La provincia de Ávila es conocida por su historia, cultura y gastronomía, pero también por el exuberante patrimonio natural que ofrece. Espacios de gran belleza y con infinitas posibilidades que atraen a turistas de todos los rincones del mundo.
Uno de sus tesoros más reconocidos es la Sierra de Gredos. Uno de los sistemas montañosos más importantes de España, aguarda a su vez, un encantador pueblo considerado uno de los más bonitos de la provincia de Ávila, pero también del resto del país.
Ríos, gargantas y cascadas adornan el municipio de Candeleda, haciendo de él un auténtico paraíso del que disfrutar en verano. El patrimonio histórico y artístico de la ciudad, sumado al espectacular entorno natural que lo rodea, hace que este pueblo sea una verdadera joya que descubrir.
En este privilegiado lugar, los planes se aglutinan. Puedes desde conocer su bonito casco histórico para descubrir el encanto de los pueblos castellanos más tradicionales o bañarte en sus cristalinas aguas que bajan desde lo alto de las montañas atravesando Candeleda a través del río Tiétar.
Una ciudad con una historia que se remonta a hace 3.000 años, como así lo demuestras las pinturas rupestres que aún permanecen en Peña Escrita, más tarde conocido como Castró Vettón de El Raso. Perdérsela no es una opción.
Qué ver en Candeleda
Esta villa abulense de carácter rural evoca una magia que no todos los pueblecitos consiguen. La arquitectura que aborda Candeleda, casas tradicionales con floreados balcones de maderas, levantadas sobre sus empedradas calles y rodeada de un entorno natural único, hacen que sea un lugar mágico al que ir una y otra vez.
Más allá de su casco antiguo, el municipio cuenta también con otras edificaciones de gran relevancia histórica y cultural. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV, cuya fachada es impresionante, o la ermita de San Blas, enclavada en medio de la naturaleza, son dos de los grandes edificios de aquí.
Otra de las maravillas que hacen de Candeleda un pueblo fascinante es su gastronomía. Rica y variada, aquí podrás degustar verdaderas exquisiteces en cualquiera de los acogedores bares y restaurantes que hay en el pueblo.
Platos tradicionales como el queso de cabra o el cabrito asado son algunos de los más reconocidos. Pero si te quieres llevar algún producto típico de la tierra, no te puedes olvidar de la miel o el pimentón de Candeleda.
Piscinas naturales de Candeleda
Por la villa de Candeleda discurre espectacular las limpias y cristalinas aguas de la Garganta de Santa María, lugar de fusión de las gargantas Blanca y Lóbrega. Este increíble afluente da lugar a algunas de las piscinas naturales y charcos más impresionantes de todo el país.
Su perfecta ubicación en el Valle del Tiétar y la cercanía con la Sierra de Gredos logran que, cada año, Candeleda reciba a cientos de turistas deseosos de bañarse en sus frescas y limpias aguas.
Tan solo en su casco urbano, cuenta con dos preciosas piscinas naturales: el Charco Carreras y el Charco Palomas. Pero en sus inmediaciones, especialmente en la localidad de El Raso, perteneciente a Candeleda, podrás encontrar la piscina natural de los Riveros; el Charco de la Fidela; la Garganta de Tejea o las Gargantas de Alardos.
De una belleza asombrosa y rodeada de una exuberante naturaleza, estas zonas de baño están perfectamente equipadas con zonas de picnic y kioskos para poder pasar allí el día.
No son las únicas piscinas naturales de este entorno. La Sierra de Gredos y sus alrededores cuentan con increíbles espacios preparados para bañarse como en Arenas de San Pedro o en El Hornillo.
Recuerda que son espacios naturales protegidos con una riquísima biodiversidad que hace de este lugar un enclave único en el mundo. Respetarlo y cuidar de él es responsabilidad de todos. Es la única manera de poder seguir disfrutando de esta maravilla de la naturaleza.