Optar por una zona costera para disfrutar de tus vacaciones es una de las opciones más populares. En España, contamos con un litoral rico y diverso, ideal para todos los gustos y cualquier época del año, donde puedes disfrutar de playas, calas o acantilados.
Una de las áreas más codiciadas, especialmente por los turistas extranjeros, es la costa catalana. Esta región incluye la Costa Brava, Costa del Maresme, Costa del Garraf y Costa Dorada. En esta última se encuentra una joya arquitectónica: una fortaleza con esbeltas murallas que antaño sirvió como línea divisoria entre la Cataluña musulmana y la cristiana.
El castillo de Tamarit, situado en la localidad tarraconense de Altafulla, es una impresionante construcción que se alza en la cima de una pequeña colina, enclavada en pleno Mediterráneo.
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Con una historia que se remonta al siglo XI, el castillo de Tamarit pasó del condado de Barcelona a los señores de la Casa de Claramunt. En el siglo XIV, el arzobispado de Tarragona tomó posesión del castillo, manteniéndolo hasta el siglo XIX, aunque compartió el señorío con la familia Monserrat, los primeros condes de Tamarit.
Durante esta época se construyó la muralla que aún hoy se puede admirar desde la impresionante playa cercana. Además de sus elementos defensivos, se conservan la zona residencial, la prisión, las estratégicas torres de vigilancia y una iglesia románica en perfectas condiciones.
El castillo de Tamarit
A solo 12 kilómetros de Tarragona y a poco más de una hora de Barcelona, se encuentra este encantador pueblecito medieval que no supera los 6.000 habitantes fuera de la temporada estival, y que cuenta con una de las mejores playas de toda Cataluña.
Esta localidad, rica en patrimonio, ha sido hogar de romanos, musulmanes, marqueses e incluso brujas. A través de su casco histórico, la Vila Closa, podrás descubrir empinadas calles delimitadas por murallas remodeladas en los siglos XVII y XVIII. También puedes pasear junto a su inconfundible Mediterráneo a lo largo de sus premiadas playas.
Caminando por el paseo marítimo de Les Botigues de Mar, una agradable ruta costera lineal, pronto divisarás uno de los mayores atractivos de la ciudad, entre muchos otros. El castillo de Tamarit se yergue majestuoso sobre la costa de Altafulla.
A lo largo del camino, pasarás por blancas dunas, un búnker de la Guerra Civil e incluso cruzarás la desembocadura del río Gaià, hasta llegar a esta joya de la arquitectura medieval.
Quién se ha casado en el castillo
La belleza de esta fortaleza y sus alrededores, con una panorámica única al Mediterráneo, ha atraído a numerosos rostros conocidos que han decidido formalizar su relación en el castillo de Tamarit y celebrar allí su boda.
No solo se celebran bodas religiosas, sino también ceremonias civiles al aire libre, gracias a las múltiples opciones que el castell de Tamarit ofrece. Este enclave único ha sido el escenario de celebraciones de ensueño para muchas personalidades famosas.
El jugador de fútbol Andrés Iniesta y Anna Ortiz o el actor Carles Francino y la cantante Izah son algunas de las reconocidas parejas que han contraído matrimonio en este majestuoso castillo medieval.
El 'otro' castillo de Altafulla
Si aún no te ha quedado claro que Altafulla es uno de los mejores destinos para disfrutar de unas vacaciones únicas, espera a saber que no es uno, sino dos los castillos con los que cuenta este bonito pueblo de Tarragona.
El castillo de Altafulla, también conocido como el castillo de los Monserrat, se encuentra en el antiguo casco urbano de la ciudad. Declarado en 1998 Conjunto histórico-artístico de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya es una preciosa edificación del que se tiene constancia del que se empieza a tener constancia a través de escritos que datan de 1059.
De estilo renacentista, el castillo de Tamarit destaca por sus almenas y garitas que le confieren el aspecto de una fortaleza, y se conserva en perfecto estado. Actualmente, es propiedad de Francesc de Monserrat, marqués de Tamarit.
A pesar de su titularidad privada, gracias a un acuerdo con la Asamblea de Altafulla y la Dirección General de Patrimonio Cultural del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, el castillo se puede visitar durante los meses en que el marqués no reside en él.