Valencia es una de las provincias que más posibilidades ofrece en los meses más cálidos del año. Sus increíbles playas y calas, además del patrimonio histórico y cultural de sus ciudades, consiguen que este sea uno de los destinos favoritos de los turistas.
Su interior también está repleto de joyas naturales, perfectas para una escapada veraniega. Piscinas naturales de aguas cristalinas y cascadas que caen desde lo alto de formaciones rocosas rodeadas de vegetación que conseguirán que te olvides de las temperaturas más altas y, además, en lugares de ensueño.
Uno de los ejemplos más notorios de la provincia lo tenemos en el municipio de Quesa. Los Charcos de Quesa son un conjunto de piscinas naturales, todas ellas de distinto tamaño, que acompañadas por un entorno espectacular, consiguen maravillar a cualquiera que aquí venga.
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A unos siete kilómetros de la propia localidad, formando parte de La Canal de Navarrés, te encontrarás estas pozas donde podrás pasar un gran día de verano.
Rodeado de montañas y senderos de una belleza única, podrás acceder a ellas fácilmente. Elige fecha en el calendario y prepara la mochila que ya tienes el primer viaje del verano.
Los Charcos de Quesa
Estas cuatro piscinas naturales excavadas en el suelo por obra del río Grande son pura magia. La exuberante naturaleza que las rodea, el agua fresca y cristalina o la espectacular cascada que te encontrarás en una de ellas, te parecerá el paisaje más maravilloso del verano.
El Charco de la Horteta, el Charco de las Fuentes, La Bañera y el Charco de Corbera (donde está la cascada), son los nombres que reciben estas pozas valencianas. Por supuesto, te recomendamos bañarte en todas ellas, pero si quieres la mejor foto para tus redes sociales, es a la última de todas a la que debes ir.
Se permite el baño en todas ellas (no siempre está permitido) y te adelantamos que es puro bucolismo refrescarte en estas aguas mientras presencias cómo las montañas cubiertas de bosques propios del clima Mediterráneo se levantan ante ti.
Sobra decir que es semejante espacio natural es un tesoro en sí mismo, por lo que respetar y cuidar del entorno será responsabilidad tuya.
Cómo llegar hasta los Charcos de Quesa
Para acceder a los Charcos de Quesa puedes realizar una ruta lineal y muy sencilla desde el municipio de Quesa, a través de la Ruta Río de las Cuevas. Es fácil llegar y, además, está muy bien señalizado.
Deberás atravesar el barranco del río Grande y seguir el curso natural de este. Este camino también atraviesa por la ruta PR-204 que te lleva hasta el Charco de Horteta.
Si lo prefieres, podrás aparcar tu vehículo en la zona acondicionada para ello del Área Recreativa de los Charcos de Quesa. Es la opción más sencilla y, por un total de tres euros (dos por vehículo y uno por persona), podrás estar todo el día.
Qué saber antes de ir
Debes saber que Quesa forma parte de la Red Natura 2000, una entidad europea destinada a conservar la biodiversidad. Un espacio natural protegido del que es importante cuidar y respetar para poder seguir disfrutando de su belleza.
Por ello deberás pagar una pequeña tasa (ecotasa) de un euro por persona y dos por vehículo, en la época de mayor afluencia de visitantes. Pero, si quieres un consejo, merece la pena.
En el parking de la entrada encontrarás un acceso a personas con sillas de ruedas y una aérea infantil para que los más pequeños puedan jugar.