Siete trucos para que tu cabello sobreviva al verano desde el primer día
Los expertos aseguran que en este época es cuando más se daña el cabello por el sol, la arena, el cloro y la sal. Estos ocho pasos son claves para evitar el desastre de septiembre.
13 julio, 2020 14:44Noticias relacionadas
El cabello es uno de los grandes sufridores del verano. El cloro de la piscina, la sal, la arena y el sol no son elementos muy amigos de su cuidado. De hecho, esta época del año es la única en la que todos los expertos recomiendan que te laves el pelo todos los días, eso sí, utilizando el champú y los productos adecuados.
Nuestra misión debe ser en estos meses que, al menos, el pelo no llegue hecho un desastre a septiembre, cuando soltamos la coleta y tratamos de que el cabello tenga la máxima normalidad posible. Por eso, aquí van algunos trucos de la mano de unos de los grandes estilistas, Eduardo Suárez, para protegerlo lo máximo posible:
1. Doble escudo
El primer consejo para mantener el pelo sano es protección y si es doble mejor. Así que Eduardo Suárez habla tanto de los protectores solares que salvaguarden el cabello del sol y otras agresiones, pero también de las gorras, sombreros o pañuelos que suponen un escudo físico. Cada agente externo afecta al cabello de una determinada forma: la radiación UV altera los pigmentos de color, reseca mucho y fragiliza la queratina además de robar a las melenas todo su brillo. Por su parte, el viento enreda el cabello, lo ensucia más y provoca que al desenredarlo la fibra sufra y se vaya debilitando y la arena irrita mucho el cuero cabelludo y provoca sensibilidad. También hay que tener cuidado con el cloro porque modifica el color y seca el pelo atacando a las grasas naturales protectoras y con la sal marina que cristaliza sobre la fibra capilar y abre las puntas. Hasta el calor, que da igual estés donde estés lo sufres igual, inflama e irrita el cuero cabelludo y resta nutrición.
2. Al salir del agua, ojo con el peine
Cuando salimos de la piscina o de la playa, el cabello mojado es especialmente frágil y antes de desenredarlo tendríamos que aplicar un acondicionador sin aclarado o el mismo protector solar capilar para que ayude a quitar los nudos a la vez que se nutre el cabello. El peine que hay que utilizar tiene que ser siempre uno de púas anchas y evitar tirones que puedan romper la fibra.
3. Lavar el pelo todos los días
En estos meses, el consejo es olvidar todas esas recomendaciones de que lavar el cabello todos los días es malo. En verano, es lo que hay que hacer tanto si lo has sumergido en el agua del mar como en el de la piscina, porque es necesario eliminar los restos de salitre o de cloro en cuanto se acaba el baño. Lo que sí es necesario es que el producto que utilicemos sea un champú purificante pero suave y de uso frecuente y acompañarlo siempre de un acondicionador, con o sin aclarado o de un aceite o sérum, según los gustos personales de cada una.
4. Mucha mascarilla y en seco
Los expertos aconsejan poner, como mínimo dos veces por semana una mascarilla capilar que repare e hidrate en profundidad el cabello. Eso sí, el truco para esta época es hacerlo en seco. No importa tanto el tiempo de exposición (podría servir dejarla puesta entre 10 y 15 minutos) como hacerlo en seco antes de lavar el cabello, porque el agua impide que el producto penetre en la fibra capilar y no sirve para nada. Después de aplicar la mascarilla, hay que lavar el cabello de forma habitual.
5. Extremar las precauciones si hay color
Los cabellos teñidos o con mechas son los que más sufren en verano porque son más porosos y por lo tanto más sensibles a las agresiones externas. En el caso de los rubios claros, el problema es que se oxidan mucho y los rojos son los más sensibles a la pérdida de tono. Por eso, el consejo es utilizar un champú, acondicionador o mascarilla apropiado además de aceites y sérums, imprescindibles.
6. Los rubios menos intensos
Si tenemos el cabello rubio y pasamos por el salón para darnos el último retoque antes de irnos de vacaciones es recomendable que se apueste por un tono algo más oscuro porque la exposición solar, el cloro y el salitre ya aclaran de por sí el cabello. Con especial atención a los rubios dorados y miel que son los que más aclaran y tornan hacia tonos indeseados. Con los rubios beige y platino se sobrevive mejor porque el verano los potencia.
7. Apostar por los pigmentos
Ahora hay que utilizar los champús, acondicionadores o mascarillas con pigmentos, sí o sí, porque son los mejores aliados si tenemos el cabello coloreado o con mechas. Hay que aplicarlos siguiendo los consejos de cada fabricante pues su acción es fundamental para mantener la intensidad del color y el brillo a salvo de las continuas agresiones y para neutralizar los tonos que no queremos que aparezcan.