Sus Pueblos Blancos, su inconfundible Costa del Sol o su rica orografía consigue que Málaga se proclame como unas de las provincias españolas más aclamadas a nivel internacional. Sin embargo, no todos saben que su interior también esconde alguna de las joyas medioambientales de más valor de la región.
Enclavado en la Sierra de Grazalema, también perteneciente a la provincia de Cádiz, se encuentra una de las cuevas más asombrosas de todo Andalucía. Tal es su importancia que la Cueva del Hundidero está declarada Bien de Interés Cultural.
Repleta de pinturas rupestres que datan de la Edad de Bronce, esta cavidad en medio de la tierra nos adentra en una garganta por la que transcurren las aguas del río Gaduares, también llamado Campobuche.
Una ruta impresionante por el interior de la provincia que nos adentra en las galerías del Sistema Hundidero-Gato con la que podrás conocer algunas de las leyendas locales más sobrecogedoras de la región.
Lo más recomendable para visitar la Cueva del Hundidero es reservar una excursión guiada debido a los peligros que puede conllevar su exploración. Aun así, es uno de los lugares más increíbles que hayas visitado jamás, por lo que, perdérselo si estás de turismo en Málaga, es un error.
Cuevas del Hundidero y Gato
A tres kilómetros de la localidad de Montejaque, y muy próximo también a Beaoján, la impresionante Cueva del Hundidero, con una entrada de casi 60 metros de altitud, recoge el agua procedente de los arroyos y las precipitaciones producidas en la sierra del Caíllo-Endrinal.
Situada al fondo de una garganta, da paso a la Cueva del Gato, nombre procedente de la forma de felino que tiene su entrada. Ambas, Hundidero-Gato, conforman un sistema único de galerías de siglos de antigüedad.
La cueva alberga una rica biodeversidad, repleta de estalactitas y estalagmitas, además de las impresionantes galerías que se han ido formando a lo largo de los siglos, siendo de gran interés para biólogos y arqueólogos.
En su interior se han encontrado restos de la era Neolítica y de la Edad de Bronce, como pinturas rupestres, lo que añade un valor extra de importancia y belleza a estas cuevas malagueñas.
Curiosidades de las cuevas
La importancia de las cuevas del Hundidero y del Gato va más allá de la magnitud de sus formaciones geológicas y la belleza de estas. Representa uno de los lugares de mayor interés de la provincia de Málaga.
- La Cueva del Gato está catalogada como Monumento Natural por la Junta de Andalucía y como Bien de Interés Cultural.
- A pesar de los intentos por encauzar las aguas que fluían dentro de la cueva, su composición lo hizo imposible. A día de hoy aún se pueden ver los restos de esta obra faraónica que se comenzó sin llegar a su fin.
- El sistema de cavernas de más de 10 kilómetros que transcurren entre las cuevas del Hundidero y del Gato, hace que este lugar sea de los más relevantes a nivel nacional.
- Su interior aguarda un tesoro conocido como la "plaza de toros". Una sala de 60 metros de altura y 60 de diámetro que recuerda a estos lugares.
- Existen restos arqueológicos de hace 20.000 años. Pinturas rupestres y restos cerámicos que aportan luz sobre la habitabilidad en tiempo pasado de estas cavidades de la tierra.
- La poza de aguas cristalinas que encontrarás a las afueras de la Cueva del Gato es una de las sorpresas más gratas que encontrarás durante el recorrido. Bañarse en ese remanso de paz, de aguas cristalinas, cuando el calor asolana la provincia, no tiene precio.
Recomendaciones para visitarlas
Son múltiples las opciones que estas formaciones rocosas milenarias presentan, sin embargo, es muy importante tener muy en cuenta la formación física y limitaciones de cada uno.
Aunque la entrada es gratuita, se necesita un permiso para poder visitar la Cueva del Hundidero y la Cueva del Gato. No solo por la dificultad que su acceso conlleva, sino también por los restos arqueológicos que su interior aguarda, de un incalculable valor.
Se recomienda adentrarse en las cuevas con un experto que guía nuestros pasos y vele por el cumplimiento de las indicaciones de seguridad, especialmente, en temporada de lluvia.