La belleza ha evolucionado muchísimo y es obvio -y afortunado para todos- que nunca dejará de hacerlo. La investigación y la formación nos ha permitido mejorar la vida de muchas personas, trabajar sus emociones a través del aspecto, tratarles problemas de salud y autoestima, ayudarles a mejorar la calidad de vida. La belleza no es frivolidad, es algo muy serio cuando intervienen profesionales para que a través de ella tu vida pueda ser mejor.
Y en ese sector de la belleza, la medicina estética juega un papel muy importante. Me gustaría puntualizar que el intrusismo y la falta de seriedad y profesionalidad que vivimos en el sector de la medicina estética nos está salpicando a los profesionales que apostamos por un diagnóstico muy personalizado, que contamos con un equipo de medicos en constante formación y con una experiencia avalada por años de trabajo, unas instalaciones adecuadas y unos protocolos seguros que han sido analizados mucho tiempo antes de ponerlos en práctica en nuestros centros.
La medicina estética y los tratamientos estéticos se han convertido en un gancho para atraer público a determinados centros o para conseguir seguidores. Algo lamentable que me parece que denosta la profesión médica.
Es verdad que en los últimos tiempos los medios de comunicación o periodistas expertos en esta materia también lo han hecho saber y que, incluso, la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) lo ha advertido en un comunicado oficial, pero aún así esto lo que consigue es despertar el miedo en muchos usuarios y plantearse la cuestión: ¿Cómo debo elegir un buen médico estético? ¿Qué debo tener en cuenta? ¿Qué información precisa para saber cuál es el adecuado?
Es obvio que dar con el adecuado podría ser casi tan difícil como dar con la pareja perfecta que nos hará la vida bonita. Sin embargo, cuando manejas información o tienes recursos para saber qué perfil debe reunir alguien que promete mejorar tu aspecto de forma segura y adecuada, la elección se vuelve más fácil.
Qué tener en cuenta
En mi opinión, hay varios aspectos que se deben tener en cuenta. Uno de ellos es la formación y la acreditación como médico formado en el área de medicina estética, pero también su aval como una persona que goza de reputación y que trabaje en un centro que también cuenta con una trayectoria impecable.
Otro aspecto relevante es que trabaje con un diagnóstico personalizado. Ningún médico debe recomienda un protocolo sin antes realizar un estudio personal de manera exhaustiva. Además, hoy en día contamos con aparatología que también apoya los argumentos y que logra crear un rostro en 3D y analizar la piel internamente para definir dónde actuar y cómo será nuestro proceso de envejecimiento para conseguir resultados más eficaces.
Por otro lado, si se tienen dudas, la SEME es una fuente seria a la que acudir para pedir información y poderte asegurar de la profesionalidad y seriedad de quien va a tratarte. En su propia web, indican varios puntos que, sumados a los que he indicado, son infranqueables y deben ser cumplidos de forma tajante.
Por ejemplo, mantener la confidencialidad de todo lo que el paciente le explique y de lo que se le proponga para mejorar aspectos de su rostro o cuerpo.
A todo ello hay que sumar la importancia de que un médico estético cuente con los medios y las instalaciones adecuadas para proteger la salud de los pacientes y poderles proporcionar una atención impecable.
Por otra parte, nunca un médico estético adecuado te aconsejará tratamientos que no estén refrendados por la evidencia científica, para los que no esté debidamente preparado ni tampoco los aconsejará por razones ajenas a criterios de eficacia e indicación.
Como indica la SEME, también se debe huir de aquellos experos en “vender” falsas esperanzas sobre los resultados de un tratamiento, porque jamás se debe engañar a un paciente o recomendarle un protocolo inadecuado que jamás logrará los resultados prometidos con un afán de lucro.
Seamos serios en algo tan sumamente importante. Los profesionales debemos mantenernos en formación constante, participar en congresos nacionales e internacionales, trabajar casos reales que nos ayuden a mejorar en la práctica y en la teoría y jamás pongamos al paciente en último lugar.
*Paz Torralba es CEO del centro de belleza y medicina estética The Beauty Concept.