Elegir Valencia para disfrutar de las vacaciones de verano no es de extrañar. Su litoral, conocido por su belleza y calidad de sus aguas, atrae a turistas de todos los rincones del mundo.
Pero más allá de su Mediterráneo, la provincia esconde tesoros naturales no tan conocidos y perfectos para una aventura al aire libre. Ni playas, ni calas. Impresionantes rutas de agua en la que disfrutar de un verano diferente, sin renunciar a la diversión.
Una de las más bonitas de España se encuentra precisamente en Valencia, en el municipio de Buñol. La ruta del agua de este municipio crea un lugar mágico, digno de un cuento gracias a las piscinas naturales y cascadas que ofrece.
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Una ruta circular de unos nueve kilómetros con un rico patrimonio histórico y natural. Un recorrido sencillo que tardarás en recorrer unas tres horas, dependiendo de tu ritmo y los descansos que hagas entre baño y baño.
Visitar Buñol es una excelente opción, más allá de su famosa fiesta de la Tomatina. A poco más de media hora de Valencia capital, esta ruta del agua te demostrará que la provincia valenciana es la mejor opción para tus vacaciones de verano.
La ruta del agua de Buñol
Este sendero ubicado en el Parque Fluvial de Buñol, frente al Parque San Luis, ofrece un recorrido fascinante a través de los ríos, manantiales y cascadas enclavadas en el espectacular paraje de la comarca de la Hoya.
El primer tramo del sendero se encuentra dentro del propio casco urbano, incluyendo también el Parque Fluvial. Durante el recorrido se pueden apreciar los restos de las antiguas fábricas, antiguamente principal fuente de riqueza de Buñol.
En esta primera parte del sendero encontraremos además un antiguo y precioso molino o una biblioteca levantada sobre la anterior fábrica de papel de la localidad, un claro ejemplo de cómo Buñol apuesta por la conservación de su patrimonio histórico y cultural.
Rápidamente, te adentrarás en la naturaleza más exuberante de la región. Bordeando el río Buñol, aparece imponente uno de los monumentos naturales de mayor encanto de todo Valencia: la cueva del Turche.
Esta impresionante cavidad rocosa en medio de la tierra cuenta con una cascada de unos 60 metros de altura. El agua cae en una espectacular piscina de aguas cristalinas perfecta para zambullirse en ella y, como no, capturar el momento con la foto más 'instagrameable' de toda la ruta.
Tras la parada y continuando con la ruta, llegarás a la Charca de las Palomas, otra preciosa piscina natural en medio de una exuberante naturaleza. Otra de las paradas obligatorias para refrescarte y apreciar la naturaleza del lugar.
De la cueva de las Palomas cae otra espectacular cascada, esta de unos 20 metros de altitud, que deja correr su fresca agua hasta un conjunto de pozas de una belleza inigualable.
El Charco Mañan, junto a esta última cueva, es otra de las joyas de esta ruta fluvial. Bañado por el cauce del río Juanes, desde aquí puedes apreciar la cueva homónima que se esconde tras la vegetación.
Qué saber de la ruta del agua de Buñol
Su grado de dificultad es medio, pero esta ruta fluvial es apta para recorrer incluso si no gozas de una condición física excelente. Aunque debes tener muy en cuenta que si tienes movilidad reducida existen zonas a las que no podrás acceder.
Durante el sendero encontrarás construcciones de piedra declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, además de otras de gran importancia. Es importante que respetes el entorno y cuides del medio ambiente para preservar la belleza y encanto del lugar.
Equípate con un avituallamiento propio de los meses de verano para mantenerte bien hidratado durante la caminata.
Escoge un tipo de calzado con una suela que se adhiera bien al terreno para evitar resbalones. ¿El resto? Solo es disfrutar de este increíble enclave y pasarlo bien.