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El 25 de noviembre no es un día para celebrar. Todo lo contrario. Ojalá pudiéramos borrarlo ya de nuestro calendario. El Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres es un instrumento de toma de conciencia, de homenaje, de reconocimiento y, sobre todo, de compromiso.

En EL ESPAÑOL, a través de Magas, hemos decidido impulsar esta sección que responde a nuestra visión sobre las tragedias que suponen los asesinatos de género en nuestro país. 'La Vida de las Víctimas' fue y será un trabajo dedicado a honrar la memoria de las mujeres que han sido víctimas mortales de la violencia de género en España.

Se trata de un enfoque sin prisas, que renuncia a la imperiosa actualidad a cambio de la calma necesaria para recuperar el resuello y dibujar un retrato homenaje de la mujer que ha sido asesinada, y que se merece más que ser un número ordinal en el listado anual.

Por eso, trascenderemos a los fríos datos de su asesinato, a reducir su historia a los brutales hechos que definen el delito que acabó con su vida. Nuestro planteamiento busca rescatar su humanidad, sus pasiones, sus sueños y todo aquello que definía su vida.

Tendremos en consideración los principios del 'Libro Blanco de la Comunicación sobre la Violencia de Género', que nos invita a narrar estos hechos desde una perspectiva de respeto, dignidad y humanidad.

Durante muchos años, de manera transversal, expertos en violencia y comunicadores han destacado la importancia de no revictimizar a las mujeres, de no centrarnos únicamente en la tragedia que les sobrevino, sino en la riqueza de sus vidas, su personalidad, sus gustos, sus proyectos y las pequeñas cosas que las hacían únicas y queridas.

Retrato íntimo

A través de esta sección, queremos ofrecer un homenaje íntimo y cercano que cuente no cómo murieron, sino quiénes fueron: qué les apasionaba, a qué dedicaban su tiempo libre, cómo conseguían sobreponerse a los malos momentos, qué música les hacía cantar y bailar cuando estaban a solas, cuáles eran sus lugares favoritos, qué libros llenaban sus estanterías, qué series las tuvieron enganchadas, qué sueños albergaban para el futuro.

Vamos a intentar contar lo mejor de ellas, las risas que compartían con sus amigos, las comidas favoritas que preparaban o que les gustaba que les cocinaran o comer en el bar de la esquina. También esa faceta creativa que podían mostrar o que conservaban para ellas mismas.

Nos esforzaremos en construir un retrato honesto y lo más fiel posible de cada mujer, consultando a su círculo más cercano, a aquellos que compartían su día a día, para que entre todos nos guíen en la narrativa. Queremos que se sientan orgullosos de ese artículo que a ellas mismas les hubiera gustado leer si un asesino no hubiera acabado con su vida.

Queremos que, cuando alguien lea los textos de esta sección, no vea solo el suceso que terminó con su vida, sino que perciba la complejidad y riqueza de las mujeres asesinadas, porque no son solamente una cifra en un recuento. Cada una de ellas es una vida arrebatada con una crueldad intolerable.

Este enfoque también contribuye a la sensibilización social, a tocar el corazón y la empatía de nuestros lectores. Cuando contamos sus historias desde este ángulo humano y profundamente amable, promovemos una comunicación que supera el morbo o la tragedia, e instamos a que se combata la desensibilización que muchas veces acompaña al relato de la violencia de género.

Con cada retrato, trataremos de crear un puente emocional entre la sociedad y las mujeres asesinadas, porque tras cada asesinato hay una persona con una historia digna de ser contada y recordada.

Con 'La Vida de las Víctimas' no solo pretendemos que se escuche la voz de aquellas que ya no pueden hablar por sí mismas, sino que hacemos de su memoria una llamada a la acción, al compromiso para seguir trabajando por erradicar la violencia de género de nuestra sociedad y a superar los frentismos que se fomentan desde la polarización.