España cuenta con gran diversidad de paisajes que permiten disfrutar de diferentes contrastes sin salir de sus fronteras. Nuestro país puede presumir de contar con relieves montañosos y bosques frondosos para quienes deciden huir del calor, pero también hasta 8.000 kilómetros de costa para aquellos que prefieren un 'eterno verano'.
Hay paisajes españoles que, incluso, parecen sacados de una película. Tanto, que han sido los propios actores y directores del séptimo arte que se han desplazado hasta el lugar para poder rodar allí. Estamos hablando del paisaje natural semidesértico de Las Bardenas Reales, que no solo tienen una belleza fuera de este mundo, sino que te transportan a la escena de tu serie favorita.
Las Bardenas Reales de Navarra son un paisaje natural semidesértico que se extiende a lo largo de 400 kilómetros cuadrados por el sur de la Comunidad Foral lindando con Aragón. Aunque podría tratarse de un plató de cine, es una de las obras majestuosas de las que España puede presumir sin miedo a que aparezca nadie más a ofrecer algo mejor.
Las Bardenas Reales, Navarra
Las Bardenas Reales, ubicadas en la región sureste de Navarra, son un extenso paraje semidesértico declarado Parque Natural en 1999 y Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2000, abarca unas 42.000 hectáreas que se extienden en terrenos áridos, llenos de barrancos, mesetas y formaciones rocosas.
El paisaje es casi un accidente natural fruto de las lluvias torrenciales y del viento en esta zona de la estepa ibérica. A pesar de su aspecto inhóspito, las Bardenas son un espacio vivo, en el que conviven una gran variedad de especies animales y vegetales, lo que aumenta su atractivo natural.
Como ya hemos comentado, sus impresionantes formaciones geológicas son resultado de la erosión constante del viento y el agua durante miles de años. El terreno, mayormente compuesto de arcilla, yeso y arenisca, ha sido moldeado en diferentes formas que parecen de otro mundo, con algunas de sus estructuras más icónicas.
Entre las más destacadas está el "Castildetierra", una especie de torre natural esculpida por los dos elementos y que se ha convertido en el símbolo más reconocible de la zona. Las tonalidades ocres, rojizas y beige que dominan el paisaje le dan un carácter árido, que cambia a lo largo del día según la luz.
Así como en otros lugares semidesérticos, también existe fauna y flora que habita en el lugar. Más de un centenar de aves distintas vuelan a sus anchas por el lugar e, incuso, ha sido considerada una Zona de Especial Protección para las Aves.
Las Bardenas son hogar de aves increíbles como el buitre leonado, el águila real, el alimoche, el búho real, el cernícalo, la avutarda, el sisón, el alcaraván o la ganga. Pero también caracoles, cangrejos, arañas e insectos o incluso, peces (en algunas balsas), anfibios como ranas o reptiles como la lagartija parda.
A nivel geográfico, las Bardenas se dividen en tres zonas principales: la Bardena Blanca, la más árida y extensa; la Bardena Negra, caracterizada por sus montes bajos y cubiertos de vegetación; y el Plano, una zona más elevada y plana, con usos agrícolas.
Cada una de estas zonas presenta características y paisajes distintos, lo que convierte a las Bardenas en un entorno variado y diverso. Pero además de toda una gama de color y un paisaje único en el mundo, el parque cuenta con una rica historia humana.
Aunque hoy día es una zona protegida, tradicionalmente ha sido utilizada por los pastores de la región como zona de pasto para sus rebaños. De hecho, en su nombre se confiesa y es que, a pesar de haber diversas teorías, la palabra Bardenas parece derivar del vocablo aragonés 'pardina', que significa zona de pastoreo en valles o regiones bajas.
Pero su historia se remonta muchos años atrás. Tal y como cuentan en su página web, el territorio que comprende las Bardenas contaba con asentamientos humanos en las edades de Bronce y Hierro. Un acontecimiento que confirman los abundantes yacimientos arqueológicos que se han encontrado.
Este espacio ha sido escenario de numerosos acontecimientos históricos, desde la ocupación romana hasta su uso como refugio por parte de bandidos y contrabandistas en tiempos más recientes.
Sin embargo, el uso humano no se limita solo a la actividad pastoral. Parte de las Bardenas es utilizada como campo de tiro militar, una situación que ha generado cierta controversia a lo largo de los años. A pesar de las protestas ecologistas y sociales, la actividad militar continúa, aunque con restricciones para proteger el entorno natural.
Además de sus usos históricos y actividades, el paraje ha terminado siendo la localización de diferente series y películas como Juego de Tronos (2011-2019), El consejero (2013) o El mundo nunca es suficiente (1999).
A pesar de su belleza, las Bardenas Reales son un espacio protegido que tiene ciertas restricciones con el fin de preservar el medio ambiente. Para visitarlas hay dos opciones, o bien contratar una de sus rutas (a pie, en coche o bici) o conocerla por medio de los senderos habilitados para ello.