Viajar es una de las mejores maneras que existen para enriquecernos. A todos nos gustaría estar todo el año de un lado para el otro, conociendo rincones de una belleza única. Sin embargo, existen épocas en las que los viajes se presentan casi como un deber, como sucede en verano.
No es necesario que siempre escojamos zonas de costa, de hecho, y por suerte para nosotros, España cuenta con una extensa red de parques naturales y sistemas montañosos perfectos para una aventura veraniega. Lugares de ensueño que incluso cuentan con piscinas naturales que permiten bañarse en plena naturaleza.
Así es la Riera de la Solana en el Parc del Castell de Montesquiu. En este paraíso enclavado en plena comarca de Osona, nos encontramos con una excursión de lo más agradable y sencilla, donde también encontrarás un rinconcito como recién sacado de un cuento, en el que poder refrescarte.
Gracias a las últimas lluvias, la riera que atraviesa el parque hasta reunirse con el río Ter ha dado lugar nuevamente a una preciosa piscina natural que, bañada por una pequeña cascada, es uno de los principales atractivos del sendero. Pero no el único.
El castillo de Montesquiu es, sin duda, el "plato fuerte" de este lugar. Llegar hasta esta fortaleza, entre la rica biodiversidad que el parque acoge, disfrutando del frescor que los árboles aportan en los meses más cálidos, es una maravilla. Por algo es una de las rutas de senderismo más aclamadas de la zona.
La poza de la Riera de la Solana
Conocida como la poza del Pla de l'Hort o como el arroyo dels Ferrers (mazo de los Herreros), debido a las herrerías que había en la cabecera del río, esta pequeña piscina natural se forma a partir de la riera de la Solana.
A pesar del clima húmedo de la región, la sequía que ha asolado la región en los últimos tiempos había privado de agua a esta bonita formación natural.
Sin embargo, las últimas precipitaciones han logrado que el agua de la Solana vuelva a correr hasta esta bonita poza natural.
Este rincón del Parc del Castell de Montesquiu nos servirá para tomar aliento, refrescarnos y admirar el fantástico entorno antes de continuar nuestro camino por el sendero que nos llevará hasta el precioso castillo de Montesquiu.
El castillo de Montesquiu
Ubicado dentro del Parc del Castell de Montesquiu, en la provincia de Barcelona, parque natural creado en 1986, entre las comarcas de Osona y el Ripollès, formando parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos por la diputación provincial.
Originariamente, esta edificación restaurada en el siglo XIV y convertido en un caserón defensivo, era una torre de guardia que mandó construir en el siglo IX el conde Guifré I, el Velloso. No hay duda de que se trata del símbolo más emblemático de todo Montesquiu.
Aunque los primeros datos de la casa-fortaleza sean de 1285, posteriormente se fueron ampliando y mejorando las instalaciones según los diferentes señores que en ella habitaban, llegando incluso a tener una capilla en su interior.
En el siglo XX, el castillo se convierte en una gran figura representativa de la alta burguesía, teniendo el aspecto que a día de hoy se conserva. Ha estado habitada hasta 1976, año en el que falleció la última propietaria de la familia Juncadella, quedando bajo tutela de la Diputación de Bercelona.
A día de hoy, el castillo de Montesquiu está integrado completamente en el interior del parque, habiendo recuperado su vínculo con el territorio, siendo declarado Bien de Interés Cultural desde el año 1988. Aquí incluso podrás disfrutar de diferentes exposiciones de arte en la cabaña contigua al palacete.
Una excursión perfecta para los meses más cálidos, pero también para cualquier día en el que quieras conectar con el medio ambiente y la belleza de un lugar mágico, creación de la naturaleza y el hombre.