¿Cómo organizo una cura de belleza el fin de semana en casa? La respuesta variaría si lo hubiéramos formulado antes de la pandemia, ya que hasta hace poco apenas sabíamos utilizar ciertos productos, sus beneficios, si eran o no adecuados para nosotros o cómo limpiarnos correctamente la piel del rostro. Hoy somos expertos.
Hemos asistido a decenas de directos en redes, hemos consultado con grandes profesionales, testado trucos en la piel porque, además, hemos tenido -quizás solo algunos- más tiempo para ello… Todo ha cambiado mucho y ahora aplicamos un cosmético con muchísima más información sobre su formulación, sus beneficios o si conseguirá los objetivos que nos hemos marcado.
Por ello, y este punto sí que quizás para muchos no es nuevo, el fin de semana es cuando realmente disponemos de tiempo para cuidarnos, regalarnos un baño de sal, aplicarnos una maravillosa mascarilla capilar y facial, darnos un masaje con un guante específico para activar la circulación, encender una vela y sentir como el sencillo hecho de aplicarnos un product anticelulítico se convierte en un ritual tan holístico como estar en el mejor spa del mundo…
Todo se reduce al placer de darnos un merecido tiempo a nosotros mismos para que el cuerpo y la mente sean capaces de captar ese regalo que nos hemos preparado: un momento preciado que nos reconforta en todos los sentidos.
Doble limpieza
¿Un ratito para la doble limpieza? En esto no podemos ni debemos decaer en toda la semana, pero si el fin de semana es cuando podemos darle más potencia, pues vamos a ello: elegir un buen limpiador que trabaje en profundidad la piel, elimine impurezas de verdad, es decir, que actúe con los ingredientes adecuados para dejarla oxigenada y deje vía libre a la piel para respirar y canalizar los principios activos -que son los que realmente trabajan para mejorar la piel- para que actúen con libertad.
Además, para ello, un buen peeling siempre es de agradecer cuando hemos retirado la mascarilla y percibimos una piel fresca, aunque, insistimos, rematar con un exfoliante es crucial para alcanzar buenos objetivos.
Los fines de semana, otro de mis placeres es utilizar utensilios que me ayuden a activar la circulación, a relajar tejidos, a limpiar… Yo soy muy aficionada a los Cryo Stick, de Biologique Recherche, que son una joya que, como decía Madonna, “hay que guardar en la nevera para que su aplicación sea un placer mayor que la comida”.
Su objetivo es realizar un masaje facial que active la circulación y que las células nerviosas de la piel se estimulen y se genere un endurecimiento de la epidermis. Hay muchas formas de realizarlo para que realmente funcione, a veces con la piel limpia, a veces con un aceite que los ayude en los movimientos. Como siempre, lo mejor es consultar con un experto.
Las manos ¡ay las manos! ¡Qué pocos mimos les damos! Un masaje sobre ellas y para ellas es un maravilloso placer. Por ejemplo, cuando salimos de una manicura es como si nos quitaran un peso de encima. El placer de ver nuestras manos hidratadas que, además, hemos trabajado con ayuda de la otra mano para activar ciertos puntos que mejoran la circulación y logran que se reduzcan ciertas arrugas, aunque debemos buscar fórmulas que trabajen contra las manchas ya que unas manos con manchas delatan siempre el paso de los años.
¿Y si empezamos el verano en casa? El fin de semana es perfecto para juntarnos con un maravilloso exfoliante corporal que nos libere del peso liviano -pero obstaculizador- de las células muertas, las impurezas y que nos aporte oxígeno y, una vez más, nos facilite el trabajo de los siguientes productos que vamos a utilizar. Por ejemplo, un autobronceador que nos ayudará, además, a preparar la piel de cara a las primeras exposiciones solares y nos regalará un bonito tono para que la piel se vaya equipirando el tono que vamos a conseguir y así no pasaremos de un día a otro del blanco al marrón.
Y los fines de semana también debemos recordarnos lo importantes que son las mascarillas capilares. Cuánto olvidamos el cabello en verano y que malo hacer esto de cara a la vuelta a la rutina. Reparar, hidratar, rejuvenecer, multiplicar, alisar… Sus objetivos son muchos y su aplicación es placentera, fácil, efectiva. ¿Qué cabello no agradece que le aportes un plus con una mascarilla que, además, tiene un aroma que te traslada lejos de tu baño o los principios activos del acondicionador que mejor se adapta a tu cabello?
Y los pies que, al igual que las manos, muchas veces olvidamos, a no ser que hayamos decidido que esa noche salimos con sandalias a una cena con amigos. Los pies deben y necesitan ser mimados con esmero, al y al cabo, nos sostienen horas sin quejarse y, cuando lo hacen, es por falta de hidratación o porque no les hemos regalado un masaje que active su circulación.
Además, es una zona que también debe ser exfoliada con cierta periodicidad porque imaginad la cantidad de impurezas que se generan en ellos. El fin de semana ya de por si es un placer, pero si buscas el hueco idóneo y el lugar tranquilo para hacerlo, cuidarte es algo que te ayudará a que la semana sea muchísimo más agradable para ti.