En el mundo de la belleza, como en el de la moda, existen tendencias que surgen, tienen éxito y desaparecen. Otras son atemporales y perviven a lo largo de los años. La extensión de pestañas es una de ellas: "No es un tratamiento de moda porque lleva más de 20 años, no es una moda sino que evoluciona. Es atemporal, lo guay es que las mujeres siempre buscan una excusa para hacérsela: una boda, un cumpleaños...", declara Claudia Romero, CEO de Mírame.
Mírame es un centro exclusivo en extensión de pestañas y diseños de cejas como indica su nombre completo, Mírame Lashes & Brow. Desde que abriera sus puertas en 2011, se convirtió en uno de los sitios de referencias para las clientas que desean empezar con este tratamiento. Con establecimientos físicos en Madrid, Barcelona, Girona, Pamplona, Sevilla y otras ciudades españolas, la empresa es la pionera en Europa en la formación de especialistas.
De esta forma, nació Mírame Academy en 2017. Con cursos presenciales y cursos online de extensiones de pestañas, diseños de cejas y volumen, todos ofrecen una completa formación a distintos niveles. "Cuando empezamos con las tiendas físicas, vimos que no había gente preparada y especializada en esto por lo que tuvimos que entrenar a los nuevos especialistas desde 0. A partir de ahí, empezó a haber mucha más gente interesada en esta profesión porque antes no se enseñaba esto en las escuelas de estética", declara la especialista.
La naturalidad del tratamiento
Como apunta Claudia Romero, para hacerte la extensión de pestañas "necesitamos que la clienta tenga pestañas naturales, ya sean muy cortas, rubias o largas. Alguien que no tiene pestañas o que ha estado en tratamiento de quimioterapia y las ha perdido no vale". Este se realiza porque la clienta quiere verse un cambio y tiene la curiosidad de llevar algo más que un maquillaje.
El proceso es muy simple: se cubren las pestañas de abajo y a partir de ahí, de acuerdo al largo de la pestaña natural y de lo que la clienta desea, se coloca un pelo de pestaña en cada pestaña natural. A diferencia de la pestaña postiza, que se pega en el párpado, la extensión de pestañas se coloca en la pestaña natural a 1 mm del párpado, sin tocar la piel.
Como en todos los tratamientos de belleza, hay distintas curvaturas de pestañas y diversos diseños. El estilo, nos comenta la CEO de Mírame, lo suele elegir la especialista teniendo en cuenta la forma del ojo, "si es almendrado, si es muy grande, si es redondo, si es pequeñito, si quieres lograr un efecto lifting, un párpado caído...". El más utilizado es el natural que se trata de seguir el propio diseño de tu pestaña natural. "El natural es como la camisa blanca o el vestido negro", dice Romero.
Precisamente por la naturalidad del proceso de este tratamiento, muchas mujeres deciden hacérselo cada día. "En los últimos 10 años, cada vez es más popular el tratamiento y fue uno de los objetivos de Mírame. Antes era un tratamiento de lujo, colocarte las pestañas podía costar 250 euros, el clásico".
Cuidados para mayor duración
La extensión de pestañas tiene una duración de 4 o 5 semanas. Pero, como todo en el mundo de la salud y la belleza, se requieren ciertos cuidados para asegurar esta duración. "Es un tratamiento que requiere su cuidado, simplemente ser delicado. Evidentemente, a una persona que no se maquilla o se maquilla muy poco le va a durar más que una persona que se maquilla mucho o que, por ejemplo, va a la piscina mucho", afirma la especialista.
Al igual que en la manicura o la pedicura, este tratamiento también se puede aplicar de forma semipermanente. Para ello, se recomienda ir al centro a realizarse un mantenimiento cada 15 o 20 días.
La calidad del tratamiento y las técnicas aplicadas son fundamentales: "Si el centro donde te las haces es el correcto, si utilizan los productos adecuados, las técnicas correctas y tú llevas un cuidado mínimo, puedes ponerte extensiones de pestañas sin parar. Hay clientas que llevan 8 o 10 años haciéndoselas de forma seguida".
Por ello, Mírame trata de cuidar dos aspectos que para la empresa son fundamentales, la elegancia y la delicadeza. Con una atención personalizada por parte de los empleados, se encargan de orientar a cada clienta según sus intereses y las características de su rostro.
La extensión de pestañas es un must para muchas mujeres y, como dice Claudia Romero, "la extensión de pestañas es un viaje de ida, el resultado es como “wow, siempre soñé con estas pestañas”. Entonces una vez que empiezas a hacértelas es difícil no querer llevarlas de nuevo".