicaciones negativas, el citado análisis advierte de que la red social mantuvo el 93% de los 1.000 comentarios que incitaban al odio hacia mujeres políticas tras ser denunciados. Además, en algunos casos, han decidido dejarlos en el muro incluso después de revisarlos.
Las frases de odio y los ataques por la raza, la etnia, el sexo o la identidad de género tampoco están permitidos, pero también son pasados por alto en muchas publicaciones. Un usuario escribía: "I hate this nigga" (odio a esta negra) en un post de Kamala Harris, y el comentario no ha recibido ningún tipo de penalización ni ha sido eliminado.
La conclusión a la que ha llegado Imran Ahmed, director general de CCDH, es que Instagram está contribuyendo a la generación de un entorno virtual en el que se aparta a las mujeres de la aspiración a cargos políticos. La investigación, que siguió las cuentas de 10 mujeres políticas estadounidenses (tanto demócratas como republicanas) durante 6 meses, dio como resultado la obtención de todo tipo de comentarios racistas, vejatorios, amenazas de muerte e incluso de violación.
Más resultados
Según otro informe elaborado por el ISD, que analiza la escala y la naturaleza del abuso en línea dirigido a candidatos al Congreso durante la campaña presidencial estadounidense en el año 2020, el abuso online continúa siendo generalizado en redes, a pesar del compromiso de las empresas de convertir sus plataformas en un lugar seguro para todos y todas.
Algunos de los hallazgos más destacables del informe nos avisa de que las mujeres son más propensas que los hombres a recibir abusos a través de las plataformas digitales, como puede ser X. Aquellas con orígenes étnicos minoritarios eran más propensas a ser destinatarias de esta clase de abusos, y es más probable que las candidatas femeninas sean atacadas por su apariencia física y/o por la percepción de falta de competencia para liderar.
Además, en Facebook (también plataforma de Meta) las participantes demócratas recibieron diez veces más comentarios abusivos que sus equivalentes masculinos. Lo mismo sucedió con las republicanas, con el doble de consideraciones de este tipo que los candidatos.
Los resultados del análisis destacan una diferencia notable en cuanto al abuso por cuestión de sexos. Ellos son objeto de ataques generalizados, mientras que los de ellas se centran en su género y su personalidad.
Si a estos datos le añadimos que tan solo el 23.7% de los escaños del Congreso estadounidense estaban ocupados por mujeres en el año 2020, podemos llegar a la conclusión -advierte el informe- de que existe un sesgo de género perpetuado en la toma de decisiones y las políticas implementadas. Esto, a su vez, podría derivar en una menor implicación femenina en política, posiblemente ocasionada por el acoso online.
El caso de España
Las políticas españolas tampoco quedan exentas del odio y las vejaciones que expresan los usuarios de Instagram a través de comentarios en reels y publicaciones. El perfil de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, arrastra consigo numerosos comentarios tóxicos tales como: "Por favor, un chequeo mental para esta", "qué paleta llegas a ser", o "imposible ser más necia".
Si nos metemos en el perfil de Yolanda Díaz, encontraremos expresiones similares: "A planchar, que es lo que mejor se te da", o "das tantísimo asco...". Y, en su momento, la diputada Irene Montero fue objeto de comentarios extremos como: "Zorra vividora del cuento", o "fotos de postureo de una fracasada".
El informe elaborado por la revista Icono 14, titulado 'El discurso de odio hacia las candidatas a la Comunidad de Madrid 2023, sesgo de género y virulencia', que analiza la difusión del hate speech a través de las redes, destaca la agresividad con la que se escriben dichos comentarios. Esta acción se refuerza cuando se dirigen a la clase política y hacia las mujeres, que son cuestionadas de forma distinta a sus compañeros varones.
"La manifestación principal se centra en críticas hacia la integridad y capacidad profesional de las políticas y candidatas, manifestando un odio personal e irracional que se dirige en torno al deseo de un fracaso político y en su condición de mujer", aclaran los investigadores.
La inacción de Meta
Aunque Meta es consciente de que sus plataformas ejercen un fuerte abuso hacia los políticos, que además se refuerza en el trato a las mujeres, los informes analizados indican que no parece estar plenamente comprometida con la eliminación y el control de dichos comentarios ofensivos.
Thakur, director de investigación del Centro para la Democracia y la Tecnología, también elaboró un informe referido al tema en 2022, el cual destacaba que las políticas estadounidenses de color eran más propensas a sufrir acoso y abusos en las redes.
Además, explica que las mujeres con las que contactó durante la investigación aseguraban que las denuncias a través de la plataforma tardaban mucho en ser atendidas, lo que provocó que no se sintieran lo suficientemente atendidas y protegidas.
"El mayor problema es que las plataformas no diferencian entre aquellos a los que se dirige el contenido abusivo ni lo dañino que puede llegar a ser. Como sociedad, no tratamos a todos los políticos por igual debido a la raza, el género y otros factores, pero las plataformas sí quieren hacerlo", opina.