Las nuevas tecnologías, las redes sociales y las plataformas para ligar han cambiado nuestra forma de comunicarnos y de relacionarnos con otras personas. Esto ha dado lugar a nuevas técnicas de flirteo, a través de la pantalla, que influyen en nuestra manera de enamorarnos y lleva a situaciones potencialmente problemáticas en las relaciones amorosas.
Situaciones especialmente tóxicas que cada vez son más habituales en este nuevo concepto de relaciones amorosas y cuya palabra se refiere a una especie de tendencia a dejar 'migajas emocionales' o breadcrumbing.
Una de estas estrategias especialmente cuestionables que consisdte en dar una de cal y otra de arena en la relación, y que está repleta de señales confusas, enganche y sobre todo de frustración.
¿Qué es el Breadcrumbing?
Este anglicismo ha ganado protagonismo en el mundo de las redes sociales y de las relaciones sentimentales en los últimos años. Una palabra que proviene de breadcrumb y que significa literalmente “miga de pan”.
Una forma de definir una táctica que, lamentablemente, cada vez usan más personas en las relaciones sentimentales y que tiene que ver con que la persona que lo realiza envía las señales mínimas a su pareja, para que esta perciba que sigue estando ahí y continúe enganchada a la relación, pero sin querer llegar nunca a implicarse por completo o con un mayor compromiso realmente en dicha relación.
Migajas emocionales que hace albergar esperanzas de que la relación algún día podrá llegar a más para la persona que lo sufre, pero que realmente solo consigue que la frustración, el enganche y el dolor no dejen de aumentar.
Una persona que va y viene de tu vida sin razones concretas y que a pesar de que nunca llega a irse del todo, tampoco se queda en ella. Se trata de una maniobra totalmente tóxica con la que se pretende huir del compromiso o de una relación seria, pero siempre manteniendo ese enganche para nada sano en la otra persona.
¿Qué se esconde detrás?
Los expertos en psicología creen que este tipo de forma de actuar desvela el comportamiento y la forma de pensar de personas con baja autoestima, que pretenden sentirse constantemente valoradas y deseadas a través de este tipo de comportamientos y esa necesidad constante de seducir a los demás. Una forma nada sana de hacer crecer su propio ego y sentimiento de valía a través de esa necesidad que alimentan constantemente para sentirse deseados e importantes por quienes les rodean.
Pero aunque pueda parecer que estas personas carecen de sentimientos, la realidad es que también los tienen y de hecho también pueden desear tener pareja. La verdadera traba para ello es que en el momento que observan que para construir una relación es necesario dedicarle tiempo y esfuerzo, tienden a dejarse llevar por el aburrimiento y la desmotivación, para finalmente volver a huir del compromiso y preferir no vincularse únicamente con una sola persona.
Una decisión de permanecer soltero o soltera que nada tiene de malo, salvo por el hecho de que en este tipo de comportamiento denominado breadcrumbing se evita tener responsabilidad emocional hacia los demás, haciendo primar solo el beneficio propio. Algo nada positivo en ningún tipo de relación sentimental y que puede acabar dañando profundamente a la otra persona.
Cómo enfrentarse al Breadcrumbing
Sufrir este fenómeno no es nada fácil y lamentablemente la realidad es que cada vez más personas lo sufren en sus propias carnes por medio de las redes sociales. Sea como sea y si crees que puedes estar experimentando breadcrumbing, es momento de que tengas en cuenta las siguientes pautas para enfrentarte a ello:
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Acepta y reconoce que lo estás sufriendo: aunque no siempre es fácil abrir los ojos y ser conscientes de la realidad que hay en la relación, es importante saber reconocer que estamos sufriendo esta situación y no justificar a la otra persona.
Este será el primer paso para encaminarte hacia tu bienestar psicológico. Una vez reconocido valora si de verdad es ese el tipo de relación basada en la incertidumbre lo que quieres o todo lo contrario.
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Habla de cómo te sientes: hablar sobre los sentimientos y sobre cómo te está haciendo sentir el comportamiento de la otra persona es otro paso vital para dejar las cosas claras y también para saber qué es lo que quiere y lo que quieres tú. Una vez lo hayáis hablado, será el momento de valorar si lo que quieres es seguir con esa relación o no.
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Deja claros tus límites: si finalmente decides continuar con la relación, es importante que tengas claros los límites que no podéis cruzar y que también se los transmitas a la otra persona. Hazle entender que para continuar con la relación, esos límites nunca se deben sobrepasar y asegúrate de que la relación siempre se base en el respeto y nunca en el egoísmo o el menosprecio.
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No dudes en pedir ayuda: si consideras que estás sufriendo las consecuencias del breadcrumbing y que la situación te está acarreando demasiado dolor y confusión, no dudes en hablar sobre ello con alguien de tu círculo de amistad y familiares o en pedir ayuda de algún psicólogo profesional.
De esta forma podrás descubrir cuáles son las mejores formas de volver a recuperar y luchar por tu bienestar emocional y las pautas necesarias para afrontar esta situación.