Gabriela González
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El puerto más austral del mundo, Ushuaia, se encuentra hoy en calma, en contraste con la agitación de emociones que vive el equipo del Reto Pelayo Vida. En este rincón del planeta, a las puertas de la Antártida, las cinco expedicionarias de la décima edición están listas para zarpar hacia uno de los desafíos más extremos de sus vidas.

Este no es solo un viaje físico, es un recorrido que simboliza el poder de la superación, la hermandad y la esperanza para miles de mujeres que padecen o han padecido cáncer.

Eric Frattini, creador del Reto Pelayo Vida y líder de la expedición, resume la magnitud de este hito: "Esta décima edición tenía que ser especial. Queríamos que las expedicionarias pisaran el único lugar en el mundo donde el 87% del territorio sigue inexplorado: la Antártida", cuenta.

El equipo del Reto Pelayo Vida al completo, ya en el aeropuerto.

"Al igual que los grandes exploradores como Scott o Amundsen, nuestras chicas experimentarán la emoción de lo desconocido y la sensación de pisar un territorio donde muy pocos han estado. Van a sentir exactamente lo mismo que sintieron ellos cuando llegaron al Polo Sur en 1912", continúa.

Frattini no solo destaca la épica de esta edición, sino también el legado que el reto ha construido durante la última década. "Hemos tenido casi 3.000 mujeres supervivientes que se han presentado como candidatas, y 51 han tenido la oportunidad de vivir la experiencia. Hemos dado 3,7 veces la vuelta al mundo en estos 10 años. En montañas que hemos ascendido, son como 2,7 veces el Everest", añade.

Pero lo que más le emociona es ver a Macarena, Cruz, Almudena, Patricia y Marta, con cara de alucinadas: "Esa mezcla de ilusión y de pasión por lo que van a hacer es increíble".

El equipo y los preparativos

En la goleta el 'Doblón', un gigante de 80 pies y 39 toneladas con casco de acero especialmente diseñado para resistir las duras condiciones del hielo, todo está listo. Frattini señala que la clave para una expedición exitosa en aguas antárticas radica en "ponerse en manos de expertos".

Viajarán 16 tripulantes. Las cinco expedicionarias, Frattini, la capitana Paula Gonzalo, personal médico, dos periodistas y un equipo audiovisual que documentará la travesía para Amazon Prime. Además, cada miembro ha sido seleccionado con la meticulosidad que requiere un reto de esta envergadura.

Para Cruz Álvaro, una de las cinco expedicionarias, el momento es indescriptible: "Es impresionante estar aquí. El paisaje, el equipo, el barco… Todo supera las expectativas. Hay una mezcla de nervios, alegría y orgullo que es difícil de explicar. Estoy completamente alucinada con todo lo que nos rodea".

La emoción de estar en un lugar tan remoto la embarga: "Una cosa es verlo, leerlo, y otra cosa es tocarlo. Ya estamos aquí. Tengo delante un paisaje nevado, una bahía rodeada de una barrera montañosa con nieve. Es la leche".

La conexión con lo inexplorado

El plan de navegación contempla atravesar el Canal de Beagle, un pasillo natural que protege al equipo de las peores condiciones climáticas, antes de enfrentarse al temido Paso de Drake.

Este tramo del viaje simboliza la dureza y la belleza de los retos, como explica Frattini: "Es un lugar que incluso los navegantes más experimentados prefieren evitar". Las aguas agitadas, conocidas por su imprevisibilidad, serán el primer desafío que deberán superar en esta aventura.

El amanecer en Ushuaia.

El 'Doblón' es más que un barco, es un refugio. Diseñado para soportar temperaturas extremas, cuenta con calefactores en su casco para evitar la congelación y con sistemas de navegación que garantizan la seguridad de la tripulación.

"Es un monstruo preparado para cualquier adversidad. A bordo, las chicas también llevarán el timón, alternando entre el exterior y un timón interior que les permitirá resguardarse del frío extremo", detalla Frattini.

Un viaje con propósito

Este reto es más que una experiencia personal, transmite un mensaje colectivo de esperanza y superación. Cruz Álvaro lo expresa con claridad: "Dedico este viaje a todas las mujeres que están pasando, que han pasado o que no han podido superar una enfermedad como el cáncer". Su voz tiembla al mencionar a las personas que la han apoyado: "Mi familia, mis hijas, mi marido, mi entorno".

La bandera del Reto Pelayo Vida que las expedicionarias llevarán hasta la Antártida es un símbolo poderoso. Representa no solo a las mujeres que han enfrentado el cáncer, sino también a una red de apoyo que trasciende fronteras. Cada año, esta bandera ondea en lugares extremos del mundo, llevando consigo un mensaje universal de valentía y resiliencia.

El inicio de una travesía inolvidable

Mientras se ultiman los preparativos y las expedicionarias recorren por primera vez el velero, el ambiente es de expectación. Frattini lo describe como un "cóctel de emociones".

Felicidad, nervios y, sobre todo, la certeza de estar ante una experiencia que cambiará sus vidas. Cruz Álvaro señala que "la energía del equipo es increíble, no solo las cinco expedicionarias, sino también los periodistas, médicos y el personal del barco".

El equipo al completo.

El viaje también es una lección sobre la importancia de trabajar en equipo. Frattini señala que: "Los retos y la vida son un perfecto paralelismo del cáncer, aunque el cáncer no se elige y los retos sí. Esta travesía no tendrá dolor, pero sí sufrimiento, especialmente en el paso de Drake".

A bordo, cada miembro del equipo sabe que cada día traerá nuevos desafíos, pero también nuevas oportunidades de conexión y descubrimiento. Las expedicionarias cruzarán mares, pisarán territorios desconocidos y se adentrarán en sus propios límites, superando miedos y redescubriendo su fortaleza interior.

Un legado que trasciende

Este décimo aniversario celebra el éxito del reto y el impacto humano que genera en las vidas. Más allá de los números y los logros deportivos, el Reto Pelayo Vida ha creado una comunidad de mujeres que apoyan, inspiran y transforman el mundo.

Este año, con la Antártida como escenario, las expedicionarias tienen la misión de demostrar que el espíritu humano es capaz de conquistar incluso los desafíos más extremos.

A medida que el 'Doblón' zarpa desde Ushuaia, deja atrás el puerto más austral del mundo, pero lleva consigo una bandera cargada de historias, sueños y esperanza. En unos días, las expedicionarias habrán cruzado el paso de Drake y llegarán al continente blanco. Allí, en la inmensidad de la Antártida, izarán la bandera del Reto Pelayo Vida, demostrando que los límites están hechos para ser superados.