Con el mes de otoño recién comenzado, los planes invernales se van acercando poco a poco. Hemos dejado atrás los pícnics en la playa y las rutas por islas escondidas para ponernos las botas de montaña y respirar el aire fresco que nos ofrecen las montañas de España. 

A pesar de lo maravillosas que sean las playas del país, el paisaje montañoso que ofrece España nos hace olvidar que el verano ya se ha marchado, para recordar que podemos disfrutar de rutas increíbles como las que nos ofrece el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.

A través de una completa red de senderos, el espacio protegido más importante de Aragón es también una de las rutas más bonitas del mundo. Sus barrancos, situados en parajes de naturaleza salvaje, no solo atraen a los amantes de las aventuras, sino a los que quieren disfrutar de un paisaje sin igual.

Un destino único

El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara es un paraje situado en la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón, España. Cuenta con un patrimonio arqueológico de gran relevancia, como las numerosas pinturas rupestres que se encuentran en los abrigos y cuevas de la zona, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Se extiende por una superficie de más de 80.000 hectáreas, siendo uno de los espacios protegidos más importantes de Aragón. Abarca los términos municipales de Abiego, Adahuesca, Aínsa-Sobrarbe, Alquézar, Arguis, Bárcabo, Bierge, Boltaña, Caldearenas, Casbas de Huesca, Colungo, Huesca, Loporzano, Nueno y Sabiñánigo.

Este espacio es conocido por su paisaje escarpado y montañoso, repleto de profundas gargantas, cañones, barrancos y formaciones geológicas únicas que se han ido esculpiendo a lo largo de millones de años por la acción erosiva de los ríos, especialmente el Alcanadre, el Vero y el Mascún.

Uno de los aspectos más destacados de la Sierra de Guara es la diversidad y riqueza de su entorno natural. Se trata de un área con una gran variedad de ecosistemas, donde conviven ambientes mediterráneos y atlánticos y que se refleja en una fauna y flora muy variadas.

La vegetación es especialmente exuberante en las zonas más bajas, con bosques de encinas, quejigos y carrascas, mientras que a medida que se asciende por la sierra se pueden encontrar pinos, sabinas y bojes, entre otras especies. Sin embargo, en las partes más altas se vuelve más escasa, adaptándose a las condiciones de la montaña.

El parque es un auténtico refugio para la fauna salvaje. Alberga una gran cantidad de especies animales, muchas de ellas protegidas o en peligro de extinción. Las aves rapaces, como el quebrantahuesos, el buitre leonado, el águila real y el halcón peregrino, encuentran en estas sierras un hábitat ideal.

El quebrantahuesos, en particular, es uno de los emblemas del parque y uno de los motivos por los que se le presta especial atención a la conservación de su entorno. Otros mamíferos como el jabalí, el corzo, la cabra montés y el zorro también son comunes en la zona, así como anfibios y reptiles.

Los cañones y barrancos son uno de los principales atractivos del parque, y su espectacularidad lo ha convertido en un destino de referencia para los amantes de los deportes de aventura, especialmente el barranquismo.

Las rutas en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara

Debido a la panorámica de la zona y la estructura de la misma, las rutas de descenso de cañones, como el cañón del río Vero o el del Mascún, son las más famosas. En ellas se puede descender por paredes verticales, pozas de aguas cristalinas, cascadas y formaciones geológicas únicas.

Una de las rutas más populares y accesibles es la ruta del Cañón del Río Vero, que parte del pintoresco pueblo de Alquézar, uno de los más bonitos de la Sierra de Guara. Es conocida por su belleza y por los espectaculares paisajes que ofrece, como los puentes colgantes que permiten cruzar el río.

Es una ruta de dificultad media que se puede realizar en unas 4-5 horas, y que además permite descubrir el arte rupestre de la zona, ya que hay abrigos con pinturas prehistóricas a lo largo del recorrido, que demuestran la vida que habitaba en el lugar hace miles de años.

Otra de las rutas más famosas es la del Barranco de Mascún, que parte desde el pueblo de Rodellar. Es más exigente y recomendada para excursionistas con cierta experiencia, puesto que tiene tramos técnicos y un desnivel considerable.

A lo largo del camino, los senderistas pueden disfrutar de impresionantes formaciones rocosas, como la famosa 'Ciudadela' y el 'Delfín', y descubrir varias fuentes de agua y cuevas que dan testimonio de la actividad erosiva de los ríos a lo largo de los siglos. La ruta completa puede llevar entre 6 y 8 horas.

Para quienes buscan una experiencia de menor dificultad, pero igualmente espectacular, la ruta de La Fuente de Tamara y el Salto de Bierge es ideal. Un recorrido que sigue el curso del río Alcanadre y culmina en el Salto de Bierge, una cascada natural de unos 10 metros de altura que forma una piscina natural donde es posible bañarse en verano.

La ruta es sencilla y apta para toda la familia, con una duración de unas 2-3 horas, y es especialmente popular durante los meses más cálidos por la posibilidad de refrescarse en las aguas del río.

La Sierra de Guara es también un lugar muy popular para el barranquismo, y muchas de las rutas pueden combinarse con esta actividad. Sin embargo, también podemos visitar los alrededores, donde se encuentran pequeños pueblos que parecen haberse detenido en el tiempo, como Alquézar y Rodellar.